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Morsi intenta recomponer las relaciones de los islamistas egipcios con Arabia Saudí

El presidente de Egipto elige Arabia Saudí para su primera visita al exterior. Siria centra la reunión del dirigente egipcio con el rey Abdalá.

Morsi y el rey Abdalá, la noche del miércoles en Yedah.
Morsi y el rey Abdalá, la noche del miércoles en Yedah.EFE

Una solemne recepción al presidente de Egipto, Mohamed Morsi, en Yedah, sede del Gobierno saudí durante el verano, puso de relieve la noche de este miércoles el profundo cambio que puede suponer para el mundo árabe la llegada de los Hermanos Musulmanes a la presidencia en El Cairo, a pesar de las cortapisas que la junta militar egipcia pone a los islamistas para ejercer el poder. Es la primera visita al exterior de Morsi desde su elección a mediados de junio, una visita en la que el presidente, aunque abandonó su militancia en la Hermandad al asumir el cargo, tratará de restaurar las dañadas relaciones entre el movimiento islamista y el Gobierno saudí y obtener inversiones para Egipto.

La dinastía saudí expresó meses atrás su malestar por la actitud de la Administración de Barack Obama, quien, a juicio de Riad, no hizo lo suficiente para mantener a Hosni Mubaral en la presidencia egipcia durante la revuelta que acabó por deponer al rais en febrero de 2011. El Ejecutivo saudí, que envió en esa época miles de militares y tanques a Bahréin para sofocar la rebelión popular en ese diminuto país, temía el contagio de las revueltas árabes, aplaudidas por los Hermanos Musulmanes egipcios, aunque no fuera esta organización la que iniciara el alzamiento contra Mubarak. La lucha de décadas de los islamistas egipcios contra el poder establecido no era bien vista en Riad. Aunque comparten valores religiosos y sociales, el activismo político de la Hermandad provoca suspicacias en la realeza saudí.

El miércoles por la noche el príncipe Salman y varios miembros más de la familiar real acudieron al aeropuerto de Yedah para recibir a Morsi. Después cenó con el rey Abdalá. Analistas saudíes citados por Reuters aseguran que la preparación de la vista demuestra que el reino está dispuesto a abrir una nueva etapa en sus relaciones con los islamistas egipcios.

"El mensaje es que no tenemos problemas con la revolución ni con los Hermanos, y que debe continuar la relación bien establecida en Egipto y Arabia Saudí", ha explicado Jamal Kashoggi. Más contundente, el analista Husein Shobokshi ha comentado: "A través de la visita Arabia Saudí ha dejado muy claro que la era de Mubarak ha terminado y que comienza un nuevo capítulo con el nuevo liderazgo egipcio".

Las relaciones entre ambos países, los dos Estados que han pugnado en las últimas décadas por liderar el mundo árabe, están sometidas a frecuentes tensiones y vaivenes

Las relaciones entre ambos países, los dos Estados que han pugnado en las últimas décadas por liderar el mundo árabe, están sometidas a frecuentes tensiones y vaivenes. El Gobierno saudí ha prometido financiar con 2.700 millones de dólares las depauperadas arcas del Estado egipcio, que sufre una sangría en sus reservas de divisas. Sin embargo, en abril, el embajador de Riad en El Cairo fue llamado a consultas a su país después de unas protestas ante la embajada por el arresto de un abogado egipcio en el reino. Entonces, parlamentarios egipcios, incluidos varios miembros de los Hermanos Musulmanes, viajaron a Riad para aplacar la tensión. 

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Ahora, ha sido Arabia Saudí la que ha dado el primer paso. A comienzos de mes, el rey Abdalá invitó a Morsi a visitar el reino. Los medios saudíes aseguran que en la cena entre el monarca y el presidente se abordó principalmente el conflicto sirio. Riad se ha erigido en uno de los principales detractores del régimen de Bachar el Asad, y no precisamente a raíz de las revueltas árabes. A partir de 2005, tras el asesinato en Beirut del ex primer ministro libanés Rafik Hariri —un político que amasó una enorme fortuna por sus estrechos vínculos con la dinastía Al Saud—, los vínculos entre Riad y Damasco se deterioraron hasta el punto de no retorno. Arabia Saudí, junto a Catar, son quienes abogan ahora abiertamente por armar a los rebeldes sirios, algo que están haciendo todavía no a gran escala. "La estabilidad de la región depende de la estabilidad de Egipto y del Golfo [pérsico], a la cabeza del cual está Arabia Saudí", declaró Morsi tras su entrevista con el monarca.

"Al elegir el reino para su primera visita al extranjero, Morsi reconoce que los dos países son los pilares de la seguridad nacional árabe", afirma un analista saudí

"Al elegir el reino para su primera visita al extranjero, Morsi reconoce que los dos países son los pilares de la seguridad nacional árabe", ha escrito el director del diario Al Riyadh, Yusuf al Kuwailet. La coyuntura es crítica. "Los liderazgos egipcio y saudí se dan cuenta de la importancia de conformar el hogar geopolítico en la región y prepararse para la nueva Siria", ha escrito Yasir ba Amer en el diario Al Watan.

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