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OBITUARIO

Pierre Mauroy, figura del socialismo popular francés

Ejerció de primer ministro en el Gobierno de Mitterrand durante tres años

Pierre Mauroy, durante una entrevista en 1988.
Pierre Mauroy, durante una entrevista en 1988.REUTERS / CORDON

Europeísta convencido y figura del socialismo popular francés, el que defendía el “socialismo del día a día”, el ex primer ministro francés Pierre Mauroy falleció ayer en París a los 84 años. Primer jefe de Gobierno tras la elección del presidente socialista François Mitterrand en 1981, dirigió tres Ejecutivos durante tres años movidos hasta que le sucedió un jovencito Laurent Fabius, hoy ministro de Asuntos Exteriores. De viaje oficial a Tokio, fue precisamente Fabius el encargado de anunciar públicamente la desaparición de un “pilar del socialismo democrático”.

“Sirvió a Francia durante momentos excepcionales”, destacó el presidente, François Hollande, quien recordó que dirigió al primer Gobierno de izquierdas de la V República, en el que pilotó el aprendizaje del poder “a la vez con reformas que aún permanecen (la descentralización, las grandes reformas sociales) y también teniendo en cuenta la realidad: fue el hombre de las reestructuraciones industriales, de lo que se llama el rigor económico”. Durante sus años como jefe del Ejecutivo, se aplicaron medidas como la reducción de la jornada laboral (entonces a 39 horas), las grandes nacionalizaciones y la abolición de la pena de muerte. Pero es recordado también como el artífice del giro hacia la política de austeridad, en 1982-1983, en respuesta al creciente desempleo, la rampante inflación y la ampliación del déficit público.

El homenaje de la clase política de uno y otro bando era ayer unánime. “El conjunto de los franceses le estará para siempre agradecidos por su combate incansable por la justicia social”, recalcó el primer secretario del Partido Socialista, Harlem Désir. “Aunque no compartía sus ideas, su recorrido siempre me ha inspirado mucho respeto”, señaló por su parte el presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Coppé.

Nacido el 5 de julio de 1928 en Carignies, un pueblo obrero del norte de Francia, Mauroy era el mayor de una familia de siete hijos, nieto de leñador e hijo de profesor. A los 16 años, en 1945, se adhiere a las juventudes socialistas. En 1947 asistió a su primer congreso de la formación y ya destacó por negarse a comer carne en viernes de Pascua, por respeto al catolicismo de su madre, provocando así el recelo de sus compañeros. “De aquel congreso me vino el rechazo a la demagogia virulenta, al verbalismo izquierdista, al terrorismo del dogma”, contaría más adelante, según recuerda el diario Le Monde.

En 1949 fue elegido secretario general de las juventudes, puesto que mantiene hasta 1958. En paralelo a sus primeros pasos en política, se graduó en la escuela de Cachan para convertirse en profesor de un instituto técnico de Colombes, en las afueras de París, un puesto que ocupó de 1951 a 1956. En el mismo periodo fundó la Federación Nacional de los clubes Léo Lagrange, un movimiento de educación popular.

En 1963 entró en las instancias directivas de la Sección Francesa de la Internacional Francesa, ancestro del Partido Socialista, y en 1965 apoyó activamente a Mitterrand en las elecciones presidenciales que perdió contra el general de Gaulle. Tras los comicios, Mauroy se acercó a Michel Rocard, pero Mitterrand le rescató como portavoz de su campaña en 1981 antes de nombrarle su primer ministro.

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Cansado y desgastado por la política de austeridad, y tras verse obligado a renunciar a la reforma educativa por la presión de las manifestaciones, Mauroy dimitió en julio de 1984. Con 56 años, se centró en su ciudad de Lille, de la que era alcalde desde 1973 y que dejó en 2001 en manos de la actual alcaldesa, Martine Aubry. Pero de 1988 a 1992 asumió el liderazgo de un partido socialista en guerra interna.

Abandonó el Senado en 2011. Unos meses antes había sido condenado a una multa de 20.000 euros, sin obligación de cumplimiento, por “abuso de confianza” por un presunto caso de empleo ficticio en la alcaldía de Lille, una condena que le resultó extremadamente dolorosa.

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