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Transición en Egipto

Los militares egipcios amenazan a los islamistas que vuelven a tomar Tahrir

Los islamistas toman Tahrir por cuarto día consecutivo para reclamar su victoria

Simpatizantes de los Hermanos Musulmanes en la plaza de Tahrir, en El Cairo.
Simpatizantes de los Hermanos Musulmanes en la plaza de Tahrir, en El Cairo.MOHAMED MESSARA (EFE)

La Junta Militar egipcia se ha atrincherado en su posición al asegurar que no piensa cancelar el decreto constitucional emitido hace cinco días y que consolida su poder, porque creen que es “necesario” en este momento. Islamistas y revolucionarios lo han consideran un “golpe de Estado blando” y se han concentrado en protesta en la céntrica plaza de Tahrir, epicentro de la revolución. En un comunicado difundido por la televisión estatal, los militares han criticado además a los dos candidatos que cantan victoria electoral antes de que la comisión electoral se haya pronunciado sobre los resultados definitivos de las presidenciales celebradas el pasado fin de semana. El Ejército ha señalado además que los ciudadanos tienen libertad para manifestarse, siempre y cuando no afecte a la vida diaria del país.

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La marea islamista ha tomado hoy Tahrir más temprano que en días anteriores. Es viernes, día de oración y de protestas, como manda la tradición revolucionaria de los últimos meses. El tráfico se cortó enseguida y empezaron los cánticos y las arengas de Hermanos Musulmanes y salafistas, en contra de la Junta militar. En la plaza no cabe un alfiler y los ánimos no dejan de calentarse.

Tres horas después del comunicado de la Junta Militar, el candidato de la Hermandad, Mohamed Morsi, ha manifestado en rueda de prensa que mantendrán su protesta contra el recorte de poderes, y ha instado a que se conozcan ya los resultados electorales. El domingo, la Junta Militar emitió una declaración constitucional, que enmendaba un texto anterior y que dejaba el poder legislativo en su poder tras la disolución del Parlamento elegido libremente y dominado por las fuerzas islamistas. "Lo que se rumorea sobre planes violentos es falso, por lo que no sucederá y es imposible que suceda", ha afirmado Morsi durante su comparecencia, según recoge Efe.

Los egipcios se han congregado por cuarto día consecutivo para protestar contra la consolidación del poder de una cúpula militar que se ha comprometido a entregar el testigo al nuevo presidente antes del 1 de julio. Seguidores de los Hermanos Musulmanes y salafistas han vuelto asegurar que no se piensan mover de Tahrir hasta que los militares no devuelvan al futuro presidente sus atribuciones.

El pasado fin de semana los egipcios acudieron a las urnas para elegir libremente al rais que sucederá al supuestamente moribundo Hosni Mubarak. Dos candidatos: Ahmed Shafiq, militar y último primer ministro de Mubarak y Mohamed Morsi, al frente de los Hermanos Musulmanes se enfrentaron en la última y definitiva ronda cuya victoria ambos se atribuyen ahora. La Comisión Electoral, que debía haber publicado los resultados oficiales el pasado jueves pero los difundirá mañana, estudia todavía cientos de alegaciones de fraude de ambas formaciones políticas. El retraso del anuncio del ganador de las elecciones ha generado mucha desconfianza en amplios sectores de la población que lo interpretan como una maniobra dilatoria de los remanentes del antiguo régimen en un intento de última hora de manipular los resultados electorales.

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