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Martinelli: “Somos un país en construcción”

El presidente panameño ha destacado que su país, junto con Chile, es el segundo milagro de América Latina

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.Alejandro Bolivar (EFE)

El presidente Ricardo Martinelli definió a Panamá como un “país en construcción” que ha logrado convertirse tanto en un gran destino de inversiones internacionales como en una nación de oportunidades para muchos extranjeros, durante la intervención con la que clausuró el foro organizado por EL PAÍS sobre el buen momento económico que atraviesa el país centroamericano.

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Martinelli precisó que Panamá ha escalado en los últimos años en todos los ránkings de competitividad mundial y se ha convertido, junto con Chile, en el segundo milagro de América Latina, gracias a la profunda reforma educativa llevada cabo durante su Gobierno —“llegó a haber 89 títulos de secundaria diferentes”, bromeó— y a realizar una fuerte inversión en infraestructuras. “Por cada dólar de dinero público invertido, 40 centavos van a infraestructuras”, aseguró.

Ciudad de Panamá vive un auténtico boom en el sector de la construcción. La modernización del aeropuerto internacional de la capital lo convertirá en un importantísimo nudo regional y las obras del metro esperan estar concluidas para febrero del año que viene.

El presidente panameño visitará próximamente Roma para recoger un reconocimiento de la FAO, la agencia de alimentos de la ONU, por haber logrado reducir la pobreza en su país en los últimos años del 38,5% al 25,5% de la población, un porcentaje que está convencido de que seguirá bajando en los próximos años.

Martinelli afirmó que Panamá ya no es un paraíso fiscal y ha salido de todas las “listas negras o grises” de la Unión Europea y recordó la reciente firma de un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

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El presidente panameño también subrayó las facilidades que su país da a los extranjeros, sobre todo a los españoles. “Cuatro españoles ingresan cada día en Panamá y solo tardan un mes en regularizar su situación migratoria o laboral”, afirmó.

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