Retratos del fotógrafo Mike Segar a habitantes de Staten Island
Ronny Kmiotek , policía retirado de la ciudad de Nueva York, posa en el interior de su Chevrolet Impala de 1965, recuperado tras ser arrastrado por el agua durante el huracán Sandy. "La tormenta o después de la tormenta, ha hecho que todos estemos juntos aquí y yo estoy muy agradecido por toda la ayuda que estamos recibiendo de la gente", dice Kmiotek.MIKE SEGAR (REUTERS)Jaswinder Kaur posa con sus hijos Taranjot, 9 años, y Harshjot, de 5 años, en su tienda de ultramarinos en New Dorp, Staten Island. Jaswinder, madre soltera, se enfrenta a un futuro incierto ya que la tienda que alquila amenaza derribo.MIKE SEGAR (REUTERS)Joseph Ciavardone, de 51 años, posa en una cama que le han suministrado tras perder todos sus muebles. La casa de Ciavardone es una de los miles de hogares destruidos por el huracán Sandy. Ciavardone asegura que volverá a poner en pie su casa y seguirá viviendo en New Dorp, el barrio desde su infancia.MIKE SEGAR (REUTERS)Alice Lauro y su hija Margaret posan con una estatua de la virgen María, uno de los pocos enseres que pudieron llevarse de su casa de Staten Island. La familia tenía pensado cambiarse de barrio antes del huracán Sandy. "No vamos a ir a vivir a ningún otro sitio, porque la gente de Staten Island nos ha salvado".MIKE SEGAR (REUTERS)Susan Aman posa entre los restos de la casa de sus padres en Oakwood Beach, Staten Island. 23 personas fallecieron en esta localidad durante el huracán Sandy.MIKE SEGAR (REUTERS)Linda Restaino posa delante de su casa, con una pintada realizada por su hijo en la nueva tapia. Restiano, que ha vivido en New Dorp durante 35 años, espera poder dejar Staten Island.MIKE SEGAR (REUTERS)Sheila y Dominic Traina posan entre los restos de su casa en la que han vivido desde hace 43 años.MIKE SEGAR (REUTERS)Patrick Zoda, exbombero de la ciudad de Nueva York, posa en una de las ventanas de su casa de Midland Beach, en Staten Island. Zoda pudo escapar en los últimos momentos de la crecida del agua, y ahora piensa reconstruir su casa. "Es como en el 11S...nos apoyamos unos a otros y esta es mi casa, no me voy a ningún sitio".MIKE SEGAR (REUTERS)El reverendo Alex K Joy, pastor y presidente de la iglesia ortodoxa de New Dorp Beach, posa en el interior del templo. El sacerdote busca ahora conseguir unos 100.000 euros para poder reparar y reabrir el edificio.MIKE SEGAR (REUTERS)Kim Joyce posa delante de los restos de su casa, destruida por el huracán Sandy en Crescent Beach. Joyce, que era propietaria de unos de los pocos bungalows en la zona, tuvo que nadar para ponerse a salvo dejando atrás a sus mascotas. Vuelve cada día con la esperanza de que alguno de sus 9 gatos regrese.MIKE SEGAR (REUTERS)Anthony Morotto posa frente a su casa alquilada en New Dorp Beach, en Staten Island. Morotto rescató a tres de sus vecinos de la fuerza del agua echándoles desde la planta segunda de su casa una cuerda a la que aferrarse mientras les arrastraba el agua.MIKE SEGAR (REUTERS)El pastor Joseph Paul Morrissey sostiene una Biblia de bolsillo mientras posa sobre los cimientos de la que era su casa en Oakwood, un barrio de Staten Island. Morrissey, propietario de una pequeña empresa de producciones, trabajó junto con otros miembros de su congregación, para dar refugio y ayuda en la iglesia a sus vecinos durante el huracán Sandy.MIKE SEGAR (REUTERS)Michael Arbinni, veterano de la II Guerra Mundial de 89 años, posa frente a su casa de Midland Beach, inundada durante el huracán Sandy.MIKE SEGAR (REUTERS)
