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Las protestas por el precio del transporte llegan a Brasilia y rozan el fútbol

En vísperas del inicio de la Copa Confederaciones surgen protestas sociales en la capital

Juan Arias
Dos jóvenes saltan sobre neumáticos quemados en Brasilia.
Dos jóvenes saltan sobre neumáticos quemados en Brasilia.Y. CH. (AFP)

En la víspera de la apertura de la Copa de las Confederaciones, las protestas han alcanzado este viernes por la mañana a Brasilia, y al fútbol. Siguiendo la ola de Sâo Paulo, Río de Janeiro y Porto Alegre, donde están teniendo lugar desde el pasado día 6 manifestaciones callejeras contra los precios de los transportes públicos, las protestas llegaron esta mañana a la capital de Brasil con nuevas reivindicaciones que ya rozan al deporte rey.

Los manifestantes, convocados por los movimientos de la Articulación Nacional de los Comités Populares de la Copa (Ancop) y de Resistencia Urbana, aislaron las calles próximas al estadio Mané Garrincha, provocaron una nube de humo con la quema de neumáticos y paralizaron el tráfico en protesta contra los altos costes de la obra, que llegaron a 600 millones de dólares.

El movimiento ha presentado diez puntos de reivindicaciones, entre ellos que el gobierno de Brasilia destine otro tanto de lo gastado para el estadio a casas popules. “Ese estadio no atiende a las necesidades de la población y la sociedad de Brasilia ya lo ha entendido. Lo que la gente quiere es que se gaste lo mismo en los barrios pobres", dijo, Tiago Ávila, de 27 años, uno de los líderes del movimiento.

La manifestación duró dos horas y se realizó pacíficamente. El Batallón de Operaciones Especiales estuvo preparado para entrar en acción en cualquier momento. Estaba previsto para esta tarde un encuentro de los líderes de la protesta con el gobierno local de Brasilia.

Las posibles protestas contra la Copa de las Confederaciones que se estrena mañana con el partido Brasil-Japón, y el año que viene quizás contra el Mundial, son ahora una preocupación añadida a los políticos. Después del shock nacional provocado anoche por las violentas manifestaciones de São Paulo, mientras artistas y actrices famosas se han empezado a manifestar a favor de las reivindicaciones callejeras, los políticos empiezan a dividirse y a ser menos agresivos con el movimiento.

Hasta una de las políticas más cercanas a la Presidenta Dilma Rousseff, Ideli Salvati, ministra de relaciones Institucionales del gobierno, ha salido en defensa de las protestas. “El transporte colectivo es un problema real y concreto de la población. Es caro e insuficiente y hay personas que emplean tres y cuatro horas en ir y volver del trabajo”, dijo tras condenar los actos de vandalismo.

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El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, es otro de los convertidos a los manifestantes, y ha aceptado que en Sâo Paulo hubo “extrema violencia policial”. Añadió: “Jamás la policía debe actuar de forma arbitraria y violenta”. Los movimientos de protesta que empiezan a multiplicarse en el país han sido comparados al de Occupy de los Estados Unidos.

La preocupación ahora es que el movimiento de protesta en curso pueda cruzarse y adulterarse con intereses electorales de los políticos en vez de intentar abrir un diálogo con los manifestantes. “El vaivén de los comportamientos de las autoridades muestra que antes de buscar una solución parecen preocupados en sacar tajada de lo que ya no hay dudas que se va a prolongar con consecuencias aún imprevisibles”, ha escrito la columnista de Folha de São Paulo Vera Magalhaes.

El gobernador del Estado de São Paulo, Gerardo Alckmin sigue defendiendo la acción contundente de la policía. Alega que sin ella la ciudad hubiese quedado aún más destruida. Sin embargo, hasta él ha amainado la bandera y ha admitido que serán investigadas posibles acciones ilegales de las fuerzas del orden. Y comenta: “No tenemos compromiso con el error de cualquier lado”. Ha añadido que investigará el “carácter político” del movimiento de protesta que está en pie de guerra en Sâo Paulo desde el pasado día seis.

Alckmin se ha levantado esta mañana con la sorpresa de que el 55% de los ciudadanos de Sâo Paulo se solidarizan con los manifestantes en sus reivindicaciones, según una encuesta de Datafolha. El fotógrafo Sérgio Silva, de la agencia Futura Press, que fue herido en el rostro con una bala de goma de la policía mientras cubría la manifestación, está recibiendo la solidaridad de las redes sociales, al haberse sabido que con probabilidad perderá un ojo, lo que le impediría seguir ejerciendo su trabajo.

Los contrarios al movimiento ya han acuñado también su eslogan irónico. Recordando que la protesta se refiere al aumento de 20 céntimos de real en los transportes, dicen que el movimiento “no vale 20 céntimos”. Aludiendo a lo que un joven había escrito en su camiseta, No disparéis contra mis sueños, uno de los críticos ha llegado a comentar que el verdadero sueño de los manifestantes es que “se escape un muerto”.

Los manifestantes lanzan la consigna “Ven a la ventana”

JUAN ARIAS

El movimiento de protesta de São Paulo contra el aumento de precio en los transportes públicos acaba de lanzar en internet la consigna “Ven a la ventana” y pide a los ciudadanos que coloquen ropa blanca en los balcones en apoyo a la causa.

El motivo es que hay miles de personas que están de acuerdo con el movimiento pero tienen miedo de participar en la calle en las protestas a causa de la violencia de la policía.

“Vamos a cubrir la ciudad de sábanas blancas para demostrar al gobierno el tamaño de la protesta”, dice el manifiesto en facebook al que esta noche se habían adherido ya siete mil personas.

En la noche de este viernes hubo otra manifestación en Sâo Paulo, esta vez pacífica, para protestar contra los gastos de la Copa de las Confederaciones, siguiendo los pasos del movimiento de Brasilia.

En Niteroi, la principal ciudad del Estado de Río después de la capital, tuvo lugar otra protesta pacífica contra el aumento de las tarifas de los transportes. Esta vez la policía acompaño a los manifestantes sin actuar contra ellos.

Las manifestaciones afectan ya a siete ciudades del país.

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