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Asia busca una solución a las disputas territoriales en el mar del Sur de China

La ASEAN busca fijar las normas sobre derechos marítimos y de navegación en la zona Pekín reclama la soberanía de casi toda esa área por la que pasan importantes rutas navieras Taiwan, Vietnam, Brunei, Filipinas y Malasia también tienen reivindicaciones en estas aguas Se cree que la zona en disputa alberga importantes yacimientos de petróleo y gas

El ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, y su homólogo camboyano, Hor Namhong, antes de la reunión
El ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, y su homólogo camboyano, Hor Namhong, antes de la reunión HOANG DINH NAM (AFP)

Los países del sureste asiático quieren atajar cualquier posibilidad de enfrentamiento armado en uno de los puntos más sensibles de esta zona del planeta: el mar del Sur de China. Los 10 miembros de Asean (Asociación de Naciones del Sureste Asiático) han acordado un código de conducta para evitar conflictos debidos a las disputas territoriales marítimas, aunque el acuerdo aún debe ser aceptado por China para que tenga viabilidad.

La iniciativa fue adoptada el lunes por los ministros de Exteriores de Asean -organización de la cual no forma parte China- en el marco de las reuniones regionales que tienen lugar esta semana en Phnom Penh (Camboya), y en las cuales participarán más adelante otros países vecinos.

China, Taiwan, Filipinas, Vietnam, Brunei y Malasia tienen reivindicaciones en estas aguas.

El código de conducta pretende implicar no solo a los integrantes de Asean sino también a Pekín, que reclama la soberanía sobre la práctica totalidad del mar del Sur de China. El pacto, del cual no han trascendido los detalles, fijaría las normas que gobiernan los derechos marítimos y de navegación en estos mares, muy importantes desde el punto de vista geoestratégico y económico, ya que por ellos pasan importantes rutas navieras y se cree que albergan importantes yacimientos de petróleo y gas. China, Taiwan y los miembros de Asean Filipinas, Vietnam, Brunei y Malasia tienen reivindicaciones en estas aguas.

Por estos mares pasan rutas navieras y se cree que albergan importantes yacimientos de petróleo y gas.

La tensión ha escalado en la región en los últimos meses. Barcos de China y Filipinas protagonizaron momentos de tensión en una de las áreas en disputa en abril, mientras en junio Vietnam reaccionó con furia a la decisión de Pekín de pedir ofertas para la exploración petrolífera en aguas que ambos países reclaman. Manila y Hanoi acusan a China de comportamiento agresivo.

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Una nueva muestra de la sensibilidad del conflicto se produjo el domingo pasado en la capital vietnamita, donde más de 200 personas se echaron a la calle para protestar contra las ambiciones territoriales chinas. Se trata de la segunda movilización que se produce por el mismo motivo en lo que va de mes. Las protestas son raras en Vietnam, cuyo régimen autoritario pocas veces las permite. Pekín reaccionó con ira en junio cuando Hanoi adoptó una ley que sitúa las islas Spratly (llamadas Nansha por China) bajo su soberanía. El mismo mes, Pekín afirmó que había elevado el estatus administrativo de este archipiélago y el de las Xisha (conocidas como Paracel) de condado a prefectura.

Asean celebrará el miércoles una reunión ministerial con la delegación china, y los días siguientes tendrán lugar otros encuentros de alto nivel, en los cuales participará también la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, que se encuentra de gira por Asia.

China ha manifestado que está abierta a discutir el código de conducta “cuando se den las condiciones oportunas”, pero ha insistido que cualquier pacto potencial no debe ser utilizado para resolver reclamaciones rivales sino tan solo para “edificar la confianza mutua y profundizar la cooperación”, según ha afirmado el portavoz de Exteriores Liu Weimin.

Su declaración viene a reforzar la posición habitual de Pekín, que quiere zanjar cualquier diferencia territorial de forma bilateral. China ve, además, con malos ojos la implicación en la disputa de Estados Unidos, con quien ha crecido la rivalidad en Asia, en particular desde el giro dado por Washington para reforzar su presencia en la región. Estados Unidos ha estrechado recientemente sus lazos militares con Filipinas, Vietnam y otros países de la zona, algo que es percibido en Pekín como un intento de rodear a China.

Clinton ha dicho claramente con anterioridad que Washington considera una cuestión de “interés nacional” el acceso libre al mar, aunque los expertos creen que en las reuniones en Phnom Penh esta semana adoptará una posición suave para reducir las tensiones.

Asean espera lograr un acuerdo con China sobre el pacto de conducta para finales de año. La Asociación de Naciones del Sureste Asiático incluye a Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam, con una población conjunta de unos 600 millones de personas.

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