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Israel autoriza que se pida acceso al correo electrónico de los turistas en la frontera

El consejero jurídico del Gobierno respalda la validez de la medida Los agentes en el aeropuerto pueden pedir que los visitantes abran sus cuentas de correo personal

Aviones de la aerolínea israelí El Al en el aeropuerto de Ben Gurion, en Tel Aviv.
Aviones de la aerolínea israelí El Al en el aeropuerto de Ben Gurion, en Tel Aviv. Ariel Schalit (AP)

La fiscalía general de Israel ha autorizado formalmente a los agentes del servicio de seguridad nacional, el Shin Bet, a solicitar a los visitantes que quieran entrar en el país que abran voluntariamente sus cuentas personales de correo electrónico ante ellos, si hay, en el momento de la entrevista en el punto de entrada al país, “otras indicaciones incriminatorias relevantes”, según ha dicho en un dictamen. La práctica, que no es generalizada, no es nueva. En el pasado, pasajeros que se han negado a abrir sus cuentas de correo ante los agentes del Shin Bet en el aeropuerto de Tel Aviv se han visto en un vuelo de regreso a sus países de procedencia.

Al gallego Iván Prado, de 38 años, le pidieron el acceso a su correo electrónico personal en dos ocasiones, en 2009 y 2010, en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv. En ambas ocasiones se negó. Prado es un célebre payaso, que tenía entonces la intención de instaurar un festival para niños en Ramala, Cisjordania. En la primera ocasión le dejaron entrar en el país. En la segunda le retuvieron durante unas seis horas, en las que le interrogaron, para luego colocarle en un avión de vuelta a España, denegándole la entrada en Israel.

Al gallego Iván Prado le pidieron el acceso al correo electrónico en dos ocasiones, en 2009 y 2010. En ambas se negó. La primera pudo entrar al país, la segunda fue interrogado y puesto en un avión de vuelta a España

“No respetaban mi derecho a la intimidad con esa petición y creo que el derecho a la intimidad es válido en cualquier país del mundo”, dice Prado en conversación telefónica desde Madrid. De hecho, regresó a Israel en 2011, y le dejaron entrar, según dice, “ya sin problemas y sin pedir el correo”. “Supongo que cuando se me negó la entrada fue porque me negué a abrir el correo. No veo otra razón. He viajado por todo el mundo y nunca me he encontrado con que te pidieran abrir el correo”, añade.

Fuentes del ministerio de Exteriores de Israel aseguran que a Prado se le negó la entrada en 2010 porque los agentes consideraron que había mentido en varias ocasiones a lo largo de la entrevista, y no simplemente por el mero hecho de que no quisiera abrir su correo electrónico.

El fiscal general de Israel (consejero jurídico del Gobierno), Yehuda Weinstein, autorizó formalmente la práctica de pedir acceso al correo electrónico el miércoles, a través de un dictamen en el que dijo que “esas búsquedas se efectúan solo en instancias excepcionales”. Weinstein añadió que a aquellos turistas que se nieguen a abrir sus cuentas de correo ante los agentes, “se les dejará claro que su negativa se tendrá en consideración, junto con otros factores, a la hora de decidir si se les deja entrar en Israel”.

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La fiscalía general de Israel ha validado la legalidad de la práctica, recalcando que es siempre voluntaria. El Gobierno explica que se aplica de forma muy ocasional, en circunstancias excepcionales

Según el dictamen, nunca se le pide la contraseña como tal al pasajero, ni esta se guarda en ningún lugar. Los agentes del Shin Bet le solicitan a los visitantes a los que consideren sospechosos “que abran la cuenta de correo electrónico por sí mismos”. El acceso se hace siempre “con el consentimiento del propio pasajero”, asegura. “Cabe destacar que al visitante se le ofrece el derecho de oponerse a esta inspección, y en ese caso, no se le obligará a participar en esa búsqueda”, añade.

“No se puede decir que en esas circunstancias haya un consentimiento libre, previo e informado”, explica Lila Margalit, abogada de la Asociación para los Derechos Civiles en Israel (ACRI, por sus siglas en inglés). “Para que se dé ese tipo de consentimiento, el pasajero debería saber que puede negarse, y que esa negativa puede no tener consecuencias negativas. A los pasajeros se les dice que pueden negarse, pero que eso puede llevar a que se les niegue la entrada en el país, después de haber pagado los billetes y haber viajado en un avión durante horas”, añade.

Hay que tener en cuenta la naturaleza de las amenazas terroristas en Israel, que hace que en ocasiones se tengan que implementar medidas que parecen estrictas" Yigal Palmor, portavoz del ministerio de Exteriores de Israel

Precisamente fue la asociación ACRI la que pidió en junio de 2012 al fiscal general de Israel que se pronunciara sobre la legalidad de la práctica, después de que se le negara la entrada al país a Sandra Tamari, de 42 años, madre de dos hijos y norteamericana de ascendencia palestina. Tamari quería entrar en Cisjordania para participar en un encuentro con otros activistas propalestinos. En el aeropuerto de Ben Gurion la interrogaron y le pidieron que facilitara el acceso, con ella presente, a su cuenta de correo personal de Gmail, algo a lo que se negó.

Desde el Gobierno de Israel se aduce que esa práctica se efectúa de forma muy ocasional. “Hay que tener en cuenta la naturaleza de las amenazas terroristas en Israel, que hace que en ocasiones se tengan que implementar medidas que parecen estrictas, que no son muy diferentes de las que hay en países como Estados Unidos”, asegura Yigal Palmor, portavoz del ministerio de Exteriores. “En nuestro caso tenemos controles, como lo del correo electrónico, que son muy excepcionales, y se piden en determinados casos, cuando el agente tiene sospechas y motivos para dudar de las circunstancias de la visita. En ningún caso es algo rutinario”.

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