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“El desempleo es una amenaza para la misma idea de Europa”

El periodista británico Gavin Hewitt relata en el libro 'Europa a la deriva' los peligros que acechan a la UE. Los peores son el paro y la falta de horizonte para la juventud

Guillermo Altares
El periodista Gavin Hewitt, en Madrid.
El periodista Gavin Hewitt, en Madrid.P. Cosano / Grupo Anaya

El periodista Gavin Hewitt (Londres, 1951) hace un minucioso relato de la crisis en su libro Europa a la deriva (Alianza Editorial). Su título es toda una declaración de principios sobre la situación en la UE, un viaje a ninguna parte que ha cubierto como corresponsal de la BBC. El libro es un reportaje puro, lleno de detalles y anécdotas jugosas, desde el estupor del Gobierno griego cuando descubrió que su antecesor habían maquillado las cuentas hasta los aeropuertos sin aviones de España o los gestos de desprecio de Sarkozy hacia Berlusconi. Cumbre a cumbre, decisión a decisión, Hewitt relata como Europa ha conseguido sobrevivir al temporal, sin signos claros en el horizonte de que haya amainado. La clave de la supervivencia de la UE está para Hewitt en dar un horizonte a los jóvenes. "El desempleo es una amenaza para la misma idea de Europa", asegura en una entrevista reciente celebrada en Madrid. Este jueves arranca una cumbre europea en Bruselas que tiene precisamente en la agenda la lucha contra el desempleo juvenil.

Pregunta. En un reportaje de The New York Times sobre la salida de los inmigrantes hacia sus países en medio de la crisis, uno de ellos decía: “Éste es mi plan B ¿Cuál es el suyo?”. ¿Existe un plan B para los jóvenes de los países europeos más golpeados por la crisis?

Respuesta. Europa ya no se enfrenta solo al reto de revitalizar la idea de la UE, su reto actual es si puede proporcionar trabajo y un futuro para la gente joven. Ese es el desafío. Hace poco entrevistaba a un alto dirigente europeo y me dijo: “Europa tiene dos años. Si al final de este periodo no vemos que el empleo crece y el paro desciende, cualquier cosa puede pasar”. Cuando le pregunté qué significaba eso, me dijo que no podemos saber a partir de ese momento qué ocurrirá con la gente y si los países mantendrán su compromiso con la moneda única o con la idea de Europa. Por eso soy tan prudente cuando los funcionarios europeos dicen que la crisis ha terminado. Las estadísticas pueden apuntar hacia un futuro un poco más esperanzador pero decir que la crisis ha terminado con esos datos de paro, me parece muy difícil de sostener. Comparto lo que me explicó en diciembre el ministro de Economía alemán, Wolfgang Schäuble: “Nos quedan muchas dificultades por delante”. Los hechos son los hechos y, por ejemplo España, el dato es que el país sigue en recesión.

P. ¿Cuándo asegura que la idea de Europa está en peligro se refiere también a todos esos partidos, desde el UKIP británico hasta el Movimiento Cinco Estrellas del italiano Beppe Grillo, entre los que hay enormes diferencias pero que comparten un rechazo a la UE? ¿Existe el peligro de que dentro de que, después de las elecciones de mayo de 2014, nos encontremos con un Parlamento Europeo antieuropeo?

R. En Bruselas hay cada vez una mayor ansiedad en torno a las próximas elecciones europeas, no se sabe lo que va a ocurrir. Para muchos dirigentes del continente se trata de las elecciones más importantes desde que se fundó la UE. En Francia, por ejemplo, las encuestas sugieren un apoyo enorme para el Frente Nacional. UKIP, que es diferente, también puede tener un resultado importante. Beppe Grillo y su movimiento Cinco Estrellas es una incógnita porque no tuvieron un resultado tan bueno en las elecciones locales y tal vez tuvieron su mejor momento cuando lograron el 26%. Lo que es cierto es que en toda Europa se vive un sentimiento contra el establishment, porque los políticos no están proporcionando lo que importa a la gente. Puestos de trabajo es lo más obvio. Hace dos semanas, en una conferencia sobre el empleo en París todos decían que temían, especialmente en el sur de Europa, que toda una generación se asentase en el antieuropeísmo. Nunca antes había escuchado a François Hollande hablar de “resentimiento contra Europa”. Muchos dirán que se tenían que haber movido antes pero lo que veo ahora es que el desempleo es una amenaza para la misma idea de Europa.

