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Los islamistas somalíes fueron avisados de la llegada del comando francés

Al menos cinco helicópteros con unos 50 soldados de la DGSE aterrizaron a tres kilómetros del lugar donde estaba el espía secuestrado. Un centenar de milicianos, alertados por los vecinos, esperaban la llegada del comando Al Shabab anuncia la muerte de uno de los dos militares desaparecidos en combate

Denis Allex, en una imagen difundida el sábado por Al Kataib.
Denis Allex, en una imagen difundida el sábado por Al Kataib.MAXPPP (EFE)

El asalto lanzado el sábado en Bulomarer (sur de Somalia) por un comando militar de la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE), para liberar al espía francés Denis Allex, secuestrado desde 2009 por las milicias de Al Shabab, causó al menos ocho bajas civiles entre los habitantes de la localidad, ha informado el domingo la agencia AFP tras hablar con algunos vecinos desde Mogadiscio. El fallido rescate acabó con la muerte (aún no confirmada oficialmente) de dos soldados franceses y de 17 terroristas. La suerte del rehén sigue siendo un misterio. Aunque París cree que murió en el asalto, sus captores afirman que sigue vivo.

Los islamistas somalíes han anunciado este lunes la muerte de uno de estos dos soldados franceses, que según ellos, seguía con vida tras el asalto. "El soldado francés que formaba parte de la invasión francesa en Somalia ha muerto como consecuencia de sus heridas. Vamos a mostrar el cuerpo de los dos franceses", ha declarado a AFP Abdulaziz Abu Musab, un portavoz de Al Shabab.

La DGSE decidió la fecha, hora y modalidad de la operación en diciembre pasado, según ha declarado hoy el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, a una emisora de radio. A pesar de que el ministro ha tratado de defender la actuación del comando de los servicios secretos, y ha justificado el fiasco afirmando que las fuerzas francesas encontraron “una resistencia más fuerte de lo previsto” y afrontaron un “combate muy violento”, los detalles que van asomando parecen dejar claro que la operación fue una chapuza mal planteada desde el principio.

Según ha explicado un vecino de Bulomarer, el asalto no contó con el efecto sorpresa, ya que los milicianos de Al Shabab conocieron con antelación que el comando francés había desembarcado de varios helicópteros que se posaron a unos tres kilómetros del centro de la ciudad y del lugar donde se encontraba el rehén. “Mucha gente vio [a los comandos] desembarcar en los campos, y los terroristas fueron informados de que había soldados”, dijo el testigo a AFP.

Fuentes de inteligencia han reconocido en París que el comando de la DGSE estaba formado por una cincuentena de militares y que estos llegaron a Bulomarer a bordo de al menos cinco helicópteros.

En su intento de llegar hasta el escondite de los terroristas las fuerzas especiales mataron al menos a ocho civiles, afirman también los vecinos. “Cuatro de ellos murieron a las afueras de Bulomarer, en el lugar donde se produjo el aterrizaje, y otros cuatro durante el intercambio de disparos entre los soldados y los terroristas”, dijo la fuente de AFP.

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“No entendemos por qué mataron a los civiles”, añade un notable local. Un trabajador somalí de una ONG, por su parte, critica tanto la forma como el resultado de la operación. “Han matado a civiles inocentes y se han marchado sin haber obtenido nada. Parecían locos. Eran sólo 40 contra más de cien combatientes shabab fuertemente armados. Era una misión imposible y muy poco profesional”.

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