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La ley de inmigración se acerca a la votación final en el Senado

La normativa puede ser sometida a votación en el pleno de la Cámara Alta la semana que viene

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.YURI GRIPAS (REUTERS)

El Senado de Estados Unidos respaldó este lunes una enmienda a la ley de reforma del sistema de inmigración imprescindible de cara a la aprobación final del proyecto legislativo. La Cámara Alta, con más de 60 votos a favor, apoyó la inclusión de un artículo planteado por una coalición bipartidista y que reforzará la seguridad en la frontera. El avance de esta enmienda allana el camino para que el Senado vote la legislación la semana que viene, cumpliendo con los plazos más optimistas.

El presidente Obama aseguró este lunes durante una reunión con empresarios que la legislación se encuentra en un momento "crítico". El respaldo logrado por la enmienda, considerada como imprescindible para el futuro de la legislación, deja a los republicanos sin apenas opciones para evitar que la legislación sea aprobada en el Senado. “Pido a los senadores que sometan la legislación a voto y espero que logren el mayor apoyo posible, para que podamos enviar el texto a la Cámara de Representantes y terminar este asunto cuanto antes”, aseguró Obama horas antes de la votación.

El ‘Grupo de los Ocho’, como se conoce a los senadores demócratas y republicanos que lanzaron las negociaciones de la reforma el pasado mes de enero, confía ahora en contar con los 60 votos necesarios para que avance la legislación final, un optimismo ratificado por la votación de este lunes. El apoyo a la enmienda de la frontera por parte de todos los senadores demócratas y de cerca de una docena de republicanos refleja además el verdadero respaldo con el que cuenta una ley que supone la mayor reforma al sistema migratorio en los últimos 30 años.

Los demócratas esperan que, al reconocer las  exigencias republicanas, la oposición carezca de argumentos para no apoyar la legislación

Y también aumentará la presión sobre la Cámara de Representantes, donde los conservadores pueden plantear una mayor oposición a la ley. Los demócratas confían en que el éxito en el Senado obligue a los republicanos a replantearse su oposición a un texto que cuenta con el respaldo de la Casa Blanca -su éxito es una apuesta personal del presidente Obama-, y de los principales sectores económicos y sociales del país.

La enmienda supone una inversión de 30.000 millones de dólares para reforzar la seguridad en la frontera, duplicar el número de agentes que la vigilan y expandir el muro que separa México de EE UU. “Cada vez tenemos más votos de apoyo”, anunció el senador demócrata Chuck Schumer el pasado viernes. “Todavía no hemos superado la marca de los 70, pero estamos logrando mucho respaldo y esta enmienda es una gran ayuda”.

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Desde el comienzo de las conversaciones, los republicanos más conservadores habían argumentado que si la ley no incluía medidas como éstas, no respaldarían el texto final de la normativa. Otros exigieron que se congelara cualquier proceso de regularización de indocumentados hasta que la frontera fuese totalmente segura. Los demócratas sólo han accedido, de momento, al aumento de presupuesto para vigilar la región. Esperan así que, al reconocer cuantas más exigencias republicanas puedan, la oposición carezca de argumentos para no apoyar la legislación.

La seguridad en la frontera es además uno de los asuntos que más división inspiran entre los estadounidenses. Según un estudio del Centro Pew, un 49% de los ciudadanos respalda que los indocumentados puedan regularizar su situación mientras se procede a reforzar la frontera, pero un 43% asegura que deberían esperar.

El acuerdo para enmendar la normativa y aumentar los recursos destinados a seguridad fronteriza llegó la pasada semana apenas unos días después de que la Oficina de Presupuesto del Congreso revelase que la legislación puede reducir en un billón de dólares el déficit público de EE UU en las próximas dos décadas.

De momento, los demócratas han logrado que no se imponga una condición que según ellos podría retrasar la regularización de indocumentados de manera indefinida. Pero en la Cámara de Representantes la legislación no será recibida con la misma acogida. El portavoz de la mayoría republicana, John Boehner, quien ya reconoció que su partido necesita respaldar la reforma como vía para recuperar el voto de los hispanos, asegura ahora que ni siquiera propondrá un voto de la legislación si no convence a los conservadores.

“Puede que la normativa sea aprobada por el Senado”, auguró Rand Paul, uno de los representantes del Tea Party, “pero morirá nada más llegar a la Cámara de Representantes. Paul es además uno de los defensores de que no comience la regularización de indocumentados hasta que se selle la frontera, algo que debería ser ratificado además por el Congreso.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, confía en celebrar la votación final antes del receso de verano, que comienza el próximo 4 de julio. Si obtiene su aprobación, deberá ser ratificada después por la Cámara de Representantes.

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