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India ejecuta al único terrorista superviviente de los atentados de Bombay

Ajmal Amir Kasab fue ahorcado de madrugada y en secreto en la cárcel de Pune, al oeste del país

Kasab, durante el atentado.
Kasab, durante el atentado.HANDOUT (REUTERS)

Ajmal Kasab, el único terrorista sobreviviente de los atentados de Bombay de noviembre de 2008 fue ejecutado en la madrugada de este miércoles. “Kasab fue colgado a las 7.30 a.m.”, anunció el ministro de Interior de India, Sushilkumar Shinde. El presidente Pranab Mukherjee había rechazado la petición de clemencia del acusado el 6 de noviembre y dos días después se decidió el día de la ejecución, explicó Shinde. Aunque fue una sorpresa para la mayoría de los indios, pues no se había informado de la fecha. Los analistas creen que el Gobierno trató de evitar presión internacional y de los defensores de los derechos humanos que se oponen a la pena de muerte.

“El castigo para Kasab es un verdadero tributo para las víctimas de los atentados de Bombay”, dijo Raosaheb Ramrao Patil, ministro de Interior de Maharastra, el Estado del que Bombay es capital. La ejecución llega una semana antes del cuarto aniversario de la masacre que conmovió al mundo. Murieron 166 personas en diferentes puntos emblemáticos de la capital financiera del país, entre ellos dos hoteles de lujo y la principal estación de trenes. El comando terrorista estaba formado por 10 paquistaníes, de los cuáles nueve fueron abatidos por las fuerzas de seguridad en los enfrentamientos que mantuvieron decenas de rehenes y duraron 60 horas.

India ha demostrado que su sistema judicial funciona: “Hasta un terrorista como Kasab puede tener un juicio imparcial”, dice a EL PAÍS el letrado M. S. Khan, que asesoró a la defensa. Asegura que todos los abogados hicieron todo lo que pudieron por él, pero sus crímenes estaban más que comprobados. Fue condenado a pena capital por un tribunal antiterrorista en mayo de 2010. La decisión fue ratificada en agosto de este año.

India acusa de los ataques al grupo paquistaní Lashkar e Toiba, que pide la independencia de Cachemira. Pakistán ha negado cualquier implicación con los atentados e incluso negó por un tiempo que Kasab fuera su ciudadano. Nueva Delhi comunicó a Islamabad ayer que Kasab sería colgado y pidió que lo hicieran saber a su familia. En la prisión Yerawada, en la ciudad de Pune, donde fue ejecutado, nadie había sido colgado en los últimos 14 años. Incluso el último verdugo lleva años retirado. En toda India la última ejecución por terrorismo fue en 1995. Poco después de saberse la noticia, se escucharon fuegos artificiales en Pune. En las redes sociales los indios mostraban alegría por la ejecución del terrorista. “Tarde, pero hemos obtenido justicia”, dijo la esposa de una víctima al diario Times of India.

“La mayoría de la gente estará contenta por la ejecución, que fue hecha de acuerdo a la ley. Pero yo no estoy a favor de la pena capital, ya que es violencia por parte de la ley”, asegura un reconocido abogado por los derechos humanos, Prashant Bhushan.

Al juzgar así un atentado tan significativo, India está dando una lección al mundo, dice Uday Bashkar, exdirector del prestigioso think-thank Instituto de Estudios de Defensa. “A diferencia de EE UU o Israel, India ha demostrado que está lista para luchar contra el terrorismo de una manera justa, procediendo conforme a la ley”, asegura.

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