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Álvaro Nadal, el tercer ministro económico de Rajoy

Este economista madrileño de 42 años es la persona que explica la economía al presidente Es el filtro de las llamadas de empresarios que quieren presionar

Carlos E. Cué
Álvaro Nadal, primero por la izquierda, atiende a Mariano Rajoy, sentado junto al primer ministro italiano, Mario Monti.
Álvaro Nadal, primero por la izquierda, atiende a Mariano Rajoy, sentado junto al primer ministro italiano, Mario Monti.REUTERS

No da ruedas de prensa, apenas es conocido públicamente, pero en los ambientes del poder político y económico español lo llaman “el tercer ministro económico”. Álvaro Nadal Belda, jefe de la oficina económica del presidente del Gobierno, es el sherpa de Mariano Rajoy tanto en las cumbres europeas como en el G-20. Pero es mucho más que eso. Es el contacto directo del presidente con el mundo económico. Este economista madrileño de 42 años es la persona que explica la economía al presidente, que le prepara los discursos, y el filtro de las llamadas de empresarios que quieren presionar, por ejemplo, para que España pida ya el rescate. Rajoy es un político puro sin trayectoria en economía, y se fía mucho del criterio de Nadal. Así que en un Gobierno sin vicepresidente económico, donde el poder se reparte entre Luis de Guindos (Economía) y Cristóbal Montoro (Hacienda), Nadal es una especie de tercer ministro, que orienta las decisiones de Rajoy.

Nadal es un brillante funcionario, técnico comercial y economista del Estado, que optó enseguida por la política y trabajó desde muy joven en el equipo asesor de Rodrigo Rato. Tras un paso por la embajada de España en Israel, siguió su carrera política como parlamentario muy preparado y poco a poco se convirtió en el principal asesor económico de Rajoy en la oposición. Es uno de los destacados sorayos, las personas de confianza de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que dirigían la línea de oposición de Rajoy después de que éste rompiera con el aznarismo en 2008.

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Durante varios años, mientras era diputado, Nadal vivió a caballo entre Madrid y Berlín, donde vivía su esposa, ahora directora general del libro. Su dominio del alemán y sus contactos en el entorno de Angela Merkel también le han otorgado más influencia en Rajoy y han hecho que muchos le vean como el miembro más germanófilo del Gobierno. “El español más alemán”, lo llamó el FT Deutschland.

En el PP se le tiene un gran respeto por su cualificación técnica —se doctoró en Harvard—. “Tiene unos conocimientos de la historia económica impresionantes y siempre tiene preparada la respuesta precisa, clara y fácil de entender para Rajoy, eso le gusta mucho al presidente”, señala un dirigente. Aunque muchos critican su escaso peso político para el papel clave que ocupa. Es el perfil que más le gusta a Rajoy: mucha cualificación y preparación técnica, escasa trayectoria de alto nivel político.

En el mundo empresarial las críticas a Nadal son constantes, muchos insisten en que Rajoy no recibe a casi nadie y manda a todos a hablar con él, de trato difícil. El presidente por el contrario valora de él que no está vinculado a ningún lobby económico. Su hermano gemelo, Alberto, también muy influyente y de alta cualificación técnica, es un alto cargo de la patronal española CEOE.

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En el Gobierno y el PP se considera a Nadal responsable de la estrategia de Rajoy en Europa. Pero no precisamente a favor de las tesis alemanas. Se le ve como responsable de diversos órdagos lanzados a Alemania, del distanciamiento de Rajoy de Merkel, y de las constantes expresiones altaneras del presidente exigiendo una solución a la crisis del euro. Nadal, según diversas fuentes del Ejecutivo, está convencido de que la mejor manera de tratar a los alemanes es llevarles al límite, que se den cuenta de que no pueden dejar caer a España, para que reduzcan su presión sobre Rajoy. “Es un hombre de órdagos, no es un político, es un hombre de firmes convicciones liberales que está dispuesto a llevar hasta el límite sus planteamientos teóricos”, señalan en el PP.

Rajoy, un hombre desconfiado que ha colocado a su alrededor en La Moncloa al mismo equipo que le acompañó en la oposición y ha llevado al Gobierno a varios amigos personales, se fía absolutamente de él. Para saber qué va a pasar con el rescate y con casi cualquier decisión clave, hay que hablar con Nadal. Pero él ha optado ahora por un encierro casi absoluto, del que solo sale para acompañar al presidente en las reuniones clave: cuando Rajoy se ve con Merkel, con Hollande o con Obama, ahí está Nadal, siempre muy cerca.

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