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Mitt Romney busca mejorar sus credenciales en política internacional

La visita recuerda el viaje que en 2008 llevó a Obama a Irak y Afganistán y que terminó con un discurso ante miles de personas en Berlín

Mitt Romney ofrece un discurso de campaña en New Hampshire.
Mitt Romney ofrece un discurso de campaña en New Hampshire. JUSTIN SULLIVAN (AFP)

El candidato republicano Mitt Romney inició este miércoles un viaje al extranjero que le llevará a Reino Unido, Israel y Polonia, y en el que buscará mejorar sus credenciales en política internacional. Entre los objetivos de Romney también está la recaudación de fondos para su campaña y atraer el voto de los norteamericanos que residen fuera de Estados Unidos.

Los responsables de la campaña de Romney describieron el viaje esta semana como una oportunidad para “escuchar y aprender”, así como establecer alianzas con países clave en las relaciones diplomáticas de EE UU, pero que no servirá para adelantar grandes detalles de sus propuestas en política internacional.

El viaje de Romney recuerda estos días al que en 2008 llevara a Obama hasta Irak y Afganistán, con una parada histórica en Berlín, donde ofreció un discurso ante 250.000 personas. En contraste con aquella gira de Obama, Romney no ofrecerá grandes discursos y limitará su agenda a reuniones con los líderes de los respectivos países. El candidato abandonará por tanto el tono económico que ha marcado su campaña hasta ahora, tanto en las primarias del Partido Republicano como en estas primeras semanas como rival de Obama, para hablar en clave internacional, un terreno que apenas ha rozado en sus discursos electorales.

Romney describió sus propuestas en política exterior en la víspera de este viaje, aprovechando un discurso ante la Convención de Veteranos de las Guerras en el Extranjero. En su aparición, el aspirante republicano a la presidencia atacó a Obama por mermar “la influencia exterior de EE UU”, recortar de una manera “devastadora” el presupuesto de defensa, dar un trato “lamentable” a Israel y retirar las tropas de Irak y Afganistán “por motivos políticos”.

Romney no ofrecerá grandes discursos y  limitará su agenda a reuniones con los líderes de los respectivos países

Este viernes, Romney mantendrá reuniones con el primer ministro David Cameron y con su predecesor, Tony Blair, ambos aliados de EE UU en las dos guerras y ante los que deberá defender su propuesta. Según afirmó ante la Convención de Veteranos, Romney no cambiará los planes de retirada de Obama, salvo que así lo quieran los mandos militares en el terreno.

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El empresario y exgobernador de Massachussets tendrá oportunidad de destacar un mayor contraste con su rival durante su visita a Israel, donde será recibido por el primer ministro, Benjamin Netanyahu. Romney criticó este martes la labor diplomática de Obama, alegando que había hablado ante las Naciones Unidas “como si nuestro aliado en Oriente Próximo fuera parte del problema”. “El pueblo israelí merece mucho más que lo que ha recibido del líder del mundo libre”, criticó Romney.

El republicano, sin embargo, buscará en Israel algo más que escuchar o aprender de un aliado. Según encuestas recientes, Obama cuenta con el 64% del voto del electorado judío, diez puntos por debajo del apoyo recibido en 2008. Y en unas elecciones tan igualadas las que el próximo 6 de noviembre decidirán sobre la reelección del presidente Obama, cualquier porcentaje que uno de los dos candidatos pueda arañar tendrá poder para determinar el resultado.

El viaje de Romney, centrado en su política exterior, también le llevará a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres este viernes y a un encuentro con los deportistas norteamericanos que ya se han desplazado hasta allí. Los responsables de la campaña de Romney esperan destacar su papel como director de los Juegos de Invierno de Salt Lake City, en 2002.

Y no faltarán las oportunidades para recaudar fondos. Según adelanta el diario The Washington Post, el candidato acudirá a una cena en Londres donde los asistentes pagarán hasta 75.000 dólares (unos 61.000 euros) por cubierto, mientras que en Israel una asociación de ciudadanos norteamericanos que residen en el país cobrará 50.000 dólares a cada uno de los participantes en un acto de recaudación. El periódico The New York Times, por otro lado, destacó que la presencia de importantes figuras de entidades como Barclays, en el centro de varias investigaciones en Reino Unido, podrían perjudicar la imagen de Romney una vez de regreso en EE UU.

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