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Estupor en Argentina por la salida de presos para ir a mítines kirchneristas

Condenados por asesinato tienen un papel estelar en actos políticos

Rubén Pintos, a la izquierda de la imagen tocando el bombo, en un evento de la agrupación kirchnerista Vatayón Militante.
Rubén Pintos, a la izquierda de la imagen tocando el bombo, en un evento de la agrupación kirchnerista Vatayón Militante.

Las imágenes de un batería de rock que acaba de ser condenado por quemar viva a su esposa tocando en un concierto fuera de la cárcel en un escenario decorado con el rostro de Néstor Kirchner ha desatado un fuerte debate entre la viuda del expresidente argentino y sucesora, Cristina Fernández, y la oposición. El batería Eduardo Vásquez, un miembro de la barra brava del River Plate sentenciado por homicidio, y otros presos, han salido varias veces de las cárceles donde cumplen su condena para participar de actividades culturales de un colectivo de convictos kirchneristas llamado Vatayón Militante.

El periódico más vendido de Argentina, Clarín, que mantiene una férrea pelea con el Gobierno de Fernández, denunció el pasado domingo que los presos salían para participar de actos políticos del kirchnerismo. Diputados de la oposición también han puesto en duda que se tratara de acciones culturales y cuestionan que personas recién condenadas gocen de salidas transitorias del presidio.

En noviembre pasado nació Vatayón Militante. Tras conocerse la investigación de Clarín, la presidenta de Argentina dijo en un acto público el pasado lunes que se trata de una de las 20 ONG que junto con sindicatos e iglesias trabajan en la “reinserción social del preso”.

Según el Gobierno, son actuaciones “culturales” para resocializar a los reos

Clarín publicó el domingo fotos y vídeos de dos actividades de Vatayón Militante en las que participaron Vásquez y otros presos. Vásquez, batería de la banda Callejeros, la misma que protagonizó el concierto en el que murieron 194 personas en el incendio de la discoteca Cromañón en 2004, está detenido desde 2010 por el presunto asesinato de su esposa, Wanda Taddei. En noviembre de 2011, cuando aún se hallaba en prisión preventiva, apareció fotografiado tocando en la sede donde se reúne Vatayón Militante, en el barrio porteño de Chacarita, bastante alejado de la penitenciaría de Ezeiza (35 kilómetros al suroeste de Buenos Aires).

“Esos tambores son de Perón”, cantaba el público en el vídeo que difundió el periódico. El padre de Wanda, Jorge Taddei, se declara a favor de la “readaptación” social de los presos, pero critica que su exyerno haya salido de la cárcel incluso antes de ser condenado. Clarín también difundió imágenes de Vásquez en otro concierto en el Museo Penitenciario, en el barrio de San Telmo, el 24 de junio pasado, 10 días después de su condena.

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El ministro de Justicia Julio Alak reaccionó ante el artículo de Clarín diciendo que el Servicio Penitenciario Federal, que depende de él, organiza actos “culturales” para la “resocialización” de los presidiarios. Alak aseguró que todas las salidas transitorias para participar de estas actuaciones cuentan con la autorización de jueces. Los magistrados pueden aceptar o denegar que un preso salga por unas horas. Se basan en los informes de buena conducta que redacta el propio Servicio Penitenciario. Tanto Clarín como el periódico Página/12 han denunciado que agentes penitenciarios suelen ajustar esos informes a cambio de dádivas.

“Las salidas del asesino de mi hijo me generan un dolor terrible”

Los tres jueces que autorizaron las salidas de Vásquez reconocieron el martes que habían permitido que el batería saliera cinco veces de la cárcel, pero insistieron en que se trataba de encuentros culturales y en la “conducta ejemplar” del convicto en el presidio.

La polémica se recrudeció ayer cuando uno de los magistrados de la Corte Suprema de Argentina, Eugenio Zaffaroni, conocido por sus ideas progresistas y su amistad con altos funcionarios del Gobierno de Fernández, declaró a Radio Continental que las salidas transitorias “comienzan a funcionar después de la mitad del cumplimiento de la pena”. No es el caso de Vásquez, que en junio fue condenado a 18 años de prisión por matar a su esposa. Tampoco es el de Rubén Pintos, que en noviembre pasado fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de otro miembro de la barra brava del River. Clarín reveló fotos de Pintos en el concierto del 24 de junio en el Museo Penitenciario. “Las salidas del asesino de mi hijo me generan un dolor terrible”, declaró el padre de la víctima de Pintos, Alberto Acro.

“Se lo está tratando de resocializar”, justificó la presidenta argentina en referencia a Vásquez. Cuatro diputados de la oposición de derechas visitaron la prisión donde se aloja para conocer cómo actúa Vatayón Militante. Fueron recibidos por el ministro de Justicia. Según el diputado progresista Claudio Lozano, “hay que resocializar, pero esta política está bastardeada para usufructuarla políticamente y además con gente que acaba de ser condenada por quemar a su mujer”.

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