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El discreto reclamo del Senado de México ante la amenaza de la muralla

La Comisión Permanente de la cámara dice que la seguridad de la frontera "debe resolverse bilateralmente" El PRI insiste en que la política de inmigración es “asunto interno” de EE UU

Raquel Seco
Frontera de Nogales, entre EE UU y México.
Frontera de Nogales, entre EE UU y México.MARK RALSTON (AFP)

Gobierno y Senado de México se han mantenido en un discreto segundo plano tras la aprobación este jueves de la reforma migratoria en el Senado de EE UU. La medida, que abre la vía a la regularización de 11 millones de emigrantes indocumentados, la mayoría mexicanos, va acompañada de fortísimo reforzamiento de la seguridad en la frontera (1.126 kilómetros más de muro, el doble de agentes y supervisiones aéreas). El silencio reinante se explica por la postura gubernamental: Enrique Peña Nieto dejó claro en la reciente visita de Barack Obama que la política migratoria es un “asunto interno”. El discreto reclamo del Senado, que por ley debe influir en la política exterior de México, ha consistido en la aprobación de punto: "La Comisión Permanente del Congreso de la Unión manifiesta su rechazo y preocupación ante las medidas adoptadas por el Senado de los Estados Unidos de América, para fortalecer con el uso de tecnología militar y la ampliación del muro la frontera común, asunto que debe resolverse bilateralmente".

La comisión solicita al Senado que "establezca a la brevedad contactos de alto nivel con el Senado de EE UU, a efecto de que la reforma migratoria promueva de manera integral y respetuosa los derechos humanos, y que a la vez impulse mecanismos de cooperación ue detonen la inversión y estimulen el comercio en la franja fronteriza para consolidarla en un paso ágil, moderno, seguro y productivo".

A este reclamo se sumará el envío de un grupo de senadores para dialogar y “sensibilizar” a sus homólogos estadounidenses, según Marcela Guerra, senadora del PRI.

Guerra subraya la autonomía del país vecino en materia migratoria, e insiste en que el cometido del Gobierno no es influir en su política. “Es un asunto interno. Lo que sí es que no nos exime de decirles a los americanos en qué nos afecta su política interna. Estamos obligados a comunicarnos. En la comisión permanente se ha dictaminado la creación de un grupo al más alto nivel que viajará a EE UU para establecer un diálogo respetuoso y sensibilizar a los senadores”, señala por teléfono.

“Nuestro desafío principal es el crecimiento sostenido y sostenible, con cohesión social. Y brindarle a los connacionales que habitan en la ilegalidad en EE UU soporte consular y asesoría en sus derechos”, agrega. Aun así, la priista es crítica con las nuevas medidas de seguridad. “Frontera segura no es lo que están haciendo […] En lugar de unir a los pueblos los están separando”, dice por teléfono.

“No va a resolver el problema migratorio y va a llevar a cambios importantes, sobre todo en la convivencia de las comunidades de ambas partes de la frontera”, apunta Armando Ríos Piter, senador del PRD. “No es un asunto exclusivamente interno. Tiene que ver con la condición de muchos millones de mexicanos, una relación que es bilateral […] y la forma en que dos países que se suponen socios comerciales entienden su relación”.

“Son medidas que no se deberían adoptar ante un socio comercial tan importante como México, que además es una nación con la que Estados Unidos ha reafirmado una asociación estratégica que se caracteriza por su complementariedad económica, demográfica y social”, opina Gabriela Cuevas (PAN). “En el Gobierno no se generó ese debate porque se siguió la falsa premisa de que la reforma migratoria es un “asunto interno”. En cambio, en el Senado de la República se ha insistido mucho en la pertinencia de discutir y analizar estas medidas que todavía pueden sufrir modificaciones. Por ejemplo, durante las comparecencias de los cónsules que fueron ratificados para diversas circunscripciones de la Unión Americana, los senadores cuestionamos las acciones que emprenderían ante una eventual reforma migratoria. De igual manera, se han organizado foros con especialistas y académicos donde se han discutido diversos temas bilaterales”, dice Gabriela Cuevas. 

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Sobre la firma

Raquel Seco
Periodista en EL PAÍS desde 2011, trabaja en la sección sobre derechos humanos y desarrollo sostenible Planeta Futuro. Antes editó en el suplemento IDEAS, coordinó el equipo de redes sociales del diario y la redacción 'online' de Brasil y trabajó en la redacción de México.

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