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El huracán arrasa la zona del Caribe

Haití y Cuba suman más de 60 muertos y sufren la destrucción de muchas infraestructuras tras el paso de Sandy Los daños se extienden a Jamaica

La costa de Kingston, la capital de Jamaica, en pleno impacto del huracán.
La costa de Kingston, la capital de Jamaica, en pleno impacto del huracán.Collin Reid (AP)

El huracán Sandy ha dejado una siniestra estela a su paso por la región del Caribe. Cerca de 70 muertos, incontables desaparecidos y heridos y serios daños en las infraestructuras de transportes y de comunicaciones dibujan el desolador panorama del paso del huracán durante el pasado fin de semana por Haití, Cuba, Repúblicana Dominicana, Jamaica y Bahamas. Los efectos del ciclón se han visto agravados, una vez más, por la vulnerabilidad de unos países pobres y sin mecanismos de defensa suficientes frente a las catástrofes naturales.

En Haití, el país más pobre de América, el número de víctimas mortales se eleva provisionalmente a 51, especialmente en las regiones del Sur y del Oeste, donde se encuentra la capital del país, Puerto Príncipe. La mayoría de los fallecidos pereció ahogada por ríos y arroyos desbodados. Más de 17.000 personas permanecían refugiadas en albergues y campamentos. Protección Civil informó el pasado domingo de que “el nivel de los ríos comienza a bajar progresivamente y se acercan a su nivel normal”.

El embajador de España en Haití, Manuel Hernández, manifestó a este diario en conversación telefónica que “Sandy ha causado mucho daño en el país”. “Hay que tener en cuenta”, señaló el diplomático, “que Haití se halla entre los países más precarios y vulnerables del mundo y en proceso de reconstrucción tras el terremoto de enero de 2010. Por ello, cualquier soplido de un huracán provoca pérdida de vidas huamanas y graves perjuicios en las infraestructuras. Carreteras y puentes han quedado destruidos. Incluso construcciones de hormigón han sido arrasadas por el temporal, como pude comprobar el domingo en un viaje de regreso desde República Dominicana”.

En Cuba, los detalles del desastre dejado por el huracán Sandy en el Oriente de la isla van saliendo poco a poco a la luz. En un principio se supo de los destrozos provocados por los fuertes vientos en la infraestructura de las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma y Holguín, pero la dimensión de la catástrofe solo ha quedado clara con el paso de las horas. Según cifras preliminares fallecieron 11 personas a consecuencia de esta catástrofe y la cifra de heridos no se ha hecho pública todavía.

Más de 130.000 viviendas resultaron afectadas, de ellas más de 15.000 con derrumbes totales. El suministro eléctrico sigue cortado en varios puntos de la región oriental, incluida la propia ciudad de Santiago de Cuba, la segunda más importante del país. La telefonía fija también sufrió dañoss severos y cientos de miles de personas se encuentran con dificultades para acceder al agua potable y al suministro de alimentos.

La situación es tensa y ha obligado al presidente de Cuba, Raúl Castro, a viajar a las zonas afectadas. Los temores se orientan ahora a un posible brote de enfermedades diarreicas agudas, específicamente de cólera, que en meses pasados ya había afectado a la región. Sandy provocó también fuertes lluvias e inundaciones en el centro del país, lo que ha obligado al Gobierno a dividir los esfuerzos y los recursos de la recuperación.

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El oriente de Cuba es una zona de desastre y pocos se atreven a calcular siquiera cuánto tiempo demorará que vuelvan a funcionar los servicios básicos.

El huracán ha afectado también, aunque en menor medida, a las islas de Jamaica y Bahamas. En la primera de ellas hubo un anciano muerto y graves daños en granjas y viviendas de las zonas rurales. En la segunda isla, dos personas resultaron muertas a consecuencia del temporal.

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