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Los países del sureste asiático fracasan en resolver sus disputas en el mar de China

Pekín defiende una negociación individual con cada uno de los Gobiernos con los que tiene conflictos

Clinton y los ministros de Vietnam (Izq), Camboya, Myanmar y Laos (dcha).
Clinton y los ministros de Vietnam (Izq), Camboya, Myanmar y Laos (dcha).MAK REMISSA (EFE)

La insistencia china en que las disputas deben ser negociadas de forma bilateral ha dado al traste, de momento, con el proyecto de Asean (Asociación de Naciones del Sureste Asiático) para fijar un código de conducta que evite posibles conflictos armados en el mar del Sur de China originados por reivindicaciones territoriales. Los países miembros de Asean han cerrado este viernes una semana de intensas negociaciones en Camboya sin haber emitido —por primera vez en los 45 años de historia de la organización— un comunicado conjunto.

El fracaso de la cumbre pone de manifiesto las profundas divisiones existentes en el seno de la asociación sobre las diferencias marítimas que afectan a cuatro de sus miembros —Filipinas, Vietnam, Brunei y Malasia— más China y Taiwán.

El secretario general de Asean, el tailandés Surin Pitsuwan, ha asegurado que Manila y Hanoi querían que el texto incluyera una referencia a los recientes enfrentamientos que se han producido entre China y Filipinas en una zona de bancos de arena en el mar del Sur de China que reclaman ambos países. Pero Camboya, cuyas relaciones comerciales y de inversión con Pekín han crecido a fuerte ritmo en los últimos años, se negó.

Manila ha afirmado en una declaración hecha pública que “deplora” el fracaso de Asean a la hora de afrontar un conflicto que está empeorando, y ha criticado con dureza el papel de Phnom Penh, anfitrión de la cumbre, por su manejo del tema, informa France Presse. El ministro de Exteriores filipino, Albert del Rosario, acusó el jueves a China de utilizar su armada para “intimidar” y “amenazar con el uso de la fuerza” , y advirtió que la actitud cada vez más enérgica de Pekín sobre áreas en disputa y no disputa en el mar del Sur de China supone “un peligro para la paz y la estabilidad” en la región Asia-Pacífico. Y añadió: “Si no se pone límite a esto, las tensiones crecientes que se están generando en el proceso podrían desembocar en hostilidades físicas que nadie quiere”. Vietnam también está enfrentado con Pekín. El mes pasado reaccionó con furia a la decisión china de pedir ofertas para la exploración petrolífera en aguas que ambos países dicen que les pertenecen.

China ha sido acusada de ejercer su músculo económico y diplomático para presionar a Camboya y otros miembros de Asean, bloquear cualquier discusión regional sobre el tema y paralizar los intentos de alcanzar un pacto conjunto sobre la disputas marítimas.

Los ministros de Exteriores de Asean acordaron el lunes pasado los principios básicos de un código de conducta para evitar choques debidos a las reivindicaciones territoriales, pero, para que tenga viabilidad, la iniciativa debe ser aceptada por China, que no es miembro de Asean. El pacto, del cual no trascendieron los detalles, fijaría las normas que gobiernan los derechos marítimos y de navegación en estos mares, por los que pasan importantes rutas navieras y se cree que albergan ricos yacimientos de petróleo y gas.

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Pekín reclama la soberanía sobre la práctica totalidad del mar del Sur de China y se opone a una internacionalización del conflicto

Pekín, que reclama la soberanía sobre la práctica totalidad del mar del Sur de China, se opone a una internacionalización del conflicto y defiende una negociación bilateral, con países más pequeños, caso por caso. Así lo ha vuelto a recordar en un largo comunicado emitido tras finalizar la cumbre, en el que ha insistido que se “debe dejar a los Estados soberanos directamente afectados que resuelvan sus disputas territoriales y jurisdiccionales por medio de consultas y negociaciones pacíficas”. También ha manifestado su disposición a discutir la propuesta del código de conducta “cuando se den las condiciones oportunas”. La Asociación de Naciones del Sureste Asiático incluye a Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam, con una población total de unos 600 millones de personas.

El ministro de Exteriores de Camboya, Hor Namhong, se ha defendido de las acusaciones de Manila y ha asegurado que su país no apoya a ninguna de las partes en liza, y que la culpa de que no se haya acordado un comunicado no es de Camboya sino de todos los miembros de Asean. Ha insistido en que la falta del texto se debe a la insistencia “de algunos países miembros” en que recogiera el conflicto entre Filipinas y China. “He dicho a mis colegas que la reunión de ministros de Exteriores de Asean no es un tribunal, un lugar para emitir un veredicto sobre la disputa”.

Pekín ha advertido que “fuerzas externas” no deben implicarse en el conflicto, en una velada referencia a Estados Unidos, que defiende una solución en el marco de Asean y la creación del código de conducta. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, que ha estado en Camboya para participar en algunas de las reuniones del foro regional ha insistido en que Washington es neutral en este asunto y que los países afectados deberían aclarar sus reclamaciones territoriales y considerar la posibilidad de explotar de forma conjunta las potenciales reservas energéticas del mar del Sur de China.

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