_
_
_
_
_

La CDU aclama a Merkel como presidenta con el 97% de los votos

La canciller alemana, que ha centrado en la crisis institucional de Europa su discurso ante el congreso de su partido, quiere repetir coalición con los liberales

Merkel, en el congreso de su partido.
Merkel, en el congreso de su partido.KAI PFAFFENBACH (REUTERS)

Aunque la victoria se esperaba, el excelente resultado es un golpe de efecto para la canciller Angela Merkel a nueve meses de las elecciones federales de 2013: la Unión Demócrata Cristiana (CDU) la reeligió el martes como presidenta del partido con un abrumador 97,9% de los votos. Merkel gobierna Alemania desde 2005 en dos coaliciones diferentes. En su discurso de candidatura, la canciller pidió el apoyo democristiano para revalidar su actual alianza de centro-derecha con los liberales del FDP. Merkel se presentaba por séptima vez consecutiva a presidir de la CDU. Defendió la coalición asegurando que su gestión de crisis ha hecho de Alemania “un país más fuerte de lo que era antes” de la gran recesión de 2009. La canciller sostuvo ante más de mil delegados y simpatizantes democristianos que su trabajo en el Gobierno logró que el país sea de nuevo “el motor económico de Europa”. El maltrecho socio de gobierno “aún tiene que aumentar sus apoyos”, pero Merkel se dijo convencida de que las elecciones de septiembre le permitirán repetir en Cancillería junto al FDP. La CDU lidera de largo todos los sondeos electorales, pero el FDP sufriría hoy para superar el umbral del 5% para acceder al Bundestag.

La votación de Hannover fue la apoteosis de Angela Merkel. Su séptima victoria al frente de los democristianos es también su mejor resultado desde abril de 2000, cuando ganó la presidencia con el 95,9%. Para medir la popularidad de Merkel dentro del partido hay que comparar la elección del martes con el 98,5% que obtuvo el entonces canciller Helmut Kohl en 1990, en el mismo año eufórico de la Unificación. El liderazgo de Merkel en su partido ha alcanzado otro clímax impensable hace sólo dos años. Cuando se conoció la cifra de su triunfo, los más de mil delegados y simpatizantes concentrados en la feria de muestras de la ciudad norteña de Hannover prorrumpieron en una ovación futbolera de varios minutos. La canciller dijo estar “pasmada y conmovida”.

La crisis económica e institucional de Europa había sido el tema principal de su discurso. Merkel hizo virtud de la falta de nuevas recetas para solucionar el grave entuerto europeo, “porque una crisis larvada durante años no se puede solucionar de golpe en un solo día o con una sola medida o un solo paso”. La situación económica en Alemania es mucho mejor que en los países más afectados por la crisis, por lo cual alguien “podría decir que ya pasó lo peor y dar la crisis por ganada, considerando que ya tenemos los medios y los mecanismos para intervenir ante futuros problemas” europeos. Pero Merkel advierte de que “no se puede bajar la guardia”: “lo digo con toda claridad, debemos ser precavidos”. La crisis, ha resumido, requiere prudencia, comedimiento y terquedad . En resumen: la crisis requiere una Merkel que lidere el país “con una brújula clara”.

Además de referirse al apagón nuclear que decidió hace dos años como un reto decisivo para la economía alemana, Merkel ha abogado por la inmigración de trabajadores europeos: “si no hay trabajadores alemanes suficientemente especializados, tenemos que buscarlos fuera”. Acto seguido ha llamado a proseguir con la investigación y el desarrollo tecnológico que “confieren tanto prestigio al sello made in Germany”.

Pero “a Alemania solo le puede ir bien si le va bien a la Unión Europea”. El proyecto está “ante el mayor reto de desde los tratados de Roma”. Lo importante "es que el euro sobreviva fortalecido; igual que Alemania ha salido fortalecida de la crisis, Europa tiene que salir fortalecida”. A la larga, “es una verdad de Perogrullo que a Alemania no le puede ir bien en una Europa con problemas, pero es cierto”. Entre 7.000 millones de personas en el mundo, “Alemania necesita a Europa para tener alguna fuerza”.

La canciller ha cargado contra la Oposición de socialdemócratas y Verdes. Es “una vergüenza”, ha dicho, “que un gobierno alemán vulnerara premeditadamente” los acuerdos europeos de estabilidad. “Es la peor herencia de SPD y Verdes”. Para no repetir “esos errores”, Merkel propone “una unión fiscal y de crecimiento” europea que “corrija los errores fundacionales de la unión monetaria”. Esto es una pulla a su padrino político, el ex canciller democristiano Helmut Kohl. Según Merkel, Europa necesita “una política económica común, una mayor legitimación democrática y una mayor armonía fiscal”. Son tres puntos que le “preocupan enormemente”.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_