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PLAN PARA LA REFORMA DE INMIGRACIÓN

Organizaciones hispanas dan la bienvenida al plan bipartito

Convocan manifestaciones en todo el país a favor de la reforma para el día 10 de abril

Diferentes organizaciones en defensa de los derechos de los inmigrantes recibieron positivamente el anuncio de un acuerdo entre senadores republicanos y demócratas para establecer las bases de la reforma migratoria. El pacto, presentado este lunes en Washington, plantea grandes cambios en el sistema de inmigración, incluida la regularización de 11 millones de indocumentados.

“Nos complace ver que los líderes políticos de ambos partidos dan prioridad a una reforma amplia, completa y de sentido común”, reconoció Ali Noorani, presidente del Foro Nacional de Inmigración, una de las mayores organizaciones a favor de la reforma. “El hecho de que este grupo de demócratas y republicanos lideren al resto de legisladores de su partido dice mucho de la iniciativa”.

Los ocho senadores, entre los que se encuentra el legislador republicano y candidato a la presidencia en 2008, John McCain, y el senador hispano Marco Rubio, presentaron este lunes un plan bipartidista para reformar el sistema. Su acuerdo establecería un proceso para la regularización de indocumentados previo pago de una multa, un sistema para verificar el estatus de candidatos a puestos de trabajo, entregaría un permiso de residencia a graduados en doctorados y másteres de ciencia y tecnología y también reforzaría la seguridad en la frontera.

Los hispanos acudieron a las urnas en cifras récord en la última convocatoria electoral, cuando representaron el 10% del electorado, y siete de cada diez de ellos respaldaron al presidente Obama. Apenas 24 horas después el Partido Republicano cambiaba su propuesta electoral —el candidato Mitt Romney llegó a defender las ‘autodeportaciones’ como solución a la inmigración ilegal— por la promesa de colaborar en la reforma del sistema de inmigración.

“La comunidad hispana ha demostrado que es capaz de exigir responsabilidades a los políticos”, afirmó Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de la Raza, en una entrevista a NBC este lunes. Los 50 millones de hispanos suponen el 16% de la población estadounidense y son el grupo de mayor crecimiento en la última década. “Los republicanos van a tener que replantear su imagen de cara a los futuros votantes hispanos”.

El presidente ha asegurado en varias ocasiones que la reforma es una de sus cuentas pendientes del primer mandato y que se ha convertido en su prioridad para los próximos cuatro años. Como ejemplo, Obama dedicará este martes su primer discurso a presionar al Congreso para que apruebe la reforma. La cita será en Las Vegas, en el Estado de Nevada, donde venció en noviembre gracias al importante aumento de población hispana.

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“Esperamos impacientes por saber lo que dirá el presidente”, afirma Gustavo Andrade, director de la organización Casa de Maryland. El activista asegura que estos primeros avances son una victoria para los millones de votantes hispanos -7 de cada 10- que contribuyeron a la reelección de Obama. “La comunidad latina ha puesto ahí a los legisladores para hacer su trabajo, es hora de que arreglen el sistema”.

“El anuncio de este lunes es un paso gigante para las comunidades de inmigrantes y le damos la bienvenida”, declaró la presidenta del Centro de Justicia Asiático-americano durante una rueda de prensa en Washington. Mee Moua se unió a un conjunto de líderes de diferentes organizaciones para celebrar “que ambas partes entienden la necesidad de reformar el sistema de inmigración”.

Durante los últimos años, mientras leyes tan restrictivas como la de Arizona o Alabama acaparaban el debate migratorio, decenas de organizaciones estatales y nacionales han abogado por una reforma que reconozca las aportaciones de los indocumentados a la economía de Estados Unidos. De su lado están también asociaciones de empresarios, congregaciones religiosas y sindicatos que trabajan por la defensa de los derechos de los inmigrantes.

“Los indocumentados trabajan e invierten sus salarios en la economía estadounidense”, reivindicó Héctor Figueroa, presidente de SEIU, uno de los mayores sindicatos de trabajadores. “El país se beneficia económicamente de su presencia, así que a cualquiera que rechace esta reforma le remitiré a la aportación tan positiva que hacen los inmigrantes”.

Las diferentes organizaciones han convocado manifestaciones a favor de la reforma en todo el país el próximo 10 de abril, séptimo aniversario de las grandes concentraciones que en 2006 pidieron un cambio en la legislación. “Cuando se manifiesten millones de personas, queremos que el resto del país vea que nuestros rostros son exactamente iguales que los suyos, hispanos, asiáticos, blancos y afroamericanos”, aseguró Figueroa.

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