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JUICIO AL SOLDADO MANNING

El soldado Manning se enfrenta a la fiscalía militar por primera vez

Fue detenido en Irak en 2010 por sustraer documentos secretos de las redes del Pentágono

El soldado Manning, al llegar al juzgado militar.
El soldado Manning, al llegar al juzgado militar. JIM WATSON (AFP)

No parecen haberle hecho mella 919 días bajo custodia del Pentágono, a pesar de haber pasado más de 329 de ellos en un duro régimen de aislamiento. El soldado Bradley Manning, acusado de sustraer más de 700.000 cables secretos de las redes del Pentágono y filtrárselos a Wikileaks, tomó ayer el estrado para enfrentarse por primera vez a los fiscales que instruyen su caso. Sobre él pende la amenaza de la cadena perpetua. En las vistas orales previas a su consejo de guerra trata de demostrar que fue sometido a trato injusto y humillante, algo que debería rebajar considerablemente su pena.

Con un impoluto uniforme de servicio del cuerpo de infantería y apariencia relajada, Manning respondió a las preguntas del fiscal militar Ashden Fein permitiéndose bromas en algunos momentos. Aquel intentaba demostrar que, durante meses, Manning mereció estar en régimen de aislamiento porque había amenazado a sus captores con suicidarse, y porque era un riesgo para sí mismo. En una evaluación efectuada en 2010 llegó a decir, sobre el suicidio: “Siempre lo planeo. Nunca lo cumplo”. En su interrogatorio de ayer, Manning dijo que lo había dicho de forma “más intelectual que real”.

Dibujo del interior de la sala donde se celebra la audiencia de Manning.
Dibujo del interior de la sala donde se celebra la audiencia de Manning.Clark Stoeckley

Ayer no hubo ni rastro de aquellos oscuros días en prisión. “Puedo controlar mi vejiga”, dijo Manning, jocoso, cuando el fiscal Fein le ofreció detener el interrogatorio para un descanso. El soldado era otro, distinto al que en marzo de 2011 desesperó ante lo duras de sus condiciones, aislado 23 o 24 horas al día en una celda de menos de cinco metros cuadrados, cuando empezó a tirarse del cabello, gritando ante sus carceleros: “¿Por qué me hacéis esto? ¿Por qué me castigáis?”.

Entre el público en esta audiencia se hallaban miembros de la red de defensores del soldado, con camisetas oscuras sobre las que se leía la palabra ‘verdad’. A las puertas de esta base militar ha habido protestas a diario. Manning ha admitido la sustracción ilícita de documentos secretos, y le ha pedido a la juez militar que instruye el caso, Denise Lind, que desestime los cargos más graves, como el de alta traición, a cambio de inculparse. De ser así, la pena máxima para Manning podría ser de 16 años. La magistrada tomará una decisión en las próximas semanas. El consejo de guerra se abriría formalmente el 4 de febrero.

El día anterior Manning testificó por primera vez, llamado por la defensa que lidera su abogado civil, David Coombs. El soldado dijo que pensó que iba “a morir” cuando fue trasladado desde una cárcel de Kuwait a otra en la base de Quantico, en Virginia. “Me comencé a deteriorar. Estaba ansioso todo el tiempo, por no saber qué hacer. Los días se confundían con las noches y las noches, con los días”, dijo. Según varios testigos, Manning comenzó a mostrar un comportamiento errático en aquellas jornadas: hablaba solo, realizaba extraños bailes, lamía los barrotes de su celda.

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Fue entonces cuando al soldado se le puso en régimen de prevención de suicidio, durante tres días de enero de 2011. El aislamiento pasó a ser absoluto. Se le quitaban las gafas y la ropa por la noche. Cuando se quejó a la comandancia por escrito, su caso atrajo la atención de organizaciones internacionales, como Naciones Unidas o Amnistía Internacional. Varios testigos llamados por la defensa esta semana, entre ellos el capitán William Hocter, un psiquiatra que trató al soldado, dijeron que se decidió ponerle en aquel régimen por motivos que no eran estrictamente médicos.

La defensa entiende que el Pentágono castigó a Manning antes de que hubiera juicio; considera que ha sufrido suficiente, y ha solicitado el sobreseimiento de la causa. Ya en las vistas orales de hace un año, cuando se decidía si había indicios suficientes para abrir juicio, el abogado Coombs adujo que al soldado no debería habérsele permitido ir a Irak, dado que presentaba signos de inestabilidad emocional y una transexualidad latente. El ejército norteamericano impide servir a los transexuales.

Destinado a la base Hammer, cerca de Bagdad, Manning sustrajo documentos secretos de las guerras de Afganistán e Irak, del centro de detención de Guantánamo y de la diplomacia norteamericana en enero de 2010. La fiscalía ha dicho que entre el material que se encontró en la residencia paquistaní del terrorista Osama Bin Laden, cuando este fue aniquilado en 2011, se encontraron documentos filtrados por el soldado a Wikileaks.

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