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El régimen sirio intensifica su ofensiva por el control de Qusair

Tras una semana de cerco, Damasco dice controlar la mayoría de la localidad El líder de Hezbolá aparece en público para proclamar su compromiso con "la victoria" en Siria

Edificios derrumbados en Qusair tras la ofensiva del régimen sirio.
Edificios derrumbados en Qusair tras la ofensiva del régimen sirio.- (AFP)

El régimen de Bachar El Asad intensificó este sábado sus ataques contra las posiciones rebeldes en Qusair, cerca de la frontera de Siria con Líbano, según diversos grupos opositores. Damasco envió a las tropas que asedian esa localidad en la provincia de Homs refuerzos de artillería y tanques, con la intención de expulsar de ella de forma definitiva a los milicianos que resisten una ofensiva que dura ya una semana. Junto a los soldados del Gobierno sirio luchan milicianos del grupo islamista libanés Hezbolá, que han cruzado la frontera para apoyar a El Asad.

Los Comités de Coordinación Local, una red de observadores dentro de la oposición, informaron este sábado de un incremento de la actividad de las tropas gubernamentales, que controlan más de la mitad de la localidad. Se registraron ataques contra posiciones rebeldes con cohetes, obuses y proyectiles de mortero. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo que simpatiza con los rebeldes, dijo que al menos 22 personas murieron este sábado en la renovada ofensiva, 18 de ellas afiliadas con los grupos revolucionarios.

Nasrallah: "Prometo la victoria"

El secretario general de la agrupación chiita libanesa Hizbollah, Hassan Nasrallah, defendió el sábado la intervención de sus milicias en la guerra en Siria, donde apoyan al régimen del presidente Bashar el Asad, y expresó su compromiso con una victoria.

"Siempre les prometí victoria, así que hoy también les prometo victoria", aseguró este sábado en un discurso televisado. Nasrallah dijo que Hizbollah no se quedará mirando cómo los "extremistas" doblegan a Siria junto a Estados Unidos y otros países occidentales. Además manifestó que no contempla una caída del régimen de El Asad.

"Lo que está ocurriendo en la frontera siria es peligroso para el Líbano y la coexistencia en el país", dijo en un evento celebrado en el valle de Bekaa, en el este del país, para conmemorar los 13 años de la retirada israelí del sur del Líbano.

"No podemos quedarnos inmóviles con lo que ocurre en Siria. Siria es el principal defensor de la resistencia (Hizbollah) y la resistencia no puede dejar que quiebren su pilar", añadió. Las declaraciones de Nasrallah fueron las más explícitas hasta el momento sobre la participación de las milicias de Hizbollah junto a las tropas de El Asad. Este mes ya había dicho que combatientes del movimiento estaban ayudando a las tropas sirias a proteger santuarios chiíes en el vecino país.

El régimen ya ha dado Qusair ya por tomada, aunque, a pesar de sus avances, y del hecho de que sus tropas se hallan en el centro de la ciudad, los rebeldes resisten, fuertes en el oeste, conocedores de la importancia que tiene ese enclave en su guerra. “Las unidades de las fuerzas armadas intensificaron su control en las dos partes de la carretera de Homs a Baalbek, que discurre por el centro de la ciudad de Qusair, y destrozaron refugios de terroristas en los vecindarios del oeste y el suroeste de la ciudad”, dijo la agencia oficial de noticas siria, Sana. El régimen suele referirse a los rebeldes con el término de terroristas.

Esta batalla es crucial para el régimen, porque si llega a tomar definitivamente Qusair, y expulsa a los rebeldes de ella, se aseguraría el control del pasaje de Damasco, la capital, a la provincia costera de Latakia, al norte, donde reside la mayor concentración de alauíes, la minoría religiosa a la que pertenece la familia El Asad. Además, se aseguraría un enclave fronterizo con el norte de Líbano por el que recibir armamento y milicianos de Hezbolá. Además, dividiría a los rebeldes entre sus enclaves del norte, como Homs y Alepo, y los del sur, como la provincia de Damasco y Deraa, donde comenzó el levantamiento en marzo de 2011.

El conflicto ya se ha cobrado 80.000 vidas en más de dos años, según cifras de la Organización de Naciones Unidas. Rusia y Estados Unidos han impulsado una conferencia de paz, que tendrá lugar el mes que viene, en la que esperan abrir vías a una solución negociada al conflicto, dado el enroque en el que se hallan el régimen y la oposición. El viernes, el ministerio de Exteriores ruso dijo que el Gobierno sirio ha accedido a participar en esas conversaciones, a las que acudirán representantes de la oposición.

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