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Los africanos se aprestan a liberar Malí de manos terroristas

La cumbre de los países de África Occidental aprobó la creación de una fuerza de al menos 3.300 hombres para expulsar de las provincias septentrionales malienses a los terroristas que las controlan

Los Estados de África Occidental han hecho los deberes que les puso el Consejo de Seguridad de la ONU a mediados de octubre. Los líderes de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) aprobaron, el fin de semana en Abuya (Nigeria), la constitución de un contingente de al menos 3.300 hombres para liberar el norte de Malí del yugo islamista al que está sometido desde hace ocho meses.

Pese a ser importante, su decisión suscita reservas y escepticismo por parte de expertos. “Es una construcción política que salva las susceptibilidades de los africanos, pero que puede carecer de la eficacia operacional requerida”, escribe en su blog el general francés retirado Jean-Bernard Pinatel.

Tres grupos armados, la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI); su filial, el Movimiento para la Unicidad del Yihad en África Occidental (MUYAO); y los tuaregs radicales de Ansar Dine, se adueñaron a finales de marzo de la franja septentrional de Malí (830.000 kilómetros cuadrados).

Tras varios titubeos el nuevo Gobierno de Malí pidió la intervención militar para recuperar su integridad territorial y el Consejo de Seguridad dio a los africanos hasta finales de este mes para que le sometiesen un plan de reconquista del norte.

La cumbre de Abuya aprobó la creación del contingente, durante un año, al que aportarán hombres Nigeria, Níger, Senegal, Burkina Faso, Togo, Ghana etcétera. Pero la Cedeao quiere que otros países que no pertenecen a esta comunidad —Chad, Mauritania y África del Sur etcétera— también contribuyan para llegar a un total de 5.500 soldados.

Enfrente tendrán a varios miles de yihadistas, algunos de los cuales se incorporaron recientemente a los movimientos terroristas, pero solo unos 2.500 poseen experiencia de combate, según el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian.

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Los líderes africanos dejaron además claro que no serían los desacreditados militares malienses los que mandarían el contingente internacional. La decisión no gustará al Gobierno de Malí, pero su Ejército entregó el norte del país sin pelear y está hecho trizas.

La rama más moderada de los tuaregs, el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad, que fue expulsado del norte de Malí en julio, se ha ofrecido a colaborar con la intervención “y puede ser útil porque conoce a fondo el terreno”, explica Moussa Ag Assarid, uno de sus jefes.

Para preparar y llevar a cabo su ofensiva los Ejércitos africanos contarán con el apoyo de la Unión Europea. Los ministros de Exteriores y Defensa de Francia, España, Alemania, Italia y Polonia se reunirán el jueves en París para poner a punto la propuesta que elevarán a los Veintisiete. El grueso del esfuerzo europeo recaerá sobre París, pero la financiación debería ser costeada el conjunto de la UE.

“A los instructores militares que se enviarán a Malí para formar a su Ejército habrá que añadir una ayuda en inteligencia que los africanos no pueden desarrollar por sí solos porque carecen de medios”, explica al teléfono Jean-Charles Brisard que fue el investigador principal contratado por las víctimas del 11-S en EE UU.

“No se transforma a un ejército derrotado y con malos oficiales en un ejército vencedor con solo formándole y suministrándole material”, advierte el general Jean-Bernard Pinatel.

Si los plazos se cumplen la reconquista del norte debería de empezar “cuando se acerque la primavera”, prosigue Brisard. Debe de ser “rápida y masiva para evitar el riesgo de que el contingente africano se estanque”, añade. Hay que evitar que los yihadistas se retiren de las ciudades, pero se escapen por el desierto.

Por de pronto los grupos terroristas ya han abandonado los edificios públicos de las ciudades que controlan, sobre todo Gao y Tombuctú, para desperdigarse e instalarse en lugares menos vistosos, según fuentes locales.

No está claro hasta donde llegará el apoyo aéreo europeo al contingente de la Cedeao. Los drones (aviones teledirigidos) de EE UU y, dentro de poco, franceses, sobrevuelan ya el norte de Malí para seguir la pista de los terroristas. ¿Dispararán en marzo los drones contra los jefes yihadistas o atacarán los cazabombaderos fanceses Rafale las columnas de combatientes que huyan, por ejemplo, de Tombuctú para refugiarse en las montañas septentrionales de Tegharghar? Aun no se sabe.

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