_
_
_
_
_

Los soldados franceses combaten con las milicias en Malí

El ministro de Defensa asegura que los terroristas cuentan con al menos 1.200 efectivos en el centro de Malí

Soldados franceses preparan su munición en una base aérea de Bamako.
Soldados franceses preparan su munición en una base aérea de Bamako.ISSOUF SANOGO (AFP)

Tras ser despedidas ayer con aplausos por los viandantes de Bamako —la capital de un país de 16 millones de habitantes, el 90% de los cuales son musulmanes—, las fuerzas especiales del Ejército francés combaten este jueves en el centro de Malí contra los rebeldes islamistas y tuaregs que, desde hace un año, controlan el norte y ahora también algunas ciudades del centro del país africano.

El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, ha anunciado hoy que ya hay 1.400 soldados franceses destacados en Malí y que se han producido varios enfrentamientos entre los yihadistas y las tropas francesas y malienses durante la noche, por ejemplo, en la ciudad de Konna. La localidad, cuya toma el pasado 10 de enero provocó la intervención militar francesa, sigue en poder de los islamistas.

Después de que la aviación —una docena de cazas Mirage y Rafale, y helicópteros Gazelle y Tigre—, bombardeara Tombuctú y Leré (norte) para golpear de nuevo la retaguardia de los rebeldes, el primer objetivo de la ofensiva terrestre se fijó en Diabali (sur), situada 400 kilómetros al norte de Bamako y que según algunas fuentes cayó en manos de los islamistas el lunes.

Los blindados pesados y ligeros franceses empezaron este miércoles a llegar a Niono, 30 kilómetros al sur de Diabali. Esta primera confrontación directa deberá servir para medir la capacidad militar y estratégica de los tres principales grupos rebeldes, Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), su escisión del MUJAO y los tuaregs de Ansar Dine.

Según dijo el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, los terroristas cuentan al menos con 1.200 efectivos en la zona centro del país, pero probablemente tendrán refuerzos de milicianos establecidos en la inmensa zona sahariana y subsahariana controlada por AQMI, un círculo que se extiende desde Mauritania en el oeste hasta Libia en el este, y desde Nigeria y Níger en el sur hasta Argelia y Túnez en el norte.

“En esa zona del país”, explicó el ministro, “están los grupos más duros, más fanáticos, los mejor organizados, más determinados y mejor armados”.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Las tropas francesas cuentan de momento con 1.700 soldados procedentes de las bases de Burkina Fasso, Chad -cuyo Gobierno ha anunciado el envío de unos 2.000 hombres, entre infantería y batallones de apoyo- y Costa de Marfil, y esperan la inminente llegada de 800 militares más en las próximas horas. París contaba con que el precario ejército maliense enviara a Niono 900 soldados para ayudar en la reconquista de Diabali.

El enemigo que van a encontrarse es en gran parte un misterio, aunque los informes de Inteligencia y los especialistas franceses en terrorismo islámico señalan que los rebeldes de Al Qaeda están fuertemente armados y son valientes y escurridizos.

Los yihadistas se mueven en cientos de rápidos 4x4 y disponen de un moderno arsenal, en gran parte adquirido en el enorme bazar de armas que fue la reciente guerra de Libia, donde muchos de ellos combatieron como mercenarios de Muamar el Gadafi.

Los satélites espía del ejército francés han revelado que, además de blindados ligeros, los rebeldes poseen armas automáticas y pesadas: metralletas 12,7, cañones de 20, 24 y 30 milímetros, y baterías antiaéreas.

Desde Bamako, Frédéric Helbert, un veterano corresponsal de guerra que conoce bien ese área de África, explicó que Francia tendrá que afrontar una guerra eminentemente terrestre ya que la aviación “no será decisiva” ante un adversario que tiene “gran conocimiento del terreno desértico (grutas y escondites diversos) y mucha movilidad y capacidad para infiltrarse en pueblos y ciudades”.

Las primeras horas de una guerra que según admitió el ministro Le Drian “será larga”, y según los expertos durará como mínimo dos o tres años, configuran un escenario improvisado y cogido con alfileres. “Avanzamos mientras marchamos”, ironizó un general francés citado por Helbert.

Una prueba de ello es que, pese a lo dicho hasta ahora de forma oficial, las tropas franco-malienses todavía no han logrado retomar el control de Kona, según informó Le Monde, porque pequeños grupos de guerrilleros siguen lanzando emboscadas en la localidad y sus alrededores.

Otro problema son las venganzas y los ajustes de cuentas. Distintos testigos dijeron haber visto a soldados malienses fusilando a algunos prisioneros rebeldes. Las ONG alertaron además sobre la afición de la tropa regular “a violar y saquear, comparable a la de los islamistas”.

La operación en Somalia "podría haber salido bien"

En París, François Hollande dedicó su sexto día como comandante en jefe a asumir la responsabilidad de la fracasada operación de rescate en Somalia, aunque reconoció que el desenlace no fue el esperado: “Podría haber salido bien, debería haber salido bien”.

El presidente francés confirmó que el espía francés que no pudo ser liberado está muerto, pese a que sus captores dijeron que habían decidido ejecutarlo, y aseguró que los socios europeos ayudarán a París en Malí: “Francia no estará sola en esta guerra”, aventuró.

 De momento, según las encuestas, la primera guerra de Hollande cuenta con la aprobación del 75% de los franceses. Pero uno de sus antecesores, el exjefe del Estado Valéry Giscard d'Estaing, puso en guardia al líder socialista a través de una entrevista en Le Monde contra una posible deriva “de tipo neocolonialista”, citando el ejemplo de la guerra en Afganistán.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_