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Una ola de atentados con coche bomba deja decenas de muertos en Bagdad

Los ataques tuvieron como blanco zonas comerciales de mayoría chií Se trata de la ofensiva más sangrienta desde el inicio del Ramadán

Decenas de personas murieron este sábado y casi dos centenares resultaron heridas en una serie de atentados con coche bomba en Bagdad. El balance de víctimas mortales oscila entre 35 y 60, según las fuentes. El objetivo de los ataques fueron zonas comerciales, en barrios de mayoría chií, en la ofensiva más sangrienta en la capital iraquí desde el comienzo del Ramadán, hace diez días.

Un total de 11 coches bomba y dos bombas explotaron casi de forma simultánea en barrios como el de Al Tobyi, en el norte de la ciudad, y Al Zafaraniya, en el suroeste. En Al Tobyi, estalló un vehículo cerca de un puesto de refrescos, lo que causó cinco muertos y 18 heridos, así como importantes destrozos materiales.

Un atentado perpetrado en el céntrico barrio de Al Karrada, junto a un mercado, acabó con cuatro muertos y doce heridos. También en Al Karrada, la explosión de otro coche dejó dos muertos y nueve heridos. Las explosiones tuvieron lugar hacia las 20.30, hora local (18.30 en la Península) cuando la calle se llenaba de gente que disfrutaba de un rato de asueto o hacía sus últimas compras antes de la ruptura del ayuno.

Un quinto coche bomba estalló en un mercado del barrio de Al Shurta al Rabea, de predominio chií y situado en el suroeste de Bagdad, donde perecieron tres personas y resultaron heridas siete.

Otras quince personas murieron y decenas resultaron heridas en atentados similares en el cruce Un al Tabul (suroeste) y en los barrios de Nuevo Bagdad (sureste), Al Muasalata (oeste) y Al Madaen (sur).

Las fuerzas de seguridad se han desplegado en varias zonas de Bagdad para evitar nuevos ataques.

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Esta ola de atentados coincide con otros ataques en el resto del país, que han causado una decena de muertos más, entre ellos tres militares y un miliciano progubernamental.

Durante el mes sagrado de Ramadán, que comenzó el pasado 10 de julio, han aumentado los atentados terroristas y la violencia sectaria en Irak, lo que hace recordar el conflicto entre chiíes y suníes que desangró el país entre 2006 y 2008. El descontento creciente de la minoría suní frente a un Gobierno de mayoría chií —como el grueso de la población—, las tensiones asociadas a la guerra en la vecina Siria y la parálisis total del Estado han fomentado la violencia tras meses de un periodo de relativa calma que comenzó a finales de 2008, cuando las fuerzas estadounidenses estaban todavía desplegadas en el país.

Nadie ha reivindicado los atentados, pero la multiplicidad de objetivos —mercados, mezquitas, campos de fútbol, cafés, tiendas— hacen pensar que se trata tanto de ataques que buscan crear una atmósfera de miedo generalizada, como de actos de represalia de una comunidad religiosa contra la otra, informa France Presse.

El representante de la ONU en Irak, Martin Kobler, dijo está semana en la sede del organismo internacional que los últimos cuatro meses han sido de los más sangrientos de los últimos cinco años, con un saldo de unos 3.000 muertos y 7.000 heridos. Según cálculos de la agencia France Presse, estos ataques elevan a 500 la cifra de muertos desde comienzos de julio en Irak, más de 2.000 desde el comienzo del año.

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