_
_
_
_
_

Irán modernizará la planta de Natanz para acelerar la producción de uranio

El anuncio se produce en vísperas de que se reanuden las conversaciones sobre el programa nuclear con las seis grandes potencias

Ángeles Espinosa
Batería antiaérea en la planta de Natanz, en una imagen de 2007.
Batería antiaérea en la planta de Natanz, en una imagen de 2007.Hasan Sarbakhshian (AP)

Irán tiene intención de instalar centrifugadoras más avanzadas en su planta nuclear de Natanz. Así se lo ha comunicado al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en una carta de la que su secretario general, Yukio Amano, informó el miércoles a los miembros y cuyo contenido se ha filtrado hoy a varias agencias de noticias. Ese paso permite acelerar la producción de uranio enriquecido y, en consecuencia, corre el riesgo de aumentar el recelo de Estados Unidos y sus aliados sobre las intenciones del programa atómico iraní.

El OIEA “recibió una carta de la Organización de la Energía Atómica de Irán fechada el 23 de enero de 2013 en la que informa al Organismo que va a usar centrifugadoras del tipo IR2m en la Unidad A-22 de la Planta de Enriquecimiento de Combustible de Natanz”, asegura el texto difundido por Reuters. Cada unidad alberga algo más de 3.000 de esas máquinas, que giran a velocidad supersónica para enriquecer el uranio. Dependiendo del grado de pureza obtenido sirve como combustible para producir electricidad (al 3,5%) o para un arma nuclear (al 95%).

No está claro cuáles son las pretensiones de Teherán con ese nuevo gesto. ¿Endurecer su postura ante las próximas conversaciones con las seis grandes potencias? ¿Enviar el mensaje de que las sanciones internacionales no les impiden avanzar en su desarrollo tecnológico? ¿O es simplemente una huida adelante ante su creciente aislamiento internacional y falta de legitimidad interna?

Acelerar el ritmo de enriquecimiento en un momento en que los Seis intentan negociar límites a esas actividades sólo puede verse como un desafío. Aunque los dirigentes iraníes insisten en el carácter civil y pacífico de su programa nuclear, actúan como si tuvieran algo que esconder. Además de dar la impresión de estar dando largas para esa esperada nueva ronda de conversaciones, las últimas visitas de los inspectores del OIEA han fracasado en sus intentos de aclarar las sospechas de actividades militares.

Este jueves por la tarde, la Casa Blanca ha calificado el proceso de modernización de las instalaciones nucleares de nuevo "acto de provocación" por parte de Teherán. El portavoz del presidente Barack Obama, Jack Carney, ha considerado que la actitud iraní refleja una "violación continuada" de las obligaciones internacionales del país, según han recogido las agencias Reuters y AFP.

El empeño nuclear ha acarreado a Irán varias rondas de sanciones internacionales que han afectado gravemente a su economía. El ministro iraní de Petróleo reconoció recientemente que el año pasado sus exportaciones de crudo habían caído un 40% y sus ingresos por ese concepto un 45%. Aún así, los dirigentes iraníes, una alianza clerical-militar, se niegan a suspender ese proyecto que consideran un derecho inalienable y que han convertido en una cuestión existencial.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_