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“No fue un golpe, fue el reflejo de la voluntad ciudadana”

Khaled Dawoud, secretario y director de comunicación del Frente justifica las acciones de esa alianza laica y progresista

Khaled Dawoud en una manifestación contra el régimen de Mubarak en Estados Unidos en 2011. Vivía en Nueva York antes de regresar a Egipto a militar en la coalición opositora.
Khaled Dawoud en una manifestación contra el régimen de Mubarak en Estados Unidos en 2011. Vivía en Nueva York antes de regresar a Egipto a militar en la coalición opositora. Jessica Rinaldi (Reuters)

El Frente de Salvación Nacional egipcio, coalición opositora de 11 partidos laicos y progresistas, liderada por el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, está en una delicada situación. Convocó manifestaciones contra el presidente depuesto Mohamed Morsi el 30 de junio y apoyó el golpe de estado militar posterior. Ahora ve cómo el presidente elegido por los militares, el juez Adli Mansur, emite un decreto en el que se atribuye poderes casi absolutos y marca plazos electorales sin consultarle. Con tal de ver marchar a Morsi y a los Hermanos Musulmanes del poder, este Frente se ha aliado con formaciones salafistas, más radicales en su lectura del islam. Khaled Dawoud es uno de los líderes del partido de la Constitución y, desde su formación en noviembre, secretario director de comunicación del Frente.

Pregunta. El Frente, al que usted pertenece, mantiene que lo que sucedió la semana pasada no es un golpe. ¿Qué es entonces?

Respuesta. No es un golpe. Es el reflejo de la voluntad de la ciudadanía de Egipto. Al menos 20 millones de egipcios salieron a las calles exigiendo que el presidente Mohamed Morsi se marchara y convocara elecciones, porque llevó al país a un gran desastre. Estábamos al borde de una guerra civil, la economía en colapso. No buscamos control militar. Hay un presidente civil que ha emitido un decreto constitucional que marca plazos claros para las elecciones.

P. Pero es el ejército quien apoya al actual gobierno de Egipto, dado que ha anulado la constitución.

R. Sí, pero el 3 de julio el ministro de Defensa [Abdel Fatah al Sisi, comandante de las fuerzas armadas] llamó a las fuerzas nacionales a negociar. El Baradei representó al Frente. Acudió el partido salafista Nur, más fundamentalista en su interpretación del islam que los Hermanos Musulmanes. Había una mayoría de representantes de la ciudadanía egipcia. Los únicos que no acudieron fueron los Hermanos Musulmanes.

P. ¿Están aliados ustedes con un partido más radical que la hermandad?

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R. Estoy en desacuerdo. Son más honestos y directos. Aprecio que se unieran al proceso político el día 3 de julio, cuando acudieron a las conversaciones de reconciliación. En aquel momento estábamos al borde de la guerra civil. Los Hermanos Musulmanes la buscaban.

P. El martes por la noche el presidente Mansur emitió un decreto constitucional que marca plazos electorales. Su coalición lo rechazó inmediatamente, para suavizar su postura posteriormente. ¿Les presionaron los militares?

R. No. Fue un error mío. No me comuniqué bien con los demás líderes. Envié a los medios un borrador no finalizado. No era nuestra postura final. Pero el mensaje es el mismo: tenemos nuestras reservas sobre ese decreto.

P. ¿Cuáles son?

R. El presidente no nos consultó antes de emitirlo. Hay artículos que, para satisfacer a los salafistas, incluyen una definición muy reducida de la sharia [ley islámica]. Queremos menos poderes para el presidente interino. Y por último, que haya elecciones presidenciales antes que legislativas, al revés de como está programado.

P. ¿Aceptarían ese decreto como está propuesto, con poderes casi absolutos para el presidente?

R. No. Estamos negociando con la presidencia. Y nos ha prometido que considerará nuestras peticiones. Esperamos cambios.

P. ¿Qué tipo de gobierno quieren, tras este proceso?

R. Un gobierno democrático. Ganar en las urnas no le da a uno el derecho a emitir una declaración constitucional, como hizo Morsi, que viola derechos humanos y principios democráticos. El tener la legitimidad, como él dice, no significa que se puedan violar todas las normas de la democracia. La democracia no se decide únicamente en las urnas.

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