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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Un paso más hacia el final de Al Qaeda

El ataque aviva el debate sobre el uso de los drones

Antonio Caño
Protesta en Pakistán contra el uso de aviones no tripulados.
Protesta en Pakistán contra el uso de aviones no tripulados.MK CHAUDHRY (EFE)

Estados Unidos dice haber alcanzado en un ataque de aviones sin tripulación (drones) sobre Pakistán al supuesto número dos de Al Qaeda, Abu Yahia al Libi lo que revitaliza el debate, tanto sobre los éxitos de la Administración norteamericana en su última y más eficaz estrategia contra el terrorismo, como sobre el uso de esos nuevos y mortíferos robots militares cuya actuación empieza a tener serias repercusiones diplomáticas y políticas.

Fuentes oficiales estadounidenses afirman que Al Libi se encontraba el lunes junto a otros 14 militantes de Al Qaeda en el lugar que fue impactado por la bomba lanzada por un drone, y creen haber confirmado también que resultó muerto en el ataque, lo que supone el mayor éxito obtenido por el Ejército norteamericano desde la muerte de Osama bin Laden. Al Libi era considerado uno de los principales jefes operativos de la organización terrorista, con influencia para decidir ataques en todo el mundo, pero especialmente en Pakistán y Afganistán. Su muerte, de no ser finalmente desmentida, representa un paso más hacia la completa liquidación del grupo responsable de los atentados del 11 de septiembre.

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Pero a la espera de la plena confirmación, el episodio ha alimentado ya una polémica sobre la utilización de drones que crece desde hace tiempo. El Gobierno de Pakistán, que desaprueba ese tipo de arma y libra un difícil pulso al respecto con Washington, ha presentado ya una protesta oficial a los diplomáticos norteamericanos. Pakistán considera que los ataques con drones, de los que ha habido ocho en los dos últimas semanas en la misma región del noroeste en las que se asienta la población más vinculada a Al Qaeda, son una violación de su soberanía nacional. Un alto funcionario paquistaní confesó a la cadena CNN que nunca son avisados previamente de los ataques y que, en esta ocasión, por tanto, desconocían qué había sucedido con Al Libi.

EE UU ha reconocido que esos bombardeos, pese a la precisión que permiten las modernas tecnologías, han dado lugar en ocasiones la muerte de civiles de los que no se ha podido probar su relación con Al Qaeda. Una de esas matanzas, hace seis meses, provocó que el Gobierno paquistaní cortara la ruta de suministro a Afganistán a través de su país, un asunto que todavía no ha sido resuelto.

La muerte de inocentes y el uso creciente de los drones se ha convertido también en tema de polémica dentro de EE UU. Organizaciones de derechos humanos y rivales de Barack Obama, tanto desde la derecha como de la izquierda, se han quejado de esa estrategia. Especialmente entre la derecha, se compara la política de George Bush de cárceles secretas, torturas y detenciones ilegales en Guantánamo, con la de Obama de muerte instantánea de los sospechosos en los bombardeos de los drones.

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Algunas de estas críticas se apoyan en un artículo publicado recientemente por el diario The New York Times en el que se hacía una recolección de todas los ataques de drones ocurridos desde el comienzo de la presidencia de Obama y se detallaba la participación personal que el presidente ha tenido en la autorización de los ataques. Tanto ha sido el uso y abuso de ese artículo, que The New York Times publicó ayer una aclaración sobre lo que se decía y no se decía en él. Entre lo que no se decía, pero ha circulado intensamente, se incluye que Obama autorizase la muerte de una militante de 17 años o que David Axelrod, entonces el principal asesor político de la Casa Blanca, participase en las reuniones sobre los drones.

Las facilidades que ofrece una tecnología tan eficaz y en la que se corre ningún riesgo de vidas propias abre, por supuesto, una nueva era en la forma de hacer la guerra y presenta numerosos interrogantes de carácter moral. Aunque todavía no es un escándalo, será también motivo de alguna discusión en esta campaña electoral. Los drones, entre otras cosas, han ayudado a darle a Obama una imagen de fuerza. Pero, quizá, pueden contribuir también a darle una imagen de crueldad.

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