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YVES ROSSIER Secretario de Estado de Exteriores

“La gente teme la llegada masiva de trabajadores de la UE”

El responsable de relaciones exteriores de Suiza cree que sus compatriotas pelean por mantener su particular sistema político y su estabilidad económica

Yves Rossier
Yves RossierPascal Lauener (REUTERS)

El liberal Yves Rossier (Delémont, 1960) habla con una franqueza atípica entre políticos de su altura. No le gusta pararse en el detalle; prefiere tratar de comprender las grandes corrientes y los sentimientos que afloran en la sociedad suiza. Cree que los suizos se sienten amenazados; como si vivieran en una isla rodeada de arenas movedizas. Que tratan de protegerse —se cubre la cabeza con las manos varias veces durante la entrevista— y de pelear por mantener su particular sistema político y su estabilidad económica.

Pregunta. Han limitado la entrada de trabajadores de la UE. La medida es casi simbólica porque afecta a muy pocos, sin embargo han provocado el enfado de Bruselas. ¿Por qué lo han hecho?

Respuesta. Ha sido una decisión política. Hay que tener en cuenta el contexto. La situación financiera de Europa, el paro juvenil en la Unión… son temas que están al pie de la calle en Suiza. Estamos metidos de lleno en este debate. La frontera suiza se cruza 1,5 millones de veces al día. Nos sentimos en medio.

P. Pero su economía va bien.


R. Sí, pero hemos tenido una inmigración muy alta en los últimos años. La población se ha vuelto más contraria a la inmigración debido a la crisis en Europa. La gente teme la llegada masiva de trabajadores de la UE. Sienten una presión sobre sus salarios.

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En Suiza, la mayoría de los impuestos se quedan en el municipio, la gente vota en democracia directa. Quieren sentir que ellos controlan al Estado y no al revés

P. Sí, pero las cifras indican que esa presión no es real, que esas percepciones son eso, percepciones.

R. En política, las percepciones pesan tanto como las realidades, y la gente siente que en Suiza caminamos en una dirección equivocada, que estamos perdiendo el control sobre nuestras vidas. En Suiza, la mayoría de los impuestos se quedan en el municipio, la gente vota en democracia directa. Quieren sentir que ellos controlan al Estado y no al revés. Es lo único que nos une, la cultura política y si creemos que está en peligro, nos sentimos amenazados. Para nosotros es una cuestión existencial.

P. Con la cláusula han querido enviar el mensaje de que el Gobierno tiene la situación bajo control

R. Sí. Muchos suizos sienten que en este clima de globalización se juegan la existencia del país. En los próximos meses habrá votaciones cruciales sobre el control de la inmigración, algo que no sucedía desde los años setenta. El Gobierno peleará para que no salgan adelante.

P. ¿Cómo cambiaría su relación con la UE?

R. Cambiaría totalmente.

P. Bruselas también presiona para que pongan fin al secreto bancario. Las arcas de los Estados necesitan el dinero de los defraudadores.

R. Para nosotros es un signo de identidad. La privacidad es muy importante en nuestra cultura. Que el Estado pueda ir a tu casa y mire en tu cajón o en tu cuenta del banco es algo que a los suizos les parece increíble. Aquí somos muy cumplidores a la hora de pagar impuestos y los suizos no entienden por qué los extranjeros defraudan. En cualquier caso está claro que caminamos hacia el fin del secreto bancario y encontraremos un punto de acuerdo con Bruselas.

P. ¿No temen el aislamiento frente al resto de Europa?

R. Oscilamos entre el miedo al aislamiento y el deseo de permanecer aislados en nuestra diferencia. Nos gusta estar solos, pero también nos da miedo.

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