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El Gobierno venezolano se muestra pesimista sobre la salud de Chávez

Un parte oficial admite que la insuficiencia respiratoria no ha evolucionado bien

Un autobús pasa ante el hospital donde está Chávez, en Caracas.
Un autobús pasa ante el hospital donde está Chávez, en Caracas. GERALDO CASO (AFP)

El primer comunicado oficial sobre la salud del presidente Hugo Chávez que el Gobierno venezolano emite desde su regreso a Caracas fue, como sus predecesores, vago y escueto. Leído la noche del jueves por el ministro de Información y Comunicación, Ernesto Villegas, otorgó más importancia a la declaración política —una censura a la “inhumanidad de la derecha”— que a precisar los términos médicos que describirían la situación del paciente.

Y, sin embargo, con un matiz casi imperceptible —un detalle para kremlinólogos de la era soviética—, representó una inflexión en el tono con que, desde diciembre, el Gobierno viene informando al respecto: admitiendo que la tendencia de la persistente insuficiencia respiratoria de Chávez “no ha sido favorable” dio, por primera vez, pábulo al pesimismo.

Ni siquiera durante la sombría última semana de 2012 cuando, desde La Habana y también en cadena nacional de radio y televisión, el vicepresidente Nicolás Maduro nombró por primera vez las complicaciones respiratorias derivadas de la operación a la que Chávez fue sometido el 11 de diciembre en la capital cubana, el vocero oficial se había permitido vislumbrar un horizonte en el que la evolución del comandante fuera negativa. En esa oportunidad habló de un proceso de recuperación “no exento de riesgos”.

¿Empieza a preparar el Gobierno a sus seguidores para noticias más graves? Al menos, el nuevo boletín abrió paso a una cierta cautela que poco a poco sustituye la euforia inicial por el retorno a Venezuela del líder revolucionario, ingresado desde el lunes en el Hospital Militar de Caracas.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, parecía dar respaldo el jueves a la progresiva revelación de la realidad del presidente. “Él ha sido el líder indiscutible de Venezuela durante 14 años”, declaró a la BBC para América Latina, “no se puede esperar que de un día para otro sus seguidores lo hagan a un lado y nombren a otro”. El excanciller chileno irritó a la oposición venezolana cuando dijo que a la ausencia de Chávez —quien debió jurar un nuevo periodo presidencial el pasado 10 de enero— debía dársele un tratamiento político antes que jurídico. “Es bueno lo que se ha hecho, porque permitió un tiempo de espera para ver si realmente la situación volvía a normalizarse. Ahora el presidente está de vuelta en Venezuela y, por lo tanto, supongo que será el momento de las decisiones”.

Desde comienzos de enero, el Gobierno reportaba mejoras en la condición de Chávez, pero referidas exclusivamente a las secuelas de la operación de diciembre de 2012. Solo a fines de ese mes, los comunicados empezaron a recordar que el convaleciente padece una “enfermedad de base”, el cáncer que se le diagnosticó en junio de 2011 y que reapareció a finales del año pasado. La insuficiencia respiratoria que se le ha hecho crónica es consecuencia tanto de una infección adquirida durante el posoperatorio como de la propia progresión del cáncer, deducen médicos consultados por EL PAÍS en Caracas.

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El Gobierno, entretanto, continuaba ayer su esfuerzo por ganar tiempo mientras amplía el impacto emocional de la convalecencia de Chávez. De los postes de alumbrado de las autopistas de Caracas penden afiches de gran formato con imágenes del presidente y un lema: “De tus manos brota lluvia de vida”. Hasta ayer se reunían en el principal teatro de la ciudad chamanes de etnias indígenas de Venezuela y América Latina, en un ritual ecuménico aborigen por la salud del presidente.

Mientras, los grupos de base del chavismo han proferido amenazas contra quienes puedan perturbar la paz del caudillo. Los Guerreros de la Vega, un grupo de choque afiliado al oficialismo, llamó ayer “a estar atentos ante esta nueva amenaza contra la integridad de nuestro Comandante Chávez y la estabilidad de nuestra Patria (…) El Pueblo venezolano no permitirá que se perturbe la paz y la continuidad del tratamiento médico indicado al Comandante Chávez”. Las advertencias parecen obedecer a la convocatoria hecha la noche anterior por la jefa del Gobierno de Caracas y directora del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jacqueline Farías, ante la posibilidad de que estudiantes de oposición acudieran a protestar ante el Hospital Militar para pedir que se muestre al presidente Chávez.

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