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El responsable del tiroteo de Tucson se declara culpable

Jared Loughner será sentenciado a cadena perpetua, y no a pena de muerte, por asesinar a seis personas y herir a otras 13, incluida la congresista Gabrielle Giffords

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS
Eva Saiz

Jared Loughner, el joven de 23 años acusado de matar a seis personas y herir a otras 13, entre ellas la congresista demócrata Gabrielle Giffords, en un tiroteo que perpetró en Tucson (Arizona) el 8 de enero de 2011, ha cambiado este martes su confesión inicial y se ha declarado culpable de la matanza. La nueva asunción de responsabilidad implica que Loughner será sentenciado a cadena perpetua en lugar de a pena de muerte, como en un principio había solicitado la fiscalía, evitando la celebración de un juicio.

Durante la vista que ha tenido lugar este martes por la mañana, el juez federal ha dictaminado que Laughner está mentalmente capacitado para comprender la gravedad de los cargos que se le habían imputado, tras varios meses sometido a un tratamiento psiquiátrico para tratarlo de su esquizofrenia, una condición necesaria para que pudiera declararse culpable. La doctora que lo ha tratado, Christina Pietz, ha testificado durante una hora sobre de la evolución psiquiátrica de su paciente y su capacidad de discernimiento. Loughner ha escuchado su declaración con aparente calma, según AP.

Las víctimas, entre ellas la congresista Giffords, se han mostrado conformes con el acuerdo al que han llegado la fiscalía y la defensa de Loughner. Mark Kelly, el marido de Giffords -el objetivo principal del tirador y que resultó herida de gravedad en la cabeza-, emitió un comunicado la mañana del martes en el que afirma que ha estado en contacto con la acusación y que estaba al tanto del posible acuerdo con la defensa de Loughner. "No hablamos por todas las víctimas, pero Gabby y yo estamos de acuerdo con el acuerdo para que se declare culpable. Evitar un juicio nos permitiría a nosotros -y ojalá que a toda la comunicad del sur de Arizona- continuar con nuestras vidas", señala Kelly. En enero de 2012, Giffords abandonó su escaño en la Cámara de Representantes para centrarse en su recuperación.

En mayo de 2011, el juez federal encargado del caso se vio obligado a expulsar de la sala a Loughner, cuando este interrumpió la sesión profiriendo gritos e incoherencias, y lo declaró incompetente para asumir su propia responsabilidad penal en un proceso judicial. El magistrado decidió ingresarlo en una prisión psiquiátrica de Missouri para ser tratado de la psicosis y la esquizofrenia que padecía, según declararon varios expertos durante el juicio, a la espera de una evaluación que determinara su capacidad mental para ser juzgado. Desde entonces, el asesino ha estado sometido a una medicación para tratar sus alteraciones psiquiátricas.

La vista de este martes ha sido la cuarta, desde la detención de Loughner -inmediatamente después de haber perpetrado el tiroteo-, en la que se evalúa su capacidad mental. Inicialmente, estaba previsto que ésta tuviera lugar en junio, pero un informe psiquiátrico dictaminó que el tratamiento estaba logrando efectos positivos y se decidió aplazarla.

Varias de las víctimas del tiroteo han acudido a la vista. Los supervivientes han sido invitados a declarar sobre la matanza en otro acto procesal para el que todavía no se ha fijado la fecha.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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