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Obama inaugura el monumento nacional al líder mexicano César Chávez

Dos de cada tres trabajadores del campo en EE UU son de origen mexicano

El presidente depositó flores en la tumba de César Chávez acompañado de su viuda, Helen.
El presidente depositó flores en la tumba de César Chávez acompañado de su viuda, Helen.Carolyn Kaster (AP)

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inauguró este lunes en California el monumento histórico a César Chávez, líder del movimiento por los derechos de los trabajadores agrícolas. Se trata de la primer americano de origen mexicano que recibe tal reconocimiento, reservado hasta ahora a figuras como Martin Luther King o Abraham Lincoln.

El homenaje, celebrado este lunes en la que fuera residencia de Chávez desde los años 70 hasta que falleció en 1993, coincide con el 50 aniversario de la fundación del Sindicato de Trabajadores Agrícolas y es también un mensaje del presidente hacia los hispanos, ya que dos de cada tres trabajadores del campo en EE UU son de origen mexicano. A pesar de que las encuestas demuestran que Obama podría obtener el voto del 70 por ciento de los latinos, su nivel de participación es mucho más bajo que el de otros grupos del electorado y supone un importante reto para su candidatura.

“Las generaciones futuras vendrán a este lugar a contemplar una etapa esencial de nuestra historia. El monumento a César Chávez se une hoy a los enclaves históricos que cuentan quiénes somos y las batallas que hemos librado hasta aquí”, declaró Obama.

El presidente inició su discurso con el “Sí se puede” que entonó Chávez durante su lucha y que él convirtió en “Yes, we can”, el lema de su campaña electoral en 2008. “César sería el primero en reconocer que este no es un monumento a una sola persona sino a todos los que participaron en su movimiento. Se alimentó de americanos de todas las razas y orígenes, y siempre le inspiraron los propios agricultores”.

César sería el primero en reconocer que este no es un monumento a una sola persona sino a todos los que participaron en su movimiento"

Chávez lideró uno de los mayores boicots agrícolas en EE UU y diversas huelgas con el objetivo de denunciar la difícil situación en la que vivían y trabajaban los agricultores. “Se preocupaba por los demás y a su manera pacífica consiguió que otros se preocuparan también”, dijo Obama.

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El activista de origen mexicano fue clave para lograr protecciones básicas para trabajadores de todo el país, desde acceso a pólizas médicas hasta el establecimiento de un salario mínimo o garantizar que contaban con agua potable en los campos. Cincuenta años desde la fundación del sindicato, Chávez es recordado como el líder de origen mexicano que inspiró a millones de hispanos a participar políticamente en la sociedad y luchar por mejores oportunidades educativas.

“El mismo César trabajó durante veinte años como organizador y activista sin celebrar una simple victoria”, reconoció Obama. “Pero siempre se negó a abandonar. Su mayor regalo fue ése, recordarnos que todos somos hijos de Dios, y su visión: quizás comenzamos como trabajadores del campo, pero puede que un día seamos empresarios”.

El presidente ofreció su discurso desde las instalaciones de La Paz, donde se alberga la tumba del activista, que formará parte del monumento, y la sede del Sindicato de Trabajadores Agrícolas. Su designación como Monumento Histórico Nacional fue anunciada hace un año por el Secretario de Interior, Ken Salazar, y constituye el cuarto emplazamiento similar inaugurado por el presidente. Obama recordó la influencia y las aportaciones de otros líderes latinos, algunos de ellos presentes en la ceremonia, y, dirigiéndose a ellos, afirmó: “esta también es vuestra casa”.

La herencia de Chávez todavía tiene relevancia para las vidas de las más de tres millones de personas que trabajan en la agricultura en EE UU. Entre ellos, el 72% ha nacido en el extranjero y el 68% en México, según datos del Centro Nacional de Empleados Agrícolas. Una tercera parte, además, ha vivido en el país durante más de dos décadas y, a pesar de los avances, su empleo es todavía el segundo peor pagado, sólo por detrás del trabajo doméstico.

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