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El piloto trató de abortar la maniobra un segundo y medio antes del aterrizaje

El Boeing 777 que se estrelló en San Francisco volaba significativamente despacio y muy bajo, según los inspectores

El Boeing 777 estrellado en San Francisco.
El Boeing 777 estrellado en San Francisco.Josh Edelson (AFP)

Un segundo y medio antes de aterrizar, el piloto del avión accidentado el pasado sábado en San Francisco trató de abortar la maniobra", según las conclusiones iniciales de la investigación. El reflejo llegó tarde y no pudo evitar que el avión se estrellase y que dos adolescentes muriesen en el siniestro.   

El equipo de investigación del National Transportation Safety Board (NTBS), encargado de la investigación del accidente en San Francisco, ha revelado en rueda de prensa las pesquisas preliminares sobre las causas del siniestro. De acuerdo con la investigación, el Boeing 777 iba más despacio de la velocidad normal aconsejable a la hora de aterrizar y volaba muy bajo.

“Los datos de las grabaciones no muestran ninguna evidencia de que se produjesen discusiones o llamadas de emergencia en el momento del aterrizaje”, ha asegurado, en rueda de prensa en el aeropuerto de San Francisco, la responsable del equipo de investigación del NTBS, Deborah Hersman. 

También ha dicho que “siete segundos antes del impacto el piloto automático del avión alertó sobre la necesidad de incrementar la velocidad”, sin tiempo material para hacerlo. 

Los investigadores no han detectado ninguna anomalía en el aparato, que volaba desde Shanghai, con escala en Seúl, hasta San Francisco. El sistema de aterrizaje del aeropuerto no estaba operativo cuando se produjo el accidente, pero según ha indicado Hersman, “estaba inoperativo desde el 1 de junio, por obras en el aeropuerto, y no se habilitará hasta el 22 de agosto”. Sin embargo, explicó, “en estos casos se utiliza el sistema de señalización visual y el propio GPS del avión”.

Las pesquisas sobre lo ocurrido se van a prolongar por espacio de una semana en el lugar de los hechos. Los datos de las grabaciones del avión han sido remitidos a Washington, donde serán analizados.

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En el Hospital General de San Francisco permanecen hospitalizados más de 30 pacientes con traumatismos de columna, cabeza y quemaduras de diversa consideración. Seis pacientes, entre ellos una niña, siguen en estado crítico. 

Las dos adolescentes chinas que han muerto son Ye Mengyuam y Wuan Lynjia, de las provincias orientales de Shanxi y Zhejiang. Viajaban a Estados Unidos para participar en un campamento de verano y aprender inglés. Ambas ocupaban asientos en la parte de detrás del avión, al igual que todos los pasajeros siniestrados. 

Tres de las pistas del aeropuerto de San Francisco se han abierto y una permanece cerrada. Los vuelos se han reanudado, aunque con demoras de nueve horas y varias cancelaciones. 

El alcalde de San Francisco, Edwin Lee, ha considerado una vez mas de “milagroso” el hecho de que haya tantos supervivientes, "dado lo caótico y peligroso que ha resultado el siniestro".

Ben Levy, uno de los 305 pasajeros que salieron con vida del avión, expresaba su gratitud por “la grandísima suerte de estar vivo”. Que 190 pasajeros lograran evacuarse rápidamente ha sido parte del milagro que, de otra manera, podría haber concluido en una enorme tragedia.

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