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Obama urge a la Cámara a refrendar el acuerdo para evitar el ‘abismo fiscal’

Con 89 votos a favor y 8 en contra, el pacto se alcanza dos horas después de acabarse el plazo

Washington vive la cuenta atrás por el abismo fiscal.
Washington vive la cuenta atrás por el abismo fiscal.Jay Mallin (Bloomberg)

El Senado de Estados Unidos ha aprobado este martes, dos horas después de que terminara el plazo de la medianoche del 31 de diciembre, la legislación que busca evitar el llamado abismo fiscal frenando una importante subida de impuestos y una serie de recortes que estaba previsto que se comenzaran a aplicar este martes.

Horas antes la Casa Blanca y los representantes republicanos y demócratas en el Congreso habían alcanzado un acuerdo bipartidista in extremis. Ahora el acuerdo, que ha contado 89 votos a favor y 8 en contra en el Senado, deberá ser aprobado en la Cámara de Representantes, donde podría encontrar más obstáculos, previsiblemente este mismo martes. Está previsto que la Cámara de Representantes, donde hay mayoría republicana, celebre una sesión a las 12.00 horas de hoy (18.00 hora peninsular española). El presidente Barak Obama ha urgido de nuevo esta mañana a los congresistas a que aprueben un acuerdo que evite el desastre.

"Los dirigentes de ambos partidos en el Senado colaboraron para llegar a un acuerdo que fue aprobado con un abrumador apoyo bipartidista y que protege al 98% de los estadounidenses y al 97% de las empresas pequeñas contra un aumento de los impuestos", señaló Obama en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.

"Si bien ni los demócratas ni los republicanos consiguieron todo lo que querían, este acuerdo es lo correcto que debemos hacer por nuestro país y la Cámara (de Representantes) debería aprobarlo sin demora", añadió.

Según Obama, lo estipulado en el acuerdo hará que la economía de Estados Unidos crezca y que "el déficit se achique de manera equilibrada, mediante la inversión en la clase media y pidiendo a los ricos que paguen un poco más".

Un día de abismo fiscal

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De esta manera, EE UU cae, al menos técnicamente y durante un día, en el abismo fiscal, después de que la Cámara de Representantes comunicase anoche que no votaría hoy sobre ninguna medida destinada a evitar ese grave daño para la economía norteamericana. Pero, si la Cámara pudiera aprobarlo, las consecuencias del abismo fiscal durante un solo día serían muy escasas puesto que se trata de un día festivo en el que no habrá actividad en los mercados bursátiles.

Previamente, Obama había anunciado que un acuerdo de última hora para evitar el abismo fiscal estaba “al alcance, pero no conseguido todavía”. El presidente animó a los congresistas de ambos partidos a hacer un esfuerzo final para acabar de sacar adelante un compromiso que impida la aplicación a partir de mañana de una subida de impuestos para casi toda la población y un masivo recorte de gasto público.

Obama no precisó las características del acuerdo que se está negociando, pero adelantó que se trata de un compromiso modesto, destinado a evitar las medidas más dolorosas del abismo fiscal, no del gran pacto para la solución definitiva del problema del déficit que a él le hubiera gustado aprobar.

A pocas horas del plazo para la entrada en vigor del abismo fiscal, los negociadores habían aproximado sus posiciones sobre los aspectos más delicados de ese paquete de medidas económicas, pero se mantenían algunas objeciones, tanto desde la derecha del Partido Republicano como desde la izquierda del Partido Demócrata.

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, había estado dialogando desde la noche de ayer con el jefe del grupo demócrata en esa cámara, Harry Reid, y con el vicepresidente, Joe Biden, que es también presidente del Senado y que se ha sumado en la recta final a las conversaciones.

De esos contactos ha surgido el marco de un acuerdo para mantener las actuales ventajas fiscales para toda la población, excepto aquellas familias con ingresos superiores a los 450.000 dólares anuales o individuos con ingresos por encima de los 400.000 dólares al año, que son menos del 2% de los contribuyentes. Esto supone una concesión por parte de los republicanos, que se negaban a toda clase de aumento de la presión fiscal, pero también del presidente Barack Obama, que proponía establecer ese límite en los 250.000 dólares anuales.

Al mismo tiempo, parece existir un compromiso para extender por un año las ayudas a los parados, que desaparecerían a partir del 1 de enero con el abismo fiscal, y prolongar por tres meses otros gastos sociales, como parte de las subvenciones al programa de asistencia sanitaria a los pensionistas, Medicare.

Ese proyecto de acuerdo no ha sido aún públicamente presentado por los negociadores ni es seguro que encuentre el respaldo necesario en ambas cámaras del Congreso. Algunos senadores de la izquierda del Partido Demócrata, como Ton Harkin, ha advertido que no están seguros si lo respaldarían. Menos garantizado aún está el apoyo de los republicanos de la Cámara de Representantes, que en el pasado han rechazado propuestas con menos impuestos aún para los ricos.

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