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Obama, esta vez, convence a las mujeres demócratas

Pese a que apenas se abordaron asuntos relacionados con las política sociales, la solidez del presidente le basta al Club Nacional de Mujeres Demócratas

Eva Saiz
Una mujer ve el final del debate en uno de los salones del Club Nacional de Mujeres Demócratas en Washington.
Una mujer ve el final del debate en uno de los salones del Club Nacional de Mujeres Demócratas en Washington.E.S.E.

En la sede del Club Nacional de Mujeres Demócratas (WNDC, en sus siglas en inglés), una mansión de ladrillo rojizo del siglo XIX en el corazón histórico de Washington DC, lo que menos importaba a sus miembros minutos antes del comienzo del segundo debate presidencial era que las últimas encuestas dictaminaran que Barack Obama había perdido el favor del electorado femenino en los últimos días. Lo esencial para ellos era que el presidente remontara su pobre actuación de hace dos semanas en Denver para llegar a la recta final de la campaña con las posibilidades de repetir mandato intactas. El mandatario no les defraudó.

Obama ha dejado patente el abismo que separa a ambos candidatos en este asunto. Romney ha estado muy tibio en su defensa de la igualdad salarial y se ha retratado"

“Obama ha aprendido, esta noche ha estado excepcional explicando al público la realidad de lo que se encontrará si Mitt Romney llega a la Casa Blanca”, comentó Susana Baranano, una de las vicepresidentas del WNDC, al poco de terminar el segundo enfrentamiento entre los candidatos. Una opinión generalizada entre el poco más del medio centenar de personas congregadas en un austero salón de columnas blancas y paredes vacías de la que estuvieron convencidos desde los primeros intercambios verbales entre Obama y el candidato republicano.

El WNDC es una organización demócrata muy activa en Washington centrada fundamentalmente, pero no solo, en asuntos relacionados con los derechos de la mujer. Muchas de las que acudieron a ver el debate, la mayoría trabajadoras de clase media de distintos orígenes raciales –también había hombres, aunque bastante menos-, esperaban que, a diferencia del primer cara a cara en Denver, en el de Nueva York sí se abordaran cuestiones relacionadas con las políticas sociales. “El formato se presta a ello y en caso de que no haya preguntas, seguro que Obama introduce el tema”, comentó la presidenta de la organización, Nuchhi Currier.

Finalmente, sólo hubo una interpelación directa referente a la igualdad salarial y, como apuntó Currier, el presidente aprovechó la ocasión para defender la necesidad de ofrecer cobertura gratuíta de los métodos anticonceptivos y la tarea que se realiza en las clínicas de la organización Planned Parenthood –en el punto de mira de muchos Gobiernos estatales republicanos que han aprobado leyes para recortarles los fondos por practicar abortos- no como una “cuestión sanitaria, sino como una cuestión económica para las mujeres".

Muchas de las asistentes esperaban que, a diferencia del primer debate de Denver, en este sí se abordaran asuntos relacionados con las políticas sociales
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A las asistentes al debate estas escasas referencias a los asuntos relacionados con las mujeres les parecieron más que suficiente -fue el momento que más tuits mereció de todo el debate, según la cadena CNN-. “Obama ha dejado patente el abismo que separa a ambos candidatos en este asunto. Romney ha estado muy tibio en su defensa de la igualdad salarial y se ha retratado. Aún no sabemos si apoyará la ley de equiparación de sueldos que aprobó el presidente”, indicó Anna Fierst, otra de las vicepresidentas del WNDC en alusión a la ley Lilly Ledbetter a la que hizo alusión Obama en el debate, la primera que aprobó como presidente y que lleva el nombre de la mujer a la que el Tribunal Supremo denegó su reclamación de percibir la misma retribución que recibía un hombre por hacer su mismo trabajo.

En el salón del WNDC no se hicieron necesarias más alusiones a los derechos de las mujeres. Los presentes estaban de acuerdo en que “cuando las mujeres votan a los demócratas, los demócratas ganan” y las últimas encuestas sobre la intención de voto de ese grupo no parecen alarmarles. “Los sondeos se han hecho entre electoras indecisas. Nuestra experiencia haciendo llamadas telefónicas nos demuestra que por cada 30 que realizamos, solo una corresponde a una mujer que no tiene decantado su voto”, explica Currier.

Durante los más de noventa minutos que duró el debate las referencias a los derechos de las mujeres no fueron los momentos más jaleados. La creación de empleo, los planes impositivos, los intercambios sobre política exterior a cuenta de la actuación en Libia y, sobre todo, las intervenciones del presidente corrigiendo o poniendo en evidencia a Romney fueron las más aplaudidas. “Obama ha vuelto, se nota que se lo está pasando bien”, eran las frases que más resonaron en el frío salón del WNDC.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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