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Marcelo Ebrard reta a Peña Nieto a debatir la reforma de Pemex

En una entrevista con EL PAÍS, el exalcalde de la capital mexicana exige un debate cara a cara con el presidente, tras declarar éste que ha pactado con la oposición reformar la Constitución para permitir inversión extranjera en la petrolera

Marcelo de Ebrard.
Marcelo de Ebrard.PEP COMPANYS

Marcelo Ebrard, exalcalde del Distrito Federal (2006-2012) y frustrado aspirante presidencial en las elecciones del año pasado, demandó este miércoles al presidente Enrique Peña Nieto debatir, cara a cara y pronto, la reforma a la Constitución anunciada en Londres por el mandatario priista para permitir la inversión privada en Pemex, una modificación que rompería un tabú en la identidad de México, surgido tras la nacionalización de la industria petrolera en 1938. En entrevista con EL PAÍS, Ebrard afirmó también que su grupo político, el Partido de la Revolución Democrática, debe reunirse de emergencia para despejar las dudas sembradas por Peña Nieto durante su asistencia a la cumbre del G8 celebrada en Reino Unido. El PRD vive "una crisis de confianza", dice.

El presidente mexicano declaró al Financial Times que los principales partidos que firmaron el Pacto por México –incluido el PRD- están de acuerdo con el cambio de la Constitución. Concretamente afirmó: “Hay diferentes opciones sobre lo que la reforma debería ser, pero tengo confianza en que será ‘transformacional’. El diario británico escribe que Peña Nieto agregó que la reforma incluiría “los cambios constitucionales necesarios para dar certidumbre a los inversores privados”.

Ebrard ha sido el primero en rechazar la propuesta de Peña Nieto. “Grave error estratégico para México la privatización de Pemex que Peña ofrece a USA y Reino Unido, el PRD debe oponerse enérgicamente”, publicó el martes en su cuenta de Twitter. Horas después, EL PAÍS conversó con el ex jefe de Gobierno del DF en su oficina del capitalino barrio de La Condesa.

Pregunta. Quien fuera considerado un alcalde de vanguardia parece no estar dispuesto ahora a discutir otro modelo para Pemex que no sea el concepto nacionalista e histórico, cuando todo mundo sabe que Pemex no es lo que debería ser y que necesita de inversión extranjera para modernizarse. ¿No se equivoca al rechazar la reforma del artículo 27 de la Constitución?

Respuesta. No. Creo que el error es plantear que se cambie el artículo 27 porque México no tiene recursos o conocimientos para desarrollar la exploración en aguas profundas. Yo no estaría de acuerdo… entonces la pregunta sería ¿para qué expropiamos?

P. La expropiación fue en 1938.

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R. No importa. En esencia es la misma discusión. ¿Pemex necesita cambios? Sí. ¿Pemex es una empresa que tiene una contribución fiscal enorme? Sí. Durante muchos años se ha pospuesto la inversión en Pemex porque no se ha querido hacer una reforma fiscal, pero cambiar el régimen de propiedad de nuestra nación sobre el petróleo no me parece que sea la solución. Puede haber otras razones, pero las que se están aduciendo son muy malas, poco creíbles. ¿Con qué vamos a pagar el capital de riesgo?, esa es la pregunta. ¿Con las reservas petroleras? Bueno, es un planteamiento. Yo no estoy de acuerdo.

P. Pemex no tiene la tecnología para explotar más sus reservas…

R. Se pueden hacer inversiones en tecnología, se puede comprar la tecnología. No creo que sea indispensable que cambies el artículo 27 para lograr ese objetivo.

P. En este debate parecería que la izquierda mexicana está manejando un discurso de ambigüedad calculada y buscando posibles réditos electorales...

R. Es lo mismo que nos ofrecieron cuando privatizaron la banca. Fue el mismo argumento. Entonces se nos dijo: “Vamos a hacer un centro financiero internacional, México no puede, no tenemos grupos nacionales para hacer bien la tarea bancaria”. Ese fue el argumento de José Ángel Gurría (entonces ministro de Hacienda).

