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Moscú detiene a uno de los caciques más poderosos de Daguestán por asesinato

A Said Amírov, alcalde de Majachkalá, se le vincula con la muerte de un investigador policial El regidor tiene un ejército privado de cientos de hombres

Saíd Amírov, el poderoso alcalde de Majachkalá, capital de la república norcaucásica de Daguestán, fue arrestado como sospechoso de estar implicado en el asesinato de un investigador policial ocurrido hace dos años. Amírov ha sido llevado a Moscú, después de una impresionante operación en la que participaron blindados, helicópteros y fuerzas especiales del Ministerio del Interior. La inusual medida es interpretada por algunos observadores, entre los que se cuenta la especialista en el Cáucaso Iula Latínina, como un vuelco en la política del Kremlin hacia la explosiva región.

Los policías bloquearon en la mañana varias calles que conducen a la casa del alcalde, y movilizaron tanquetas, helicópteros y destacamentos de élite. Este despliegue era necesario si se tiene en cuenta que Amírov tiene un ejército privado de varios cientos de hombres. El jefe de Majachkalá fue detenido con otras personas, entre las que se encuentra el vicealcalde de la ciudad de Kaspiísk y sobrino de Amírov, Yusup Dzhapárov. A este último se le acusa de participar en la organización de un grupo criminal que se dedica al narcotráfico y también a realizar asesinatos. En total, hay una decena de arrestados, la mayoría de los cuales fueron llevados a Moscú. La investigación de las acusaciones está a cargo del directorio principal del Comité de Investigaciones ruso.

El delito más importante que se les imputa es el asesinato de Arsén Gadzhibékov en diciembre de 2011, cuando este se desempañaba como jefe en funciones del departamento de investigación del distrito Sovietski de Majachkalá.

Amírov, de 59 años, encabeza la administración de la capital daguestana desde 1998, y a fines de abril pasado ganó un concurso de municipalidades y se convirtió en el mejor alcalde de Rusia, distinción que le fue entregada en una sesión solemne de la Duma Estatal o cámara de diputados.

La detención y envío a Moscú del alcalde de Daguestán difícilmente habría sido posible medio año atrás, pero la situación ha cambiado con el nombramiento, en enero pasado, de Ramazán Abdulatípov como presidente de esa república que forma parte de la Federación Rusa. Abdulatípov ha ocupado altos cargos a nivel de Rusia, ha sido ministro, vicepresidente del Gobierno y presidente del Consejo de las Nacionalidades, una de las dos cámaras del antiguo parlamento ruso. No es un cacique regional, como lo eran sus predecesores, sino un político de nivel nacional con gran experiencia que quisiera terminar con al poderío de los clanes, la corrupción y la violencia que reinan en su pequeña república, misión imposible, según opinión de muchos observadores.

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