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MANUEL CARVALHO DA SILVA Histórico líder sindical portugués

“Este Gobierno parece que solo representa a los acreedores”

Un año después de abandonar la secretaría general de la CGT portuguesa, el histórico líder está visto como futuro candidato de la izquierda a la presidencia

Antonio Jiménez Barca
Manuel Carvalho.
Manuel Carvalho.EFE

Manuel Carvalho da Silva dirigió durante 25 años uno de los principales sindicatos, la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP). Antes fue operario de electromecánica. Mientras dirigía el sindicato se convirtió en doctor en Sociología. Ahora, tras dejar la secretaría general hace un año, este hombre de 64 años ejerce de una suerte de conciencia crítica de Portugal. Hay quien le ve como el futuro candidato de la izquierda a Presidente de la República.

Pregunta. A usted no le importa compararse con Grecia…

Respuesta. A los griegos y a los portugueses nos aplican la misma política. A nosotros nos consideran los alumnos buenos de Europa y a los griegos los malos, pero nos tratan igual. Esta dicotomía del buen y el mal alumno sólo sirve para servir a los que mandan de verdad, la señora Merkel y compañía, en nombre del gran poder financiero. Si Grecia sale del euro, a Portugal no le va a valer de nada haber sido el buen alumno.

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P. ¿Por qué piensa que esa receta de austeridad no funciona?

R. Lo ha reconocido ya hasta el FMI. Esta política es irracional, no tiene fundamento científico, ni social, ni económico. El hecho de dividir Europa entre deudores y acreedores, como si los del Norte fueran el grupo de los trabajadores serios y los del Sur unos vagos sinvergüenzas es una aberración. Y siempre que la sociedad europea entra en esta dualidad de buenos y malos, acaba mal.

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P. ¿Hay que renegociar la deuda?

R. Es indispensable.

P. Passos Coelho [primer ministro portugués] replica que Portugal tiene que cumplir sus compromisos. Y que la alternativa es salir del euro

R. Eso es mentira. Este Gobierno practica el chantaje político permanente. Parece representar a los acreedores y no a los deudores. Está empobreciendo lentamente al pueblo, sin explicarle cuál es el destino final de esto.

P. ¿Y cuál es?

R. El empobrecimiento y el retroceso social. Y ya está en marcha. Nos amedrentan con lo de que no hay alternativa. Y eso es negar la esencia misma de la democracia y de la política, porque esta consiste en la búsqueda constante de salidas.

P. Pues el presupuesto del año que viene es aún más ajustado que en 2012…

R. Es un presupuesto que, sencillamente, mata el futuro. Y si esto dura dos o tres años así, es la propia democracia la que va a correr riesgos. Porque al final van a comenzar las revueltas de los desesperados, que serán violentas. Todo esto puede dar paso en cualquier momento a la aventura totalitaria de un populista o a un golpe. Y estas cosas no se anuncian, como ya sabemos. El fascismo en Portugal no entró como en España con una guerra civil. Se introdujo suavemente.

P. ¿Cómo viven los portugueses esta crisis?

R. A la gente la empujan irse, a emigrar, a resignarse a que van a vivir peor que sus padres. En una palabra, a desistir del país y de su propia vida.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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