P. Una de las sorpresas de su libro, y tengo dudas de que sea una idea muy popular en España, es que Merkel es descrita como una política más flexible de lo que se suele pensar, que acaba por aceptar cosas de las que en un principio está en contra, pero que al final se da cuenta de que son el mal menor.

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R. Creo que hay diferentes Angela Merkel. Al principio, pensó que cada país debía enfrentarse a la crisis con sus propios medios. Entonces llegó el primer rescate griego y fue persuadida, en parte por los estadounidenses y en parte por sus propios asesores: “Si Grecia se hunde, otros países irán detrás”. En un principio, Merkel estaba convencida de que tenía un papel esencial que jugar en salvar la moneda única y que para eso había que pagar un precio. Y estaba convencida entonces y lo está ahora de que eso solo se puede conseguir a través del control de los presupuestos y lo que llama reformas estructurales: reformas laborales que liberalicen el mercado de trabajo. Si eso ocurre, los alemanes estarían dispuestos a ayudar en la lucha contra el desempleo. Es cierto que todo esto llega muy tarde pero que refleja que los alemanes se han dado cuenta de que se necesita hacer más cosas en este sentido para salvar el proyecto europeo. Creo que ella es consciente de que se tienen que tomar más medidas, pero sigue siendo una líder muy prudente a la que le gusta tomar decisiones en el último momento. 

P. ¿Y no cree usted que con la austeridad se intenta cambiar el modelo social de Europa? 

R. Merkel dijo que “Europa representa el 7% de la población del mundial, su economía representa el 25% de la economía mundial, pero sus gastos en el estado del bienestar representan el 50%”. Creo que ella piensa que eso no es sostenible. Una de las grandes cuestiones que se plantean durante esta crisis es si el estado del bienestar que se creó tras la II Guerra Mundial es sostenible o tendrá que haber cambios significativos. Y, si los hay, será doloroso. Se puede ver clarísimamente lo difícil que es en un país como Francia, donde François Hollande lleva más de un año en el poder y tiene que plantear a los franceses que su forma de vida va a cambiar, algo muy difícil de plantear. Los alemanes siempre exigen a los franceses que pongan en marcha estas reformas. Debajo de esta crisis, están en juego conceptos muy fundamentales para Europa.

P. ¿Cree que el Reino Unido se va a ir de la UE?

R. Creo que si Cameron es reelegido, convocará un referéndum sobre la permanencia en 2017 o 2018. Afirmen lo que afirmen las encuestas ahora, no son significativas de lo que dirá la gente en el momento de votar. Cameron quiere impulsar reformas en Europa. Si son reformas para toda la UE, puede tener apoyos, si se trata de cambios que solo ayudan al Reino Unido, no. El problema para Cameron es que tal vez consiga algunas reformas, pero no creo que se sean suficientes para aquellos que dudan de la permanencia. No me atrevo a predecir cómo puede acabar esto. El problema es que para el Reino Unido el principal motivo de estar en la UE es el mercado único, en otros países es la misma idea de Europa, la integración, lo más importante. No sé si se puede superar esa diferencia.

P. ¿Cómo ve usted la situación en España? ¿Ve brotes verdes?

R. Creo que antes que nada es importante que los europeos sepan que España no es como Grecia y lo dejo muy claro en mi libro. La economía griega cayó un 27% en los últimos cinco años, algo de lo que no existen precedentes. Y hay partes de Atenas que ya no parecen una ciudad de la UE. Pero cuando se mira cómo están luchando en España algunas pequeñas ciudades para pagar sus deudas y uno se encuentra con mucha gente que lleva mucho tiempo sin cobrar, uno se da cuenta de que debajo de la superficie hay una sociedad vibrante pero en la que muchos individuos están sufriendo mucho. Eso es lo que he querido explicar y por eso me he centrado sobre todo en ciudades pequeñas, en gente que lleva ocho meses sin cobrar o que ha sido expulsado de sus casas. Alguna de esas cosas están cambiando, aunque ahora España sigue en recesión y la OCDE cree que seguirá en recesión al final de este año. Pregunta. Y el paro es un drama sin precedentes en Europa. Y muchos expertos creen que seguirá empeorando antes de mejorar. 

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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