P. ¿Cuál es su propuesta para que Pemex sea lo que tiene que ser?

R. Pemex tiene que tener autonomía y hay que reducir su contribución fiscal para poder aumentar su tasa de inversión. Es una empresa que se está manejando con una subordinación extrema a Hacienda. Se puede manejar mucho mejor, es una empresa muy rentable. El problema es que no se ha querido hacer una reforma fiscal que toque el ingreso sobre la renta en México durante 30 años. Pemex ha sido una coartada para posponer la reforma fiscal. A mí no me parece que el camino sea: como no quiero hacer una reforma fiscal y necesito recursos, entonces voy a cambiar el artículo 27 de la Constitución, porque eso es lo que están planteando.

P. El Gobierno del PRI dice que sí quiere hacer una reforma fiscal…

R. No la conocemos… No hay nadie que diga que Pemex se quede como está. La ambigüedad calculada es la del Gobierno. El presidente va a Londres y afirma: voy a abrir la Constitución, este es un cambio histórico, y lo tengo pactado; y hoy cambia y dice: no la verdad es que vamos a modernizar y liberalizar. Hay una diferencia entre lo que está ofreciendo afuera y lo que está dispuesto a defender adentro. El debate lo abre él, no es un debate que abra la izquierda para ganar el 7 de julio [día de las elecciones regionales y municipales en 14 Estados].

P. El presidente del PRD, Jesús Zambrano, dijo en una reciente entrevista con EL PAÍS que sí estaba dispuesto al menos a discutir que se modifique el artículo 27. ¿Está de acuerdo?

R. No. Yo no estaría dispuesto y no coincido con eso. El articulo 27 y Pemex es un punto de identidad importantísimo para las diferentes izquierdas mexicanas por razones de convicción. Hasta ahorita no conocemos la propuesta de Peña Nieto. Para nosotros es muy mala señal que vaya a Londres a hacer ese anuncio.

P. ¿No cree que Pemex está privatizada de hecho? Por ejemplo, en manos de un sindicato corrupto….

R. Nadie está defendiendo a [Carlos Romero] Deschamps [el líder del sindicato], él es del PRI. Ni estamos defendiendo la mala gestión, ni que todo se quede como está. No minimicemos lo que Peña Nieto declara y su propósito estratégico. Vamos a obligarlo a sacar de la mesita del Pacto de México de qué se trata. No hay un debate público sobre esto. Ha habido muy mala gestión en Pemex, y sí, hay opacidad, pero creo que se puede y se debería manejar de una manera distinta. Si no fuera así, habría que concluir entonces que somos un fracaso como país, un Estado fallido en versión Pemex.

P. ¿Hay que sacar este debate del ámbito del Pacto por México?

R. Sí.

P. ¿Confía en el presidente del PRD, Jesús Zambrano, para este debate?

R. (Mueve la cabeza de un lado a otro) A mí me preocupa mucho que Peña Nieto diga que lo tiene acordado y Zambrano nos diga que no conoce la propuesta.

P. ¿Va usted a ser el nuevo Andrés Manuel López Obrador, el protagonista del rechazo a la inversión privada en Pemex?

R. No aspiro a ser López Obrador. Creo que el debate sobre la reforma fiscal y energética es de tal importancia para el futuro del PRD, que de ninguna forma podríamos o deberíamos ir a una negociación corta que pueda significar el principio del fin para el PRD, y entonces darle la razón a quienes han pensado primero, que la izquierda se va a dividir y segundo, que no se puede más que organizar protestas en las calles. El PRD es el principal instrumento de la izquierda mexicana y hay una ambigüedad en su dirección. No denuncio a Zambrano, pero cuando menos lo he visto ambiguo, y me parece que para un debate de este tamaño sí debería existir una discusión en el partido y lograr un consenso.

