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El presidente portugués pide un “compromiso de salvación nacional”

Cavaco Silva rechaza el Gobierno salido de la crisis, alargando así aún más la crisis que vive el país

Antonio Jiménez Barca
El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, en su discurso.
El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, en su discurso. FRANCISCO LEONG (AFP)

El presidente de la República portuguesa, Aníbal Cavaco Silva, hasta ahora un agente activo aunque silencioso en la crisis política que ha vivido el país y en su solución, se ha dirigido a la nación en una alocución televisada a fin de hacer partícipes a los portugueses de su opinión. En su discurso, de veinte minutos, hecho después de haber recibido en su residencia, a lo largo de los últimos días, a los principales líderes políticos del país, Cavaco Silva ha asegurado que no considera oportuno convocar elecciones anticipadas ahora, tal y como piden los partidos de la oposición, en especial el Partido Socialista portugués (PS). “Con unas elecciones ahora, los sacrificios que han hecho los ciudadanos serían en vano”, asegura Cavaco Silva. Ahora bien, el presidente de la República, que tiene la capacidad de disolver el Parlamento, ha añadido que la única manera de generar la estabilidad que necesita el país es “alcanzar un compromiso de salvación nacional” de medio plazo entre los partidos con capacidad para Gobernar, esto es, los conservadores PSP y CDS, participantes de la coalición actualmente en el Gobierno (y cuyas divergencias causaron la crisis política que sacudió el país) y el Partido Socialista portugués PS, actualmente en la oposición. Cavaco Silva añadió que es partidario de que las elecciones legislativas, agendadas en principio para 2015, se adelanten a junio de 2014, esto es, justo cuando la troika haya terminado su labor en Portugal y el país vuelva a financiarse en los mercados por sí mismo.

Cavaco Silva rechaza el Gobierno salido de la crisis y propuesto por el primer ministro Passos Coelho, que incluye en el  cargo de vicepresidente a Paolo portas, alargando así aún más la crisis que vive el país. El presidente pide a cambio una fórmula que incluya un acuerdo de "salvación nacional".

Este acuerdo que reclama Cavaco Silva será difícil de alcanzar. El PS ya ha manifestado que no participará en ningún Gobierno sin que haya elecciones previamente en el país y ha asegurado que no acepta más recetas de austeridad y de recortes, política que el Gobierno de Passos Coelho, en principio, va a seguir ejecutando. Aparentemente, los puentes se encuentran cortados, pues.

Cavaco Silva pide que estos tres partidos, los cuales firmaron en 2011 los compromisos con la troika a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros, se pongan de acuerdo en varias cuestiones fundamentales desde el punto de vista económico antes de convocar las elecciones a 2014. A su juicio, será la manera de evitar convulsiones políticas como la atravesada la semana pasada, que ha hecho retroceder la bolsa portuguesa y dispararse los intereses de la deuda, haciendo perder bastante de lo conseguido a base de ajustes sufridos por todos los portugueses. El detonante de esta crisis fue la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, Paulo Portas, líder del democristiano CDS. Al final, tras una semana vertiginosa, Portas aceptó no salir del Gobierno y quedarse como vice primer ministro y coordinador del área económica. Pero el Gobierno resultante ha quedado fragilizado y bajo sospecha permanente de albergar una bomba de relojería dentro.

Cavaco Silva, que pertenece al PSP, advirtió de que él no puede imponer un acuerdo a tres bandas pero que serán los portugueses los que “saquen las consecuencias” si estas tres formaciones “no lo consiguen”.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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