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OBITUARIO

Víktor Kulikov, halcón de la Unión Soviética

El mariscal fue el jefe militar del Pacto de Varsovia

Viktor Kulikov, en 1942.
Viktor Kulikov, en 1942.YEVGENY KHALDEI (CORBIS)

Con la muerte del mariscal Víktor Kulikov el 28 de mayo, solo quedan dos hombres con el máximo grado militar del eximperio comunista: Vasili Petrov y Dmitri Yázov. Kulikov (Oriol Oblast, Rusia, 1921) fue conocido en Occidente principalmente por el papel vital que le tocó desempeñar como jefe de las tropas del Pacto de Varsovia en la declaración de la ley marcial en Polonia en 1981 por parte del general Yaruzelski, el primer ministro encargado de frenar el movimiento sindical Solidaridad.

Kulikov nació en una familia de campesinos pobres en la provincia de Oriol e ingresó en el Ejército Rojo en 1939. Estudió en la Escuela Militar de Infantería de Grozni, en la de Oficiales de Tanques, en la Academia Militar Frunze y en la del Estado Mayor General.

Tuvo su bautizo de fuego en la II Guerra Mundial, durante la cual llegó a ser jefe de una brigada de tanques. La cima de su carrera militar llegó en los años setenta y ochenta, periodo en el que fue jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la URSS, viceministro de Defensa y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Unidas de los países miembros del Pacto de Varsovia, la organización militar de los Estados socialistas satélites de la URSS de 1977 a 1989.

Kulikov era un halcón que pensaba que se podía ganar una guerra nuclear y que estaba en contra de que la Unión Soviética participara en las conversaciones de Ginebra sobre limitación de armamento. Sostenía que ellas eran solo un truco norteamericano para engañar a la opinión pública, haciéndola creer que querían llegar a un acuerdo cuando lo que perseguían en realidad era obtener la superioridad militar frente a Moscú.

Para Kulikov el Pacto de Varsovia era un instrumento que le permitía al Kremlin mantener la seguridad interna tanto de la misma URSS como del bloque de países socialistas que esta controlaba. Tuvo un papel clave en la declaración de la ley marcial en Polonia en 1981, y en el año previo visitó por lo menos 22 veces ese país, al tiempo que concentraba las tropas soviéticas en la frontera. Jaruzelski justificó sus acciones precisamente con la amenaza de invasión por parte del Kremlin, es decir, argumentó que si no hubiera impuesto el estado de sitio, los soldados soviéticos hubieran entrado en Polonia, versión que posteriormente ha sido puesta en duda y que el mismo Kulikov negó al afirmar que no tenían planes de intervenir.

Contrario a la perestroika de Mijaíl Gorbachov, Kulikov acusó en 1988, después de que el presidente soviético anunciara drásticos recortes en las fuerzas armadas, que este estaba reemplazando el equilibrio de poder existente por un desequilibrio en favor de Occidente. Al año siguiente fue destituido de su puesto de jefe militar del Pacto de Varsovia.

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Después de la desintegración de la URSS fue nombrado consejero del Ministerio de Defensa de Rusia. Distinguido con numerosas condecoraciones, la última fue la Orden por Méritos a la Patria. La recibió en 2001 de manos del presidente Vladímir Putin, cuando ocupaba un escaño en la Duma y encabezaba el comité para asuntos de los veteranos.

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