P. ¿No es López Obrador el principal instrumento de la izquierda?

R. No, es el PRD que tiene 22 senadores. El partido que va a decidir si pasa la reforma constitucional es el PRD. Al PRI sí le alcanza para aprobarla sin el PRD, con los votos del PAN (Partido Acción Nacional), pero ahí se agotaría el Pacto. No creo que el PRD deba ni pueda ir a un cambio del artículo 27 constitucional.

P. ¿Le pediría un debate directo sobre este tema al presidente Peña Nieto?

R. Sería indispensable.

P. ¿Se lo exige?

R. Sí, un debate público, informado, vis à vis y a brevedad, porque él dice que electoralmente no le conviene discutir esto antes de 7 de julio, pero al país sí le conviene. Sintetizo: el señor tiene una iniciativa de reforma ya resuelta, ya eligió la ruta que va a seguir su Gobierno, se la plantea al G8 que son los países más poderosos y mejor informados del mundo, por lo que no puede ser algo superficial, tiene que estar avanzado. Y dice, no quiero discutirlo ahora, lo discutimos dentro de dos meses. No, lo discutimos ahora. El señor va a tener que explicar y debatir en México lo que fue a proponer allá. Creo que es una demanda razonable. Si el señor trae una línea estratégica que nos diga por qué y hasta dónde va a llegar y cuánto vamos a pagar de la renta per cápita y por qué no se puede hacer de la manera que nosotros decimos. Puedes cambiar el artículo 27, invitar a la inversión de empresas norteamericanas o europeas, y que se quede todo como está porque no tocas a Romero Deschamps. No estoy en una posición conservadora.

P. Su oposición a la apertura de Pemex podría costarle el apoyo de las clases medias.

R. Me dijeron lo mismo cuando la legalización del aborto en el DF. Creo que hay convicciones que tienes que defender. No puedes pretender transitar por el mundo sin que te cuesten las cosas. Pero no estaría tan seguro de perder ese apoyo; en un debate informado va a haber seguramente posiciones muy distintas. Son temas muy polémicos como fue la interrupción del embarazo o los matrimonios del mismo sexo, seguramente hubo sectores a la que no le gustó, pero este es un debate mayor para nosotros. Si no tenemos razón en este debate habría que definir qué es la izquierda en México. Si no tenemos razón en esto ni en materia fiscal, ¿en qué tendríamos razón?

P. ¿El debate incluirá salir a las calles?

R. Pienso en hacer el debate en el ámbito primero parlamentario, y en los medios, en las redes sociales. No vamos a ganar este debate a base de marchas. Aunque no las excluyo ni las condeno. Este debate debe llevarse al Congreso. Si va a ser una reforma constitucional la que pretende Peña, ahí debe darse la discusión.

P. Usted no es congresista.

R. Creo que todos tenemos que opinar, finalmente el debate va a pasar por las cámaras porque es una iniciativa de ley. Si hay una protesta muy grande, igual participamos junto con otra gente. El método por el que pensaría que podemos ganar esto es debatir y discutir informadamente por qué ese camino no es el mejor.

P. ¿Si el PRD se divide en este tema, se acaba?

R. Creo que sí. Aprobar la reforma del artículo 27 es el principio del fin del PRD, porque ni siquiera te habrían consultado. Hoy hay una crisis de confianza en el partido. ¿Cómo resolverla? Hagamos un Consejo y después un Congreso. Precisemos qué podemos apoyar y qué no, cuál es nuestra postura.

P. Cambiando de tema, ¿qué está pasando en el Distrito Federal?

R. Ahí mejor no me meto, no ahorita. Yo ya fui jefe de Gobierno.

P. Se dice que le está moviendo la silla al nuevo alcalde.

R. ¿Qué ganaría yo con moverle la silla?, eso es poner en riesgo la ciudad, es abrirle el camino al PRI.

P. Parece que el actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, tiene muchos enemigos.

R. Yo no estoy entre sus enemigos. Al contrario.

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