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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Obama vuelve a ser Obama

Obama apareció seguro y presidencial, especialmente en su intervención sobre Libia

Antonio Caño
El presidente Obama se dirige a la audiencia mientras responde a una de las preguntas.
El presidente Obama se dirige a la audiencia mientras responde a una de las preguntas.MARIO TAMA (AFP)

Barack Obama ganó el debate de esta noche y, probablemente, consiguió reequilibrar una carrera que en los últimos días se había decantado a favor de Mitt Romney.

El presidente ofreció una imagen completamente diferente a la del anterior debate en Denver, en el que sufrió una clara derrota. Mucho más agresivo, inspirado y concentrado, Obama defendió con convicción su gestión y una visión para un segundo mandato. Estuvo muy por encima de su contrincante en algunos duelos importantes, como el de la supuesta responsabilidad del Gobierno en el ataque en el que murió el embajador norteamericano en Libia, y sacó a relucir, sin desproporcionada vehemencia, los peores traspiés cometidos por Romney durante la campaña, como el del video del 47%.

Obama acusó al candidato republicano de proponer una política fiscal que favorece a los ricos y, sin excederse en el tono, lo definió como un elitista alejado de las preocupaciones de la clase media. “Mi plan de pensiones es inferior al suyo”, le contestó en un momento del debate.

El presidente obtuvo mejor nota también en el tiempo dedicado al tema de la inmigración, que por primera vez aparece en un debate de esta campaña. En todo momento, Obama apareció seguro y presidencial, especialmente en su intervención sobre Libia.

Romney mantuvo, no obstante, un buen tono durante toda la noche, excepto en el intercambio sobre Libia. Salió relativamente bien de una pregunta difícil sobre sus diferencias con George W. Bush, y consiguió presentar sus propuestas de futuro, sin detalles, pero de forma más que correcta. No sufrió, ni mucho menos, una paliza semejante a la de Obama en Denver.

Por esa razón, es probable que este debate no tenga tanto impacto en las encuestas como aquel. Obama ha enderezado el rumbo y ha demostrado algunas cualidades por las que merece la reelección. Pero todo indica que la campaña seguirá igualada hasta el mismo 6 de noviembre.

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