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Tres semanas sin noticias de los 12 jóvenes desaparecidos en México DF

El fiscal afirma que mañana informarán a los familiares de “avances significativos” en la investigación

Pablo de Llano Neira
Protesta de familiares de los desaparecidos.
Protesta de familiares de los desaparecidos.m. guzmán (EFE)

Este lunes se han cumplido 22 días de la desaparición de 12 jóvenes en un after-hours del centro de México DF y de momento no hay noticias de su paradero. Esta mañana, el fiscal de la capital, Rodolfo Ríos, afirmó que “cada hora que pasa vamos teniendo avances significativos”. Mañana se reunirá con los familiares de las víctimas para darles esa información.

Los familiares tienen diferentes opiniones sobre la evolución de la investigación. Jair Ramírez, primo de Jerzy Ortiz, el único menor de edad entre los desaparecidos, de 16 años, considera que el caso está atascado. “Están donde nosotros los dejamos. Tardaron dos semanas en confirmar que estaban en el lugar y que eran 12, nada más, no ha habido más avances”. También es crítica Ana María Vargas, madre de Said Sánchez, de 19 años. “Esperemos que mañana nos den información, porque nos salen con lo mismo cada semana. ¿De qué sirve que digan que tienen pistas, si seguimos en lo mismo?”. María Fonseca, hermana de Eulogio Fonseca, de 26 años, mantiene la confianza en la fiscalía: “Hasta ahorita avances relevantes no hay, pero el Gobierno sí se está esforzando, lo que pasa es que no pueden decirnos mucha información, porque es confidencial”.

Los 12 jóvenes desaparecieron el domingo 26 de mayo en la discoteca After Heavens. La fiscalía ha podido comprobar con vídeos de la zona que un grupo de personas los raptó a la entrada del local y se los llevó en coches. La fiscalía afirma que no se ha detectado que usasen armas para intimidarlos. Al inicio del caso las versiones de los familiares indicaban que el rapto lo había llevado a cabo un comando con armas largas y furgonetas. Las pruebas de la fiscalía no corroboran eso, e indican que los responsables (17 personas) actuaron con ocho vehículos y sin la estructura operativa de una organización criminal. Hasta la fecha, ninguna de esas personas ha sido detenida, aunque la fiscalía asegura que tiene retratos robot de varios de ellos.

"Cada semana nos salen con lo mismo", critica la madre de uno de los 12 desaparecidos

Las autoridades tienen la hipótesis de que se trata de un asunto de pandillas, aunque por ahora no ha definido de qué clase de pandillas se trata ni cuál sería el motivo del rapto. De acuerdo con el testimonio de uno de los testigos entrevistados por la fiscalía, podría tratarse de un conflicto entre las bandas de La Unión y de Los Tepis, dos grupos del barrio popular de Tepito, de donde son la mayoría de los desaparecidos, pero el fiscal ha subrayado que se trata de una línea de investigación basada en un solo testimonio.

El viernes un miembro de la investigación se desplazó a una cárcel del Estado de Sonora (en el norte de México) para tomar declaración a Jorge Ortiz, padre de Jerzy Ortiz. Este hombre está preso desde hace diez años por extorsión, y supuestamente era un peso pesado del hampa en el barrio de Tepito. En estas tres semanas se ha especulado que el caso podría estar vinculado al pasado delictivo de Jorge Ortiz, conocido como El Tanque. Su esposa, Leticia Ponce, afirmó el sábado a EL PAÍS que su marido no sabe nada de lo ocurrido y que simplemente está a la espera de tener noticias de su hijo.

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El caso tiene otros tres puntos de referencia por aclarar. Dos días antes de la desaparición de los jóvenes fue asesinado un pequeño traficante de droga en una discoteca cercana al After Heavens, y 12 días después de la desaparición fueron asesinadas a tiros cuatro personas en un gimnasio de la zona de Tepito. El 21 de abril desaparecieron otros cinco jóvenes en otra discoteca de México DF. El fiscal ha dicho esta mañana que este último hecho se está investigando por separado.

Estos acontecimientos, en especial el de los 12 desaparecidos, ante el que las autoridades locales reaccionaron con lentitud, ofreciendo información contradictoria y con una torpe política de comunicación, ha provocado una crisis de confianza en el Gobierno local. México DF mantenía hasta ahora una imagen de ciudad segura en medio de un país afectado por la narcoviolencia, una idea que el caso de los desaparecidos ha puesto en duda.

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