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La Fiscalía de Río abre una investigación criminal contra Petrobrás

El Ministerio Público examina la compra de la refinería Pasadena por presuntos delitos de malversación y evasión de divisas

Juan Arias

El Ministerio Público Federal en el Estado de Río ha abierto una investigación criminal para examinar la compra de la refinería Pasadena (Texas-EUA) por la brasileña Petrobrás. En la investigación se habla de presuntos delitos de malversación y evasión de divisas.

La Fiscalía ha llamado a declarar a la presidenta de Petrobrás, Graça Foster y a los dirigentes de la época en que se llevó a cabo el negocio. La empresa deberá explicar por qué pagó 1.180 millones de dólares por la refinería que había sido adquirida por Astra en 2005 por 42 millones, es decir, con una revalorización del 1.825%.

La petrolera brasileña ya ha dicho que no se va a pronunciar sobre el asunto. Sin embargo, ante la Cámara de Diputados, Foster justificó la compra afirmando que había sido realizada antes del descubrimiento del pré-sal, previo a la crisis del 2008 y en un momento en el que refinar el crudo presentaba en los Estados Unidos grandes márgenes de lucro.

Los 1.180 millones de dólares fueron pagados por la empresa en dos etapas. 360 en 2006 por el 50% de la refinería. En junio del pasado año Petrobrás pagó 820 millones por el otro 50%, para concluir el litigio con la exsocia Astra.

Según la Fiscalía, dicha cifra fue “supuestamente remitida al exterior sin autorización legal, lo que atenta contra la ley de crímenes contra el sistema financiero”.

Petrobrás deberá entregar a la Fiscalía copia del contrato cerrado con Odebrecht para obras en la refinería, de la auditoría interna justificando la revisión de los contratos y de las actas de reuniones en las que el caso fue tratado.

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La compra de la refinaría está siendo investigada también por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) en Río, un órgano del Gobierno. El fiscal Marinus Marsico, autor de la denuncia, considera que la transacción de la refinería fue “un rotundo fracaso” y que lo mejor sería que Petrobrás asumiese el prejuicio en vez de seguir invirtiendo en ella.

La actual presidenta de Petrobrás, considerada una técnica, fue nombrada por la presidenta Dilma Rousseff tras haber pedido las dimisiones a su antecesor, Sergio Gabrielle, un político del Partido de los Trabajadores (PT) hoy secretario del Gobierno de Bahía, cuya gestión fue muy contestada. Una de las acusaciones era la de haber politizado la petrolera colocando en puestos claves a funcionarios de los partidos en vez de a técnicos.

Foster, que llegó con fama de "poner orden" en la joya de la corona de Brasil, que estaba perdiendo dinero, goza ahora de la total confianza de Rousseff y será la encargada responder a la investigación de la Fiscalía. Por ahora ha preferido el silencio.

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