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El ataque de Bengasi ensombrece la campaña de Obama

La Casa Blanca ha salido hoy al paso de las críticas de que la Administración no hizo lo suficiente para defender el consulado en Bengasi

Yolanda Monge
Obama en San Francisco.
Obama en San Francisco. BRENDAN SMIALOWSKI (AFP)

La Casa Blanca ha salido hoy al paso de las críticas de que la Administración no hizo lo suficiente para defender el consulado de EEUU en Bengasi, asaltado por islamistas extremistas el pasado 11 de septiembre y que causaron la muerte del embajador y otros tres ciudadanos estadounidenses. “El presidente está centrado en averiguar qué pasó exactamente”, ha declarado esta mañana el portavoz de Barack Obama, Jay Carney. Según el portavoz, los intentos de los republicanos –empezando por Mitt Romney- para politizar el ataque e intentar sacar puntos de un ataque terrorista que ha costado la vida a cuatro norteamericanos son “desafortunados”.

Esta mañana se abrían en el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes las audiencias para analizar la situación de seguridad previa a los ataques de Bengasi. Según el testimonio de un antiguo jefe de un equipo de seguridad norteamericano en Libia, se retiró protección antes del fatal ataque a la legación y los funcionarios estadounidenses estaban desprotegidos. “La seguridad en Bengasi fue un problema y siguió siéndolo durante mi tiempo ahí”, ha dicho el teniente coronel Andrew Wood al Comité en un testimonio escrito.

Wood ejerció como comandante del Equipo de Seguridad sobre el terreno (SST, siglas en inglés) en Libia entre el 12 de febrero y el 14 de agosto, casi hasta un mes antes del asalto a la sede diplomática de EEUU.

La semana pasada, dos congresistas republicanos, Darrell Issa –presidente del Comité que investiga lo sucedido en Bengasi- y Jason Chaffetz, escribían una carta a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, en la que le exigían dar a conocer si con anterioridad al ataque existieron peticiones de aumento de la seguridad y fueron obviadas. Clinton respondió que su departamento estaba trabajando en que algo semejante no volviera a suceder.

“La situación seguía siendo incierta cuando yo me fui e informaciones libias indicaban que estaba empeorando”, ha escrito Wood. “La seguridad diplomática siguió siendo muy débil”, ha finalizado.

Las acusaciones de los republicanos de que EEUU no estaba preparado para el ataque que sufrió en Libia el 11-S tienen a la Administración demócrata a la defensiva a menos de un mes para las elecciones presidenciales del 6 de noviembre.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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