Un islamista francés confiesa ser el autor del ataque al soldado
La policía tenía fichado al joven, que se inspiró en el atentado de Londres
Tras cuatro días de búsqueda, la policía francesa localizó y detuvo este miércoles cerca de París al hombre que se dio a la fuga el sábado tras atacar por la espalda con un cuchillo a un soldado francés que patrullaba en misión antiterrorista en el intercambiador de cercanías de La Défense, en la periferia de París.
El detenido es un joven de 22 años, llamado Alexandre y nacido en Yvelines, unos 45 kilómetros al suroeste de la capital. Sin antecedentes penales, la policía tenía fichado al agresor desde 2009, cuando fue identificado durante un rezo callejero colectivo no autorizado.
El fiscal antiterrorista François Molins explicó que el arrestado confesó ser el autor del ataque, y añadió que el joven barbudo se había convertido en un islamista radical hace algunos años, y que actuó por “ideología religiosa”.
Molins cree que la agresión intentó emular el atentado mortal que perpetraron la semana pasada en el sur de Londres dos jóvenes islamistas británicos de origen nigeriano contra un soldado británico. Y afirmó que el joven decidió atacar al militar de una forma “ciega”, “con la evidente intención de matarle”, simplemente por considerarle un “representante del Estado”.
La historia personal del detenido habla del hijo de “una familia honrada” de la periferia urbana que poco a poco va alejándose del sistema educativo. Alexandre sufrió problemas de adaptación en el colegio y discutió la autoridad de sus padres hasta romper su relación con ellos. Atendido por los servicios sociales durante un tiempo, pasó de ser un joven conflictivo a cometer algunos delitos —robos y posesión de armas— antes de cumplir 18 años. Ahora vivía “aislado y a la deriva”, dijo el fiscal, y no tenía domicilio fijo ni trabajo. La policía cree que dormía en la calle desde hace tiempo.
Su perfil y su recorrido se parecen a los de Mohamed Merah, el joven islamista de Toulouse que hace un año asesinó a tres militares y cuatro miembros de la comunidad judía en Montauban y Toulouse antes de morir acribillado a tiros durante el asalto de las fuerzas especiales de policía. Si Merah se radicalizó en prisión y durante algunos viajes a Pakistán y Afganistán, el agresor de La Défense se hizo fanático en casa.
Su detención se produjo a las seis de la mañana de en La Vérriere, no muy lejos del lugar de residencia de su familia. El joven fue arrestado en la calle, cerca de la casa de un amigo que según la policía es ajeno a los hechos.
Los investigadores pudieron determinar la identidad del asaltante tras hallar su perfil genético en algunos objetos —un cuchillo que no utilizó en el ataque, un jersey y un envase vacío de zumo de naranja— que el joven abandonó en su precipitada huida tras intentar apuñalar al soldado Cédric Cordiez. El ADN fue enviado al Fichero Nacional Automatizado de Huellas Genéticas, y este confirmó el nombre del joven.
El militar herido, de 23 años, recibió un pinchazo muy cerca de la arteria carótida, y se recupera sin problemas de la herida, aunque su novia ha contado que quedó traumatizado por el ataque.
La investigación ha permitido reconstruir los movimientos del agresor en las horas previas a la agresión. El joven compró dos cuchillos en un centro comercial cercano al lugar de los hechos justo una hora antes del ataque. Después, según desvelaron las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad, se puso de rodillas para rezar en el rincón de una tienda. Unos minutos más tarde, se abalanzó sobre el militar y escapó corriendo.
El fiscal Molins calificó su acción como “un intento de asesinato ligado a un atentado terrorista”, y reconoció que el joven no estaba siendo vigilado de cerca por los servicios de inteligencia. “Después de que se le identificara en el rezo callejero no aparecieron elementos que nos indujeran a pensar que era peligroso”, señaló un jefe de la policía judicial.
Las autoridades interrogaron a los padres de Alexandre para tratar de comprender mejor su historia. La detención puede durar un máximo de 96 horas, y cuando termine, el joven comparecerá ante el juez de instrucción. El debate sobre la integración de las minorías religiosas y sobre la radicalización de los jóvenes de las periferias urbanas lleva años en marcha en Francia. El caso Merah, el atentado de Londres y la agresión de La Défense parecen dar la razón a los expertos que afirman que el terrorismo está adoptando nuevas formas.
