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Ashton se reúne con el general Al Sisi para rebajar la tensión en Egipto

Segunda visita de la jefa de la diplomacia de la UE al país árabe desde el golpe de Estado

La jefa de la diplomacia de la UE y el general Al Sisi este lunes en El Cairo.
La jefa de la diplomacia de la UE y el general Al Sisi este lunes en El Cairo.UNIÓN EUROPEA (EFE)

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ahston, se ha entrevistado este lunes con los varios mandatarios y político egipcios en un intento de desactivar el agrio conflicto que enfrenta a las autoridades con los Hermanos Musulmanes desde el golpe de Estado que derrocó a Mohamed Morsi el pasado 3 de julio. Los protagonistas de las conversaciones no han explicado públicamente su contenido, pero esta podría ser la última oportunidad de la organización islamista para evitar una escalada en la campaña represiva del Estado. Está previsto que Ashton ponga fin a su visita el martes.

El lunes por la mañana, Ahston se entrevistó con el presidente interino, Adli Mansur, y el vicepresidente, Mohamed El Baradei, el ministro de Exteriores, Nabil Fahmi, y el de Defensa, Abdel Fatah al Sisi, el ejecutor del golpe y considerado el verdadero hombre fuerte del nuevo tiempo político. Por la tarde, la representante de Exteriores de los Veintiocho se reunió con miembros del Movimiento 6 de abril y con una delegación de los Hermanos Musulmanes y su brazo político, el Partido de la Libertad y la Justicia. En su anterior visita, Ashton solicitó ver al expresidente Morsi, pero el Gobierno declinó su demanda.

Lady Ashton es la primera dignataria que visita el país después de la matanza del pasado sábado en los aledaños del campamento islamista de Raba al Adauiya, que causó la muerte de más de 80 simpatizantes del rais depuesto. Según se ha filtrado a la prensa, la dignataria europea habría propuesto a las partes una iniciativa para reconducir el conflicto que pasa por retirar los procesos legales contra los líderes de la Hermandad y garantizar su participación en el proceso político a cambio de poner fin a las propuestas. Hasta ahora, los líderes islamistas han insistido en que solo aceptarían un retorno de Morsi a la presidencia.

Ante la pérdida de credibilidad de Washington, acusado tanto por los sectores laicos como islamistas de interferencias internas, la UE ha jugado en los últimos meses un importante rol de mediador entre los protagonistas de la convulsa transición egipcia. En marzo, y a través del diplomático español Bernardino León, los Veintiocho estuvieron a punto de conseguir un acuerdo entre el Gobierno de Morsi y la oposición laica para poner fin a su conflicto. Tras el golpe del 3 de julio, la Hermandad propuso que Bruselas facilitara una negociación con el Ejército.

Según una fuente gubernamental citada por el diario oficialista Al Ahram, el Ejército ha decidido suspender el desalojo de los campamentos de protesta islamista de Medina Násser y Giza “en espera de las negociaciones”. Sin embargo, ello no ha impedido que, a la vez, recabe los medios necesarias para poner fin a las protestas. En un controvertido movimiento, el presidente interino, Adli Mansur, promulgó el domingo un decreto que otorga al primer ministro, Hazem Beblawi, la capacidad de autorizar al Ejército a arrestar civiles. No obstante, el lunes Beblawi aseguró no haber decidido utilizar dicha potestad.

Una horas antes, el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, reiteraba que terminaría con las movilizaciones “pronto y de acuerdo con la ley”. Por su parte, los grupos de apoyo a Morsi, inasequibles al miedo o al desaliento, han convocado nuevas manifestaciones el lunes por la noche frente a centros de las fuerzas de seguridad de todo el país para “condenar los actos criminales de disparar con munición real contra manifestantes pacíficos”.

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Mientras en el El Cairo se respira un clima de calma tensa, en la ciudad de Port Said se desató el domingo una batalla campal entre partidarios y detractores de Morsi que se saldó con tres muertos, uno de ellos un periodista, y más de 30 heridos. También se registraron brotes de violencia en la península del Sinaí, donde el lunes de madrugada murió un soldado a causa de un ataque presuntamente realizado por un grupo yihadista. Desde el golpe, se han intensificado los atentados contra las fuerzas de seguridad en la remota región cercana a la frontera con Gaza.

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