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Un alcalde mexicano amenazado pide asilo en Estados Unidos

El presidente municipal de Indé, Estado de Durango, sufrió un ataque en 2012 en el que murieron cinco familiares

Inés Santaeulalia

Muy pocos saben dónde está Ernesto Núñez Rodríguez. Y los que lo saben no piensan decirlo. “Su vida corre peligro”, sentencia el presidente del Partido de Acción Nacional (PAN) en Durango, Víctor Hugo Castañeda. El presidente municipal (alcalde) de Indé, un pequeño municipio del Estado de Durango, vive escondido desde el pasado 18 de noviembre, cuando se encontró cara a cara con el crimen organizado. Aquel domingo de otoño Núñez perdió a diez de sus familiares en un ataque que iba dirigido contra él y del que logró escapar ileso. Cinco personas murieron y otras cinco, entre ellas su hijo mayor, fueron secuestradas. De los desaparecidos no se ha vuelto a saber nada.

Siete meses después del crimen, desde su escondite, el aún alcalde ha pedido ayuda a su partido para solicitar asilo en Estados Unidos. “Me pidió que lo ayudara con los documentos legales porque no se siente seguro”, dice Castañeda al teléfono, inmerso en pleno periodo preelectoral. El próximo 7 de julio se renovarán más de 900 alcaldes en 14 Estados, entre ellos el de Indé o el vecino San Bernardo, donde el PAN no tiene candidatos. “Nadie aceptó postularse, por las amenazas”, explica el presidente estatal del partido.

“El Gobierno del Estado de Durango dice que no pasa nada, pero aquello es tierra de nadie”, añade Castañeda. Indé, de menos de 5.000 habitantes, se encuentra muy cercano a la Comarca Lagunera, un polvorín sangriento que sufre desde hace cinco años la disputa entre el cartel de Sinaloa y los Zetas por ese territorio entre los Estados de Durango y Coahuila (norte de México).

El líder panista denuncia el olvido de las autoridades hacia estas localidades, incrustadas en una de las zonas más peligrosas del país. “Son municipios muy pequeños y la policía tiene un armamento como de juguete, una pistolita contra un arma larga de los facinerosos. La policía obedece al crimen organizado o es insustancial. No hay posibilidad de combatir el narcotráfico con eso”, se lamenta. El Ejército, desplegado en varios Estados desde que el anterior presidente Felipe Calderón comenzó la guerra contra el narcotráfico en 2006, solo llega a las localidades como Indé para hacer “rondines”. Es decir, darse una vuelta de vez en cuando. El resto del tiempo, el crimen campa a sus anchas.

En el municipio, desde la huida de Núñez Rodríguez, la alcaldía “está medio funcionando”, según Castañeda. El presidente municipal amenazado solicitó una licencia y se quedó una encargada al frente de la municipalidad. El caso no es único en ese Estado. Ya en el año 2010 asesinaron al alcalde de San Bernardo y su viuda se hizo cargo del ayuntamiento. Este próximo 7 de julio no habrá papeletas panistas en ninguno de los dos municipios. El narco, hasta ahora, les está ganando la batalla.

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Sobre la firma

Inés Santaeulalia
Es la jefa de la oficina de EL PAÍS para Colombia, Venezuela y la región andina. Comenzó su carrera en el periódico en el año 2011 en México, desde donde formó parte del equipo que fundó EL PAÍS América. En Madrid ha trabajado para las secciones de Nacional, Internacional y como portadista de la web.

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