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Los jueces indagan si Gadafi financió a Sarkozy en 2007

Los escándalos judiciales complican el regreso a la política del expresidente

Nicolas Sarkozy recibe a Gadafi en el Elíseo en 2007.
Nicolas Sarkozy recibe a Gadafi en el Elíseo en 2007.ERIC FEFERBERG (AFP)

Tras perder la segunda vuelta de las elecciones en 2012, la tercera vuelta judicial de Nicolas Sarkozy está siendo tan dura o más que aquella. Las malas noticias se acumulan y parecen complicar cada vez más un hipotético regreso a la política del carismático exlíder conservador. Pese a todo, muchos franceses parecen echar de menos al expresidente, según muestran las encuestas. La última de Le Figaro estima que si las elecciones fueran mañana, Sarkozy ganaría a François Hollande por seis puntos, 53% a 47%.

Después de ser imputado por abuso de debilidad en el caso Bettencourt, bajo la acusación de haber recibido dinero de la anciana millonaria Liliane Bettencourt entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales de 2007, la fiscalía de París ha pedido hoy abrir una instrucción judicial para averiguar si el Gobierno libio financió también aquella exitosa campaña electoral.

La causa, que apunta directamente a Sarkozy y a su entorno más cercano, parte de las informaciones y testimonios que en los últimos meses han sostenido que el régimen del coronel Muamar el Gadafi transfirió 50 millones de euros a Sarkozy antes de las elecciones que llevaron al entonces ministro del Interior hasta el Elíseo.

Según dijeron fuentes judiciales, el escrito de la fiscalía no hace referencia, sin embargo, a una posible financiación ilegal, y señala que los delitos a dilucidar por los jueces son “corrupción activa y pasiva, tráfico de influencias, falsedad, abuso de bienes sociales y blanqueo de dinero y complicidad con esos delitos”.

Según la web Mediapart, la instrucción ha sido encargada por la fiscalía a los magistrados Serge Tournaire y René Grouman, y tiene su origen en una declaración judicial del intermediario franco-libanés Ziad Takieddine, que fue detenido en marzo de 2011 en el aeropuerto Charles de Gaulle de París cuando traía de Libia una maleta con 1,5 millones de euros.

Takieddine, un personaje atrabiliario que se mueve hace décadas en los bajos fondos de la política francesa y presume de sus contactos en Oriente Medio, declaró al juez Renaud Van Ruymbeke poseer “elementos sobre la financiación de la campaña de Nicolas Sarkozy en 2007”, y señaló que el acuerdo para transferir los 50 millones de euros desde Trípoli a París se cerró en Libia entre diciembre de 2006 y enero de 2007.

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El intermediario aseguró que Bachir Saleh, entonces mano derecha y jefe del gabinete de Gadafi, recibió de Claude Guéant, el jefe de gabinete de Sarkozy en Interior, “los datos bancarios necesarios para hacer las transferencias”. Y añadió que la cantidad y la forma de entrega del dinero fue acordada con las autoridades libias por Brice Hortefeux, primer exministro del Interior de Sarkozy y hoy presidente del “club de amigos” del expresidente.

Muñidor de contratos y favores, espía ocasional y comisionista confeso, Takkiedine afirma que empezó a introducir en las altas esferas libias a Sarkozy y a sus colaboradores en 2005.

Guéant, Hortefeux y Sarkozy siempre han negado las acusaciones de haber recibido fondos ilícitos libios, pero durante la investigación preliminar, el pasado 27 de febrero, el juez Van Ruymbeke ordenó un registro en casa de Guéant, que según Le Monde permitió hallar importantes documentos. Un mes antes, la policía financiera había registrado la casa que Bachir Saleh, apodado “el cajero de Gadafi”, tiene en Prévessin-Moëns, cerca de la frontera suiza.

En abril de 2012, Mediapart publicó un documento oficial de los servicios secretos libios que afirmaba que Trípoli había contribuido con 50 millones de euros a la campaña de Sarkozy. El presidente saliente interpuso una querella contra el diario digital y negó rotundamente los hechos. Dijo que era una imputación “grotesca”, recordó que fue él quien impulsó la invasión de Libia que acabó con el derrocamiento y la muerte de Gadafi. Y, usando la ironía, concluyó que, si fuera verdad que había recibido dinero del coronel, no le había mostrado el menor agradecimiento.

Según Mediapart, Takkiedine fue el actor clave de la luna de miel francolibia, y aconsejó secretamente al Elíseo sobre la política a seguir con Trípoli hasta los días previos a la guerra. Cuando Francia desencadenó los ataques de los aliados occidentales, Gadafi y su hijo y portavoz Saif el Islam —hoy preso en Libia— no tardaron en afirmar en público haber financiado a Sarkozy y le pidieron que les devolviera el dinero. La Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Sarkozy, declaró al Tribunal de Cuentas haber gastado 20 millones de euros en la campaña presidencial de 2007.

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