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Las tropas de Malí y Francia reconquistan dos ciudades en manos de yihadistas

Los soldados han retomado Diabali, a 400 kilómetros de Bamako, y Douentza, en la carretera hacia Gao, en el norte

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS | FABIO BUCCIARELLI (AFP)
José Naranjo

El Ejército de Malí, apoyado por soldados franceses, se ha hecho con el control de dos ciudades ocupadas por los yihadistas instalados en el norte del país. Una de ellas es Diabali, a 400 kilómetros de Bamako, que fue atacada por Ansar Dine y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) hace ocho días; la otra es Douentza, en la carretera hacia Gao, en el norte, que estaba desde hace meses en manos del grupo terrorista Movimiento por la Unicidad de la Yihad en África del Oeste (Muyao).

La recuperación de Diabali no ha sido fácil. Los salafistas se habían camuflado entre la población, a la que impidieron huir, con el objeto de evitar los bombardeos de la aviación francesa. Sin embargo, la presencia de un importante contingente de tropas galas en Niono (sur de Diabali) desde hace tres días fue suficiente para que muchos de los yihadistas se retiraran. Ayer, una columna integrada por unos 30 vehículos blindados y 200 soldados francomalienses penetró finalmente en la ciudad y pocas horas después la daba por controlada, aunque aún pudiera existir algún combatiente escondido.

En el otro extremo del frente, el Ejército maliense ha decidido avanzar un poco más hacia el norte y superar la línea de demarcación que divide al país en dos, adentrándose en el territorio bajo control yihadista. Sin embargo, la entrada en Douentza no ha supuesto un verdadero enfrentamiento porque los radicales hace días que habían decidido replegarse hacia su bastión de Gao, en el norte del país. La ciudad fue bombardeada en días previos por la aviación francesa, lo que había generado una desbandada de los combatientes de Muyao.

Por otra parte, las tropas francesas, que ya cuentan con 2.000 efectivos sobre el terreno, parecen estar concentrando buena parte de sus fuerzas y material de guerra en Sevaré (Mopti) con el objetivo de impedir nuevos intentos de los yihadistas de avanzar sobre el sur. Al mismo tiempo, la aviación ha seguido bombardeando posiciones de los radicales en el norte, y este fin de semana se han intensificado los ataques en Tombuctú y sus alrededores.

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En la retaguardia, las tropas africanas que deben protagonizar, junto al Ejército de Malí, la reconquista del norte van cogiendo cuerpo con la llegada de nuevos soldados. Cuando el despliegue se haya completado serán un total de 5.800, de los que 300 se encuentran ya en suelo maliense (100 nigerianos, 100 togoleses, 50 benineses y 50 senegaleses).

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El grueso de la Misión Internacional de Apoyo a Malí (Misma) estará integrado por 1.200 soldados de Nigeria y por 2.000 soldados que, a última hora, Chad ha decidido enviar a petición directa de Francia. Parte de estas tropas se encuentran ya en Niamey y se unirán a las malienses acantonadas en Níger desde hace un año a las órdenes del coronel Gamou, exrebelde tuareg integrado en el Ejército en los años noventa, para avanzar hacia Gao y Kidal.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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