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Yassin, el padre del islamismo marroquí, enterrado en una ceremonia masiva

La ceremonia fúnebre congregó a unas cien mil personas en el centro de Rabat. Sus seguidores acudieron de todo Marruecos y también de España

Imágenes del funeral de Abdesalam Yassin.
Imágenes del funeral de Abdesalam Yassin.REUTERS

El líder islamista Abdessalam Yassin, considerado fundador del islam político en Marruecos con su movimiento Justicia y Caridad (JYC), fue enterrado hoy en Rabat en una ceremonia masiva enla que decenas de miles de seguidores tomaron las calles de la capital en perfecto orden.

   No fue el entierro de Yasin la demostración de fuerza que muchosauguraban, ya que sus adeptos han congregado, sin ir más lejos este mismo año en una manifestación pro palestina, muchas más personas que el día de hoy, aunque puede que alcanzaran las 100.000 personas, a falta de estimaciones oficiales o del propio grupo.

   Sin embargo, el movimiento demostró una vez más su tremendo poder de organización al garantizar, con un impecable servicio de seguridad,el orden durante la ceremonia de la mezquita, en el paso del cortejo junto a las murallas de la ciudad y en el mismo cementerio, sin que seescuchara un solo grito.

   Los medios de comunicación oficiales ignoraron por completo la celebración de uno de los funerales más importantes de los últimos tiempos, que marcaráel futuro del islam político en el país. La policía vigiló los accesos a la mezquita y "obligó" al cortejo mortuorio a evitar la Avenida Mohamed V, arteria central de la capital marroquí, por una avenida exterior, pero salvo este detalle, permitió el desarrollo de la ceremonia con una presencia mucho más discreta que en otras ocasiones.

   Entre los asistentes había numerosos jóvenes, hombres y mujeres llegados de todo Marruecos e incluso desde España, desde donde un grupo de cincuenta vehículos viajó desde Andalucía hasta Rabat tras enterarse ayer a primera hora del fallecimiento de quien ellos llamaban sencillamente "el jeque", dijo uno de los integrantes del cortejo español.

   Yassin, pese a su carácter afable, había pasado una vida entera enfrentado al sistema político en Marruecos al contestar abiertamente la autoridad religiosa de la monarquía marroquí y ser muy crítico también con todo el poder político y económico que acumula.

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   Llamó la atención el hecho de que el funeral de Yassin y su entierro hayan tenido lugar en la mezquita y el cementerio considerados más "oficiales" de la ciudad, lo que según algunos observadores significa que ha sido fruto de una suerte de "compromiso" entre el sistema y el movimiento islamista.

   El profesor Mohcen Alahmadi, especialista en islam político, dijo a Efe que la ceremonia de hoy ha significado "encarcelar el cadáver político" de Yassin y evitar así en el futuro la existencia de un mausoleo donde sus seguidores -en una tradición muy marroquí- vayan a visitarlo y reclamar su legado.

   De todas formas, Alahmadi vio como inevitable una transformación del movimiento en una organización más política que religiosa, empezando por el hecho de que esperar 30 horas para enterrar a su líder -contra lo que manda el Islam, que prevé un máximo de 24 horas entre el óbito y el enterramiento- se explica solo como "una puesta en escena de carácterpolítico".

  La absoluta calma con que transcurrió toda la jornada de duelo, donde hubo más sollozos que llantos desgarradores, se explica porque "la muerte suspende el conflicto", dijo el especialista, quien auguró una transformación del movimiento de Yassin en una organización mucho más política por ser la que mejor sabe apropiarse del descontento social.

   La sucesión del anciano líder suscitó ya hoy numerosas especulaciones en la prensa, pero fuentes de la organización dijeron que no existe ninguna urgencia para elegir al sucesor y que tienen unas estructuras lo suficientemente sólidas que garantizan su continuidad.

   La persona que tomó la palabra en el cementerio fue Mohamed el Abadi, por ser el más anciano del Consejo de Orientación (máxima instancia del movimiento), y su discurso estuvo centrado en glosar las virtudes del líder muerto, lejos de reivindicaciones políticas.

   Se considera que frente a Abadi, el ala más política de la organización la representa Fatalah Arsalán, portavoz oficial y que tiene un discurso abiertamente crítico con la monarquía y el sistema político marroquí.

   Este sistema ha sabido "absorber" a otros movimientos islamistas, como el actualmente gobernante Partido Justicia y Desarrollo, que o envió al ministro de Justicia, Mustafá Ramid, a la ceremonia fúnebre.

   La cuestión ahora es si Justicia y Caridad, muerto su líder y fundador, seguirá en la senda del enfrentamiento frontal o aceptará alguna suerte de compromiso con la monarquía